José Ramón Fernández Álvarez, conocido como “Joserra”, no es solo un periodista; es un huracán que cambió la forma de hablar de deportes en México. Con su estilo directo, confrontacional y sin pelos en la lengua, este ícono de 79 años ha narrado más de 3,500 partidos, destapado escándalos como el “Cachirules” y moldeado generaciones de comentaristas. Desde sus inicios en Puebla hasta su reciente marginalización en ESPN, la carrera de Fernández es una montaña rusa de éxitos, polémicas y un legado que sigue dando de qué hablar.
De las canchas amateur al micrófono
Nacido el 6 de abril de 1946 en Puebla, México, José Ramón Fernández Álvarez creció con el fútbol en la sangre. Fanático del Puebla en su infancia, jugó en equipos amateur como Llanes y Deportivo Español de la Liga Española de Puebla (1963-1970), pero sus limitaciones como futbolista lo llevaron a enfocarse en los estudios. Licenciado en Administración de Empresas por la Universidad Autónoma de Puebla y con una maestría en Administración Pública por la UNAM, Fernández pagó su carrera dando clases de literatura en preparatorias privadas. Sin embargo, su destino cambió en 1970, cuando un canal local de Televisión Independiente de México (TIM) en Puebla le abrió las puertas de la televisión.
En 1972, TIM se fusionó con Telesistema Mexicano (hoy Televisa), pero Fernández solo estuvo seis meses allí. En agosto de 1973, Carlos Alazraki y Luis de Llano padre lo reclutaron para Canal 13, la televisora estatal que luego se convertiría en Imevisión y, finalmente, TV Azteca. Ahí nació su leyenda.
DeporTV: El nacimiento de un titán (1973-2006)
En 1973, Fernández creó DeporTV: El Ancho Mundo del Deporte, el programa deportivo más longevo de México, que lleva más de 50 años al aire. Como productor y conductor, Joserra transformó la televisión deportiva con un estilo fresco, crítico y sin temor a señalar a los poderosos. Durante 33 años ininterrumpidos, DeporTV fue su trinchera, desde donde cubrió eventos como 12 Copas del Mundo (1978-2022), 11 Juegos Olímpicos (1976-2016) y siete Juegos Panamericanos, además de narrar más de 3,500 partidos de fútbol nacionales e internacionales, incluyendo la UEFA Champions League.
Fernández también ideó Los Protagonistas (1988-2007), un programa que mezclaba análisis, humor, entrevistas y denuncias, revolucionando la forma de hacer periodismo deportivo en México. Con colaboradores como Raúl Orvañanos, Carlos Albert y David Faitelson, el programa se convirtió en un fenómeno cultural. En 1996, creó En Caliente, un espacio de debates que ponía a temblar a federaciones y directivos. Su papel como vice-presidente de deportes de TV Azteca (1996-2006) lo consolidó como un líder, pero también como un blanco de críticas por su estilo provocador.
El escándalo de los “Cachirules”
En 1988, Fernández protagonizó uno de los momentos más trascendentes del fútbol mexicano. Apoyando a su colega Antonio Moreno, Joserra destapó en DeporTV el escándalo de los “Cachirules”: la Federación Mexicana de Fútbol había utilizado al menos cuatro jugadores mayores de la edad permitida en el equipo Sub-20 durante el torneo de Concacaf de 1988. La denuncia, respaldada por pruebas, llevó a una investigación de FIFA, que sancionó a México con una exclusión de dos años de toda competencia internacional, incluyendo el Mundial de Italia 1990. Fernández lo resumió así: “Nosotros descubrimos la trampa, la sacamos al aire y FIFA nos castigó por eso”. Este episodio lo convirtió en un héroe para algunos y en un “traidor” para otros, con bardas en el Estadio Azteca acusándolo de dañar al fútbol mexicano.
TV Azteca: Gloria y traiciones (1973-2007)
Fernández pasó 34 años en TV Azteca (antes Imevisión), donde su influencia fue inmensa. Formó a una generación de periodistas como David Faitelson, Christian Martinoli, André Marín y su propio hijo, José Ramón Jr., además de exfutbolistas convertidos en comentaristas como Jorge Campos y Luis García. Sin embargo, su estilo volcánico generó fricciones. Acusado de sensacionalismo y de crear un ambiente tenso con provocaciones, Joserra no temía criticar a la Federación Mexicana de Fútbol, la Selección o incluso a la FIFA bajo João Havelange.
