El internet las ama. Las marcas más populares como Chanel, Miu Miu y Burberry desean vestirlas. Los medios cubren noticias con ellas al frente. Todas queremos ser una de ellas. No, no son solo mujeres con envidiables físicos, grandes personalidades y que tienen un guardarropa fabuloso. Son las popularmente conocidas como WAGS, (por sus iniciales en inglés: wives and girlfriends), las esposas y novias de las estrellas del deporte.
Este término se popularizó a principios de la década de los 2000 por la prensa sensacionalista de Gran Bretaña, refiriéndose principalmente a las parejas glamurosas de ciertos futbolistas. Coff, coff, como Victoria Beckham: ex Spice Girl, personalidad de televisión, diseñadora de modas, modelo, cantante… y también pareja del exfutbolista David Beckham. Figuras como ella, empezaron a recibir atención por parte de los medios y comenzaron a tener casi la misma cantidad de cobertura como la de los propios jugadores.
Y no acabó ahí. En 2010, con el auge de los reality shows emitidos por E! empezaron a llamar más la atención y a establecerse como las figuras populares que son. Wags Miami, Wags Atlanta, Basketball Wives… y la lista de shows sigue. Si bien, estos programas de televisión no intentaban profundizar en el papel de la mujer en el deporte, sino mostrar el estilo de vida glamuroso y proyectar la riqueza que estas mujeres recibían a través de su matrimonio, fueron poniendo las bases para que las WAGS fueran tomadas en serio, mucho más que accesorios.
Las WAGS han resurgido en una nueva vida apropiándose de este acrónimo: ya no se esconden detrás de este concepto, no les molesta ser conocidas de esta forma y se rehúsan a ser solo eso. Ahora, han tomado espacios en el mundo deportivo vinculado al baloncesto, al fútbol americano y más reciente, a la Fórmula 1 y el tenis. Medios como Daily Mail, Vogue y Glamour han tomado nota y publican con regularidad historias sobre ellas. Desde un breve listado de las WAGS del momento hasta guías para vestir como ellas.
También han llamado la atención de las marcas de moda. Como la marca originaria de Los Ángeles, Reformation, que se unió a la conversación lanzando una colección dirigida para los espectadores del tenis con el lema: “Quien no puede jugar, mira”. (En inglés, “those who can’t play, watch”.)
https://x.com/Reformation/status/1935395645894062366
Los propios atletas han notado esta atención, incluso la han cuestionado. Aunque el desbalance puede surgir de una forma más superficial, como que algunos deportistas tienen menos seguidores que sus parejas en Instagram o TikTok, esta atención puede escalar hasta darle prioridad a las WAGS por encima de las mujeres que practican los deportes que van a ver. De hecho, una práctica común en el mundo de las WAGS del tenis, es llevar con ellas un publicista, un camarógrafo y un estilista. A través de sus redes sociales, crean contenido para atraer a marcas y conseguir patrocinios, y muchas lo hacen.
“Los Grand Slams ahora son como un desfile de moda. Las marcas se dieron cuenta de que si no pueden vestir al jugador que está en la cancha, siempre pueden vestir a las espectadoras en la caja” menciona al respecto Ayan Broomfield, quien sale con el tenista Frances Tiafoe y se dedica a hacer contenido sobre su estilo de vida como WAG.
Al respecto, la tenista Daria Saville subió a TikTok un video cuestionando estas prácticas y básicamente exponiendo que las deportistas de alto rendimiento no son ofrecidas las mismas oportunidades. En el video ella menciona: “¿Es acaso más inspirador ser una WAG que una mujer atleta? Me parece alucinante que las marcas elijan a influencers para sus campañas durante los Grand Slams en lugar de las tenistas que lo están jugando. Y definitivamente no soy la única tenista que se siente así.” Y es muy válido.
https://www.tiktok.com/@dasha_tofu/video/7488576932448111890
Sin embargo, más allá de buscar protagonismo sobre las atletas, o lucrar con las marcas, ellas están haciendo lo que mejor saben: influenciar a otras personas. Mujeres, específicamente. La escritora Emily Sundberg reflexiona acerca de este fenómeno y dice: “Creo que lo que está pasando aquí es que las mujeres están descubriendo los deportes como una alternativa para conocer a personas, más allá de ir a un bar o antro.”
Porque sí, más allá de aspirar a un estilo de vida como la de una WAG, tiene mucho que ver con el nivel de conexión que generemos con un creador de contenido, o bien, una fuente para conocer más cosas que podrían llegar a gustarnos. En el caso de la influencer Morgan Riddle, novia del tenista Taylor Fritz, admite que no creció viendo tenis hasta que conoció a Fritz, pero a medida que fue involucrándose más, su estrategia al crear contenido consiste en acercar a su audiencia al mundo del deporte. “He tenido a muchas mujeres jóvenes acercarse y decirme: nunca hubiera estado aquí si no fuera por tus videos.” Morgan actualmente hostea series web para el Grand Slam de Wimbledon hablando sobre moda, además hace vlogs para YouTube y tiene una extensa cantidad de seguidores.
Aún resulta un poco difícil para el público digerir este tipo de contenido, pero es aún más difícil la aceptación a mujeres en los deportes que históricamente son clasificados como masculinos y de élite. Lo que las WAG han logrado, a partir de su popularización, es la apropiación de estos espacios y la reivindicación de este término. A su vez, están logrando que el deporte llegue a lo mainstream y están acercando a muchas más mujeres a ser parte de este mundo, convirtiéndose en participantes activas, y por qué no, hasta motivarlas a practicar el mismo deporte.
Parece un poco surreal que estas mujeres se conviertan en figuras públicas a partir de sus relaciones amorosas, pero son mujeres comunes como nosotras que se enfrentan a críticas, a luchas internas y desafíos, solo con estilos de vida un poco más fabulosos.




