El fútbol mexicano está al borde de un terremoto estructural que podría cambiarlo todo. El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) tiene en sus manos una decisión que podría obligar a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y a la Liga MX a restaurar el sistema de ascenso y descenso, suspendido desde 2020 por la pandemia. Diez clubes de la Liga de Expansión MX han elevado su grito de guerra al TAS, exigiendo que se cumpla el acuerdo de reactivar la movilidad entre divisiones para la temporada 2025-2026. ¿El resultado? Un tablero de ajedrez donde la FMF, la Liga MX y hasta Rommel Pacheco, ahora mediador desde la CONADE, mueven fichas para evitar el caos.
Fútbol sin ascenso ni descenso: ¿Meritocracia en extinción?
Desde abril de 2020, el fútbol mexicano vive en una burbuja cerrada. La pandemia sirvió de excusa para suspender el ascenso y descenso, una medida que el TAS avaló como temporal para estabilizar económicamente a los clubes. A cambio, la FMF creó un “Fondo de Mejoras” de 20 millones de pesos anuales por equipo, financiado con multas a los peores de la Liga MX. Pero cinco años después, los clubes de Expansión acusan a la FMF de incumplir el pacto: el ascenso no ha vuelto, y el proceso de certificación, que exige requisitos financieros, de infraestructura y fuerzas básicas, es visto como una “simulación jurídica” para mantener la Liga MX como un club exclusivo.
Los clubes demandantes argumentan que sin ascenso, sus proyectos deportivos, económicos y de infraestructura están estancados. No pueden negociar contratos jugosos de transmisión ni atraer patrocinadores de peso, y sus jugadores ven truncado el sueño de competir en el máximo circuito por méritos deportivos. La gota que derramó el vaso fue el silencio de la FMF ante una solicitud del 24 de marzo de 2025, donde pedían claridad para planificar la temporada. El mensaje era claro: o cumplen, o el TAS decidirá.
El fallo del TAS: ¿Un jaque mate a la FMF?
El TAS, que ya respaldó la suspensión temporal en 2020, ahora enfrenta un caso que podría ser definitivo. Los clubes de expansión sostienen que el plazo de seis temporadas acordado vence en verano de 2026, y acusan a la FMF de intentar alargar la pausa hasta 2027 o más allá. Si el TAS falla a su favor, y hay precedentes, como la exclusión del Club León del Mundial de Clubes 2025 por multipropiedad, la FMF y la Liga MX estarían obligadas a restaurar el sistema de inmediato.
Pero no todo es tan sencillo. La FMF insiste en que el ascenso “está abierto” desde 2023, siempre que al menos cuatro clubes de expansión se certifiquen. El problema: solo dos lo han logrado (Atlante y otro no especificado), y las auditorías de Ernst & Young, encargada de las certificaciones, son cuestionadas por supuesta manipulación. Esto ha llevado a los clubes a clamar que el proceso es una fachada para proteger los intereses de los dueños de la Liga MX, muchos de los cuales prefieren un torneo cerrado al estilo de la MLS, donde el riesgo de descenso no existe.
Rommel Pacheco entra al quite
En un giro digno de telenovela, Rommel Pacheco, ex clavadista olímpico y ahora director deportivo de la CONADE, ha sido designado como mediador entre la FMF y el “G8”. Su rol será buscar un acuerdo que evite un fallo drástico del TAS, pero no la tiene fácil. Pacheco, conocido por su carisma y capacidad de negociación, enfrenta un campo minado: por un lado, los clubes de Expansión exigen justicia deportiva; por el otro, los dueños de la Liga MX, especialmente los multipropietarios (Grupo Pachuca, Orlegi y Caliente), quieren mantener el control.
La FMF ha respondido con mano dura, cortando el subsidio de 20 millones a los clubes demandantes, amparándose en una cláusula del acuerdo de 2020 que lo permite durante un litigio. Los equipos afectados, como Leones Negros y Venados, han calificado esto como una “represalia ilegal”, argumentando que el fondo no es un regalo, sino una compensación por privarlos del derecho a ascender. Pacheco deberá navegar estas aguas turbulentas, proponiendo soluciones que satisfagan a ambas partes sin desatar una guerra interna en el fútbol mexicano.
