Dentro de una empresa, la contabilidad financiera es fundamental para realizar el seguimiento de ingresos y gastos, pagar facturas, administrar datos de flujo de caja, cumplir con los requisitos reglamentarios y más.
La contabilidad financiera es una subsección de la contabilidad que se centra en registrar, resumir e informar las transacciones comerciales durante un período de tiempo para crear estados financieros (por ejemplo, balances generales, estados de resultados y estados de flujo de efectivo) para partes externas (por ejemplo, prestamistas, acreedores, auditores, gerentes y accionistas)
Con el avance de la tecnología, muchos negocios han comenzado a utilizar soluciones digitales que facilitan todos los procesos de contabilidad financiera como un programa de nómina en línea o sistemas de facturación que cumplen con los requisitos actuales, como la factura electrónica 4.0, facilitando aún más la gestión contable.
Principios de contabilidad financiera
Aunque los requisitos varían considerablemente, muchas empresas se adhieren a cuatro principios básicos de contabilidad financiera:
1.- Principio de reconocimiento de ingresos (acumulación o devengación):
Este principio se centra en la contabilidad de caja en oposición a la contabilidad de acumulación. Requiere que las empresas reconozcan los ingresos en su estado de resultados, no cuando reciben el pago (contabilidad de caja), sino después de que realmente se hayan obtenido los ingresos (contabilidad de acumulación). Esto significa que los ingresos sólo se reconocen cuando un servicio se ha completado completamente o cuando un producto está en posesión del cliente.
2.- Principio de correspondencia:
Este principio exige que las empresas declaren los gastos al mismo tiempo que los ingresos correspondientes. La NIF D-3 establece que los gastos deben reconocerse en el mismo periodo contable en el que se reconocen los ingresos relacionados. Incluso si el pago se realiza en otro ejercicio. Piensa en un restaurante. Si hoy vendes un platillo, los ingredientes ya se usaron y se pagaron. No puedes declarar solo la ganancia sin tomar en cuenta el costo de los ingredientes en ese mismo momento.
3.- Principio de importancia relativa:
Este principio se refiere a la relevancia e importancia de la información en los informes financieros. Si la información se considera “no material” para la toma de decisiones financieras, podrá omitirse. La materialidad es un concepto subjetivo que a menudo depende del tamaño de la empresa y del tipo de transacción.
Supongamos que el almacén de una empresa manufacturera se inunda y se destruyen mercancías por valor de 20.000 pesos. Si la utilidad neta de la empresa es de 50 millones de pesos anuales, la pérdida de 20.000 dólares es insignificante y puede omitirse del estado de resultados. Por otro lado, si la utilidad neta de la empresa es de tan solo 40.000 pesos, la pérdida es del 50 %.
En este caso, la pérdida es sustancial y, por lo tanto, es crucial que la empresa divulgue esta información a sus inversores y otros usuarios de sus estados financieros.
4.-Principio de consistencia:
Este principio establece que una empresa debe mantener las mismas políticas contables a lo largo del tiempo para que sus estados financieros puedan utilizarse para identificar tendencias, sacar conclusiones significativas y tomar decisiones acertadas. Si la empresa cambia su método contable, los estados financieros deben ir acompañados de documentación que explique las razones y los efectos de este cambio.
La adhesión a estos principios ayuda a las empresas a crear informes financieros precisos, mejorando así su rendimiento y éxito general.
Beneficios de la contabilidad financiera
La contabilidad financiera consiste en proporcionar información clara y precisa a las partes interesadas internas y externas. Para ello, se apoya en tres tipos principales de estados financieros: el estado de resultados (a veces llamado estado de pérdidas y ganancias), que muestra los ingresos y los costos de la empresa; el balance general, que describe lo que la empresa posee (activos), debe (pasivos) y vale (patrimonio); y el estado de flujo de efectivo, que rastrea cómo la empresa recibe y gasta dinero.
Las partes interesadas analizan los estados financieros para tener una idea de la salud financiera de una empresa. Esta información les ayuda a tomar decisiones cruciales, como por ejemplo si invertir o prestar dinero a una empresa o reestructurar sus operaciones.
Con una contabilidad financiera optimizada:
Los propietarios de empresas pueden producir fácilmente informes financieros consistentes y precisos siguiendo estándares fijos y uniformes.
Los prestamistas, inversores y autoridades fiscales pueden revisar periódicamente los estados financieros de una empresa y obtener información actualizada sobre su rentabilidad, valor, solvencia y cumplimiento.
Los proveedores pueden utilizar estados financieros para determinar la viabilidad de una asociación con una empresa en particular.
La contabilidad financiera es mucho más que un requisito fiscal; es una herramienta de suma importancia destinada para entender el presente y planear el futuro de cualquier organización. Gracias a ella, se pueden tomar decisiones, prevenir errores financieros y cumplir con las obligaciones legales de forma transparente.
De igual manera, en sectores como el transporte y la logística, es fundamental conocer los diferentes tipos de Carta Porte para cumplir correctamente con las disposiciones fiscales al trasladar mercancías.
Todo esto forma parte de una contabilidad financiera bien estructurada, que no solo refleja números, sino también la historia, el desempeño y el rumbo de una empresa.