En septiembre de 2006, problemas de salud lo obligaron a dejar temporalmente la conducción de DeporTV y su puesto como director de deportes. Regresó en 2007 con Joserra Presenta, pero las tensiones con directivos y colegas, especialmente André Marín, lo llevaron a abandonar TV Azteca en septiembre de 2007, citando “traiciones” como su motivo. Su salida marcó el fin de una era, pero también el inicio de un nuevo capítulo.
ESPN: El líder mundial y las nuevas batallas (2007-2025)
En noviembre de 2007, Fernández se unió a ESPN, donde se reencontró con discípulos como David Faitelson y Rafael Puente. En ESPN Deportes y ESPN México, se convirtió en un pilar de programas como Fútbol Picante, Cronómetro y Los Capitanes, además de contribuir con columnas y chats semanales en ESPN.com y análisis en SportsCenter y ESPN Radio Fórmula. Cubrió cuatro Mundiales (2010-2022), tres Juegos Olímpicos (2008-2016) y dos Juegos Panamericanos (2011-2015), consolidando su estatus como una institución.
Sin embargo, su tiempo en ESPN no estuvo exento de controversias. Su relación con Faitelson se fracturó tras años de tensiones, con el pupilo acusando a Joserra de “30 años de maltrato”. Fernández también fue criticado por su postura anti americanista, ganándose el apodo de “padre del antiamericanismo” por sus constantes críticas al Club América. En 2022, defendió a Álvaro Morales tras un escándalo por comentarios despectivos sobre Lionel Messi, mostrando su lealtad a sus colegas, aunque también su tendencia a la controversia.
La bioserie y el ocaso en ESPN
En julio de 2025, Disney+ estrenó Protagonista: La vida de José Ramón Fernández, una bioserie que explora su impacto en la televisión mexicana. Con testimonios de sus hijos, Faitelson y hasta Emilio Azcárraga Jean (dueño de Televisa), el documental revela el costo personal de su carrera: “Olvidarme de mis hijos, dejarlos en el camino”, confesó Joserra, admitiendo que no estuvo presente en el nacimiento de sus cuatro hijos (José Ramón Jr., Juan Pablo, María Asunción y Lorea) por compromisos laborales.
En los últimos años, Fernández ha perdido protagonismo en ESPN. En noviembre de 2024, aclaró en su cuenta de X que seguía colaborando los martes y jueves, pero ya no con la frecuencia de antes. En agosto de 2025, ESPN canceló Cronómetro, uno de sus programas estelares, alimentando rumores de su retiro. Su hijo, Juan Pablo Fernández, conductor de Toque Inicial, confirmó en marzo de 2025 que Joserra estaba cerca de colgar el micrófono, diciendo: “Se olvidó de vivir por trabajar”.
Rumores de regreso a TV Azteca y el Mundial 2026
En noviembre de 2024, el periódico Récord reportó que Fernández y TV Azteca estaban en pláticas para un posible regreso de cara al Mundial 2026, que México coorganizará. La idea de un “Last Dance” con Christian Martinoli y Luis García generó entusiasmo entre los fans, pero Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, respondió con un contundente “NO” en X.
Aunque Joserra colaboró brevemente con Azteca en 2018 y 2022 para transmisiones patrocinadas, un retorno permanente parece improbable debido a las tensiones de su salida en 2007.
El legado de Joserra: Un villano necesario
José Ramón Fernández no es solo un periodista; es un fenómeno que dividió al público. Para algunos, es el “padre del antiamericanismo” y un provocador que cruzó la línea del sensacionalismo. Para otros, es un pionero que dio voz a las críticas contra el establishment del fútbol mexicano. Su estilo influyó a figuras como Faitelson, Martinoli y Orvañanos, y sus programas cambiaron la forma de consumir deportes en México. Como dijo Emilio Azcárraga: “Si no tengo un enemigo enfrente que diga lo contrario, es difícil que valide mi historia. Un rival es José Ramón”.
A los 79 años, con rumores de retiro y un legado inmortalizado en su bioserie, Joserra enfrenta el ocaso de su carrera. Pero incluso si deja el micrófono, su voz seguirá resonando. Como él mismo dijo: “Hice muchas cosas buenas para la televisión mexicana. ¿Qué hice mal? Olvidarme de mis hijos”. Y su historia es un recordatorio de que los grandes villanos también pueden ser grandes héroes.




