Visualiza a un joven de León, Guanajuato, nacido sin brazos ni piernas, desafiando la lógica y el agua misma, transformando un destino que parecía limitarlo en un torrente de medallas y sueños rotos en mil pedazos. Ángel de Jesús Camacho Ramírez no es solo un nadador paralímpico; es un fenómeno, un guerrero azteca que a sus 20 años ha escrito su nombre en la historia con más de 20 medallas internacionales. Con el síndrome de Hanhart como bandera de lucha, este mexicano ha convertido piscinas en lienzos de épica, desde su debut en 2018 hasta su más reciente hazaña, un bronce ardiente en los 100m libres S4 en el Mundial de Para Natación de Singapur 2025. Como mexicano, Ángel no solo colecciona metales; destruye barreras, inspirando a millones a nadar contra la corriente.
De las calles de León al abrazo del agua
En las polvorientas calles de León, donde el olor a cuero y el rugir de talleres marcan el pulso, Ángel llegó al mundo como un desafío viviente. Sin extremidades por el síndrome de Hanhart, enfrentó miradas de lástima que dolían más que cualquier corriente. Pero a los 13 años, en 2018, todo cambió. Su padre, un hombre de fe inquebrantable, escuchó un consejo que marcó el rumbo: “El agua no juzga, prueba la natación”. En la alberca municipal de León, Ángel tocó el agua con miedo a hundirse, pero emergió como un titán. Con solo ocho meses de entrenamiento, debutó en la Paralimpiada Nacional de Colima 2018, llevándose dos oros (50m dorso y 100m libres) y dos platas (50m pecho y 200m libres). Entre 2018 y 2021, arrasó en nacionales, sumando 17 medallas: 14 oros, dos platas y un bronce en eventos como Cancún y Cuernavaca. Mudándose a la CDMX, entrenó ocho horas diarias con Fernando Gutiérrez Vélez, su mentor, mientras estudiaba Artes Gráficas en el CONALEP León III. “No nací completo, pero nado para llegar entero”, dice.
De novato a fenómeno (2019-2021)
Ángel no caminó hacia la gloria; nadó a velocidades que dejaron al mundo boquiabierto.
En 2019, dominó el Abierto Mexicano en Cuernavaca y Acapulco, acumulando podios que gritaban su llegada. Pero 2021 fue el año del despegue; en la Serie Mundial de Berlín, con apenas 16 años, conquistó cinco oros (200m libres, 100m libres, 50m libres, 150m combinado individual, 50m dorso) y un bronce (50m pecho), asegurando su boleto a Tokio 2020. “No me creía estar entre los grandes”, confesó en X, donde sus videos de entrenamiento se viralizaron. En nacionales como el Abierto de Cancún 2020 y Cuernavaca 2021, sumó oros en 50m dorso, 100m libres, 200m libres y 150m combinado, consolidándose como el “Pollo”, su apodo cariñoso, que vuela sobre el agua. Su ascenso no fue solo personal; fue el eco de una generación de paratletas mexicanos como Gustavo Sánchez, a quien Ángel admiraba y ahora rivaliza.
Gloria paralímpica
Tokio 2020, pospuesto al 2021, fue el bautizo olímpico de un Ángel de 16 años. Nadando en la categoría S4 (para atletas con limitaciones severas), se colgó un bronce en 50m dorso (43.25 segundos), quedó cuarto en 100m libres y 50m libres, y quinto en 200m libres. México sumó 10 medallas en paranatación, superando Río 2016, y Ángel fue el más joven del equipo, un destello de lo que vendría.
Pero París 2024 fue su obra maestra, el lienzo donde pintó su legado. Ángel, ya más veterano a los 19, se convirtió en el máximo medallista mexicano de los Juegos Paralímpicos, con tres preseas que hicieron vibrar al país. En los 100m libres S4, nadó 1:22.32, rompiendo el récord de América y llevándose el bronce. En los 150m combinado individual SM4, otro bronce (2:37.29), peleando hasta la última brazada. Y en los 50m dorso S4, rozó la perfección con una plata (42.70 segundos), a solo 0.40 del oro.
Cuarto en 50m libres y quinto en 200m libres, Ángel fue top-5 en todas sus pruebas, votado como el paratleta más inspirador de las Américas por fans en 2024.
Cada medalla fue un grito de México, un recordatorio de que los límites son solo líneas en el agua.
El rey de los récords americanos
Ángel no solo brilla en los Paralímpicos; los Mundiales y Parapanamericanos son su patio de juegos. En el Mundial de Madeira 2022, se colgó tres bronces individuales (50m dorso, 100m libres, 150m combinado) y una plata en el relevo mixto 4×50 libres, ayudando a México a un histórico top-10 global. En Manchester 2023, elevó la apuesta: plata en 50m dorso, plata en 200m libres y bronce en 150m combinado individual, consolidando récords de América en S4. En las Series Mundiales, como Berlín 2023, sumó un bronce en 150m combinado, y en Tijuana 2022, oro en 200m libres multiclase y plata en 150m combinado.
Los Parapanamericanos son otro capítulo dorado. En los Juveniles de Bogotá 2023, Ángel arrasó con dos oros (50m dorso, 200m libres) y dos platas (100m libres, 50m pecho). En Santiago 2023, repitió la dosis: oro en 50m dorso, oro en 150m combinado individual y plata en el relevo mixto. El de Guanajuato, no sólo compite; redefine lo posible, estableciendo récords continentales y siendo el paratleta azteca más laureado de su generación.
Singapur 2025
En el OCBC Aquatic Centre de Singapur, Ángel volvió a rugir. En el Mundial de Para Natación, nadó los 100m libres S4 en 1:23.39, colgándose un bronce que fue la segunda medalla mexicana del evento (tras un oro de otro tricolor).
Aún compite en 50m dorso y 150m combinado, con la mira en más podios. Reconocido con el Premio Estatal del Deporte 2024 y respaldado por Nike y Toyota, Ángel entrena con la misma furia que lo llevó de un niño temeroso a un titán. Su meta: oro en Los Ángeles 2028.
Un legado que fluye
Hoy, Ángel no solo nada; inspira. Vive en la CDMX con su familia como ancla, diseñando arte en su tiempo libre y soñando con una academia para paratletas.
Su legado no son solo medallas; es la chispa que enciende sueños en niños que ven en él un espejo porque ha elevado la paranatación a niveles nunca vistos, rompiendo récords de América y poniendo a México en el radar global junto a leyendas como Nely Miranda.
Ángel Camacho no es solo un nadador; es un poema épico escrito en brazadas, un recordatorio de que el corazón late más fuerte que cualquier limitante.