¿Qué propone la FMF ante el posible fallo del TAS?
La FMF y la Liga MX no se han quedado de brazos cruzados. Según fuentes, ya analizan un plan para adaptarse si el TAS ordena el regreso del ascenso y descenso. Las propuestas sobre la mesa son ambiciosas y podrían redibujar el mapa del fútbol mexicano:
- Expansión a 20 equipos: La Liga MX pasaría de 18 a 20 clubes, abriendo espacio para dos nuevas plazas. Esto no solo generaría más ingresos por derechos de transmisión, sino que daría una salida elegante al conflicto, permitiendo que equipos certificados de Expansión se integren sin desplazar a los actuales.
- Ascenso por mérito deportivo: Dos clubes de la Liga de Expansión podrían subir a partir de la temporada 2026-2027, siempre que cumplan con la certificación. Esto devolvería la meritocracia al fútbol mexicano, premiando el desempeño en la cancha y no solo el poder económico.
- Descenso en dos años: Para evitar un impacto inmediato en los clubes de Liga MX, el descenso se reanudaría en la temporada 2027-2028. Esto daría tiempo a los dueños con multipropiedad, como Grupo Pachuca (León y Pachuca) o Grupo Orlegi (Santos y Atlas), para vender sus franquicias, alineándose con las reglas de la FIFA que prohíben esta práctica.
Estas medidas buscan equilibrar la competitividad con la estabilidad financiera, pero no están exentas de críticas. Algunos ven en la expansión a 20 equipos un intento de diluir la presión de los clubes de expansión, mientras que el retraso del descenso podría ser una maniobra para proteger a los equipos de élite.
¿Qué significa esto para el fútbol mexicano?
Un fallo a favor de los clubes de expansión sería un parteaguas. Aquí los posibles impactos:
- Meritocracia y pasión: El regreso del ascenso y descenso inyectaría emoción al fútbol mexicano. Los aficionados de equipos como Atlante o Leones Negros volverían a soñar con la gloria de la Liga MX, mientras que los clubes de primera división enfrentarían la presión real de evitar el descenso. Esto podría elevar el nivel competitivo, que muchos critican por estar estancado.
- Fin de la multipropiedad: La presión del TAS y la FIFA, evidenciada en el caso León, podría forzar la venta de franquicias, rompiendo el control de los grandes grupos empresariales. Esto democratizaría el fútbol mexicano, aunque a costa de tensiones entre dueños.
- Crecimiento económico: Una Liga MX con 20 equipos y un sistema de ascenso-descenso revitalizado atraería más inversión en infraestructura y derechos de transmisión, especialmente con el Mundial 2026 en el horizonte. Sin embargo, los clubes de expansión necesitarán apoyo real para cumplir los requisitos de certificación, no solo promesas vacías.
- Riesgo de fractura: Si la FMF no logra un acuerdo con el G8, el fútbol mexicano podría enfrentar una crisis de gobernanza. La salida de tres clubes de la demanda, presionados por el corte de subsidios, muestra que la unidad de la Liga de Expansión está en riesgo. Rommel Pacheco tendrá que usar todo su talento negociador para evitar que el conflicto escale.
El futuro: Un Mundial 2026 con un fútbol renovado o en caos
Con el Mundial 2026 acercándose, el fútbol mexicano está bajo el ojo del huracán. Un fallo del TAS a favor de los clubes de expansión, esperado para finales de 2025, podría forzar un cambio estructural justo antes del torneo global, proyectando una imagen de modernización o, por el contrario, de desorden si no se gestiona bien. La intervención de Rommel Pacheco como mediador añade un toque de esperanza, pero también de incertidumbre: ¿podrá un ex clavadista convencer a los tiburones del fútbol mexicano de ceder terreno?.
Lo que está claro es que el fútbol mexicano no puede seguir esquivando la meritocracia. Los aficionados, los verdaderos dueños de la pasión, merecen una liga donde el esfuerzo en la cancha valga más que los acuerdos en las oficinas.




