En México, este 2025 la mortalidad materna preliminar fue de 26.1 muertes por cada 100,000 nacimientos, según el Informe Semanal Notificación Inmediata de Muerte Materna. Pero el reconocimiento de la partería tradicional como parte integral del sistema de salud podría reducir estas muertes y garantizar partos dignos para las mujeres embarazadas. Aquí es donde entra la labor del colectivo de parteras fronterizas, conocidas como Partería y Medicinas Ancestrales (PYMA), apostando por una atención integral, gratuita y amorosa, dirigida a personas vulnerables en contexto de movilidad.
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¿Cuál es la historia de Partería y Medicinas Ancestrales?
En 2016, Tijuana atravesaba una fuerte crisis migratoria por la llegada de cientos de haitianos esperando cruzar a Estados Unidos. Fue a partir de ese momento Ximena Rojas se dio cuenta que no había servicios de partería en la comunidad, por lo que comenzó a brindar cuidado prenatal y postparto dirigido a los migrantes en la frontera de Tijuana con California, sin saber que ese ejercicio se convertiría en una sólida asociación de parteras en México, y la única en brindar atención gratuita en salud a personas asiladas, refugiadas, deportadas y desplazadas.
El viaje comenzó con Ximena en su coche, convirtiéndolo en una especie de clínica móvil. En aquella época, se acercaba personalmente a mujeres migrantes que se encontraban en situación de embarazo, pidiéndoles permiso para escuchar el corazón de sus bebés y hacerles una revisión general. A medida que ellas accedían, confesaban que se encontraban huyendo de la pobreza y la violencia de sus hogares de origen, muchas de ellas provenientes de Haití y del Congo. Algunas presentaban trastorno de estrés postraumático, incertidumbre al ser mujer gestante y migrante a la vez, y carecían de acceso a un simple derecho: a la salud. Junto con otras parteras y doulas, tanto de Tijuana como de California, Ximena reunió agua, vitaminas, ropa, pañales, y todo lo necesario para las mujeres migrantes.
Para 2018, ya se encontraba colaborando con la clínica de Justicia en Salud y la clínica de Refugee Health Alliance (RHA), con quiénes lograron proveer servicios gratuitos a migrantes. Y un año después, se formalizó oficialmente el colectivo de parteras fronterizas, nombrándolo como asociación de Partería y Medicinas Ancestrales con Ximena Rojas, Amalia Sanchez, Alix Medina, Jasmin Esmeralda y Emilio Mercell.
Desde 2019, han atendido entre 4 y 30 partos mensualmente. Además, brindan orientación nutricional en la gestación, preparación para el parto, educación para la lactancia, servicios de acupuntura y medicina natural, y seguimiento a la salud de las y los bebés. Actualmente, cada jueves, por medio de una van, Ximena Rojas visita albergues de migrantes junto a sus aprendices Esveydhy Suárez, Xanic Zamudio y Warmi Kantor, con el slogan “Las parteras a cuidar van”. También han logrado convenios con laboratorios para que las mujeres que están migrando puedan acceder a estudios prenatales a un precio mucho menor.
La importancia de reconocer legalmente la partería como parte integral del sistema de salud
El proceso de parir no siempre estuvo medicalizado. El desplazamiento de las parteras se fue normalizando mediante los médicos profesionales, en su mayoría hombres, cuando empezaron a asistir a los partos en reemplazo de las parteras tradicionales, trasladándose del hogar al hospital. Estás prácticas se dieron en Europa en el siglo XX. Con ello, este servicio ha traído la aplicación de cesáreas, complicaciones neonatales y un aumento de mortalidad materna ocasionadas principalmente por hemorragias y por enfermedad hipertensiva del embarazo. Ambas prevenibles.
En 2024, un estudio publicado en el Journal of Clinical Medicine, confirmó que la atención liderada por parteras reduce cesáreas, episiotomías y complicaciones neonatales, y que también aumenta la satisfacción materna. Este año, se presentó por primera vez la NOM-020-SSA-2025, que propone la creación de casas de parto de bajo riesgo, habilitar un Registro Nacional para Parteras (ReNaPa) y exige un enfoque intercultural respetuoso entre parteras y personal institucional. El pasado 31 de agosto, entró en vigor, representando por primera vez el reconocimiento legal de la partería tradicional como parte integral del sistema de salud. Sin embargo, aún queda ver cómo se refleja este marco en la realidad.
A nivel internacional, la OMS declaró que ampliar la cobertura de las parteras en el ámbito de salud podría prevenir hasta el 60% de muertes maternas y neonatales para 2035, lo que significa que podría salvar hasta 4.3 millones de vidas al año.
Este cambio normativo es clave para la inclusión de la partería tradicional en las prácticas de salud sexual y reproductiva, pero no puede lograrse sin ser acompañado de voluntad política, formación médica y compromiso a garantizar que cada nacimiento se viva con dignidad.
