Orquesta Sinfónica de Aguascalientes
Don Giovanni de Mozart
En Aguascalientes tuvimos una época gloriosa en lo que a ópera se refiere, seguramente lo recuerdas, a principios del siglo XXI, fueron los años del maestro Enrique Barrios que dirigió nuestra máxima entidad musical, del año 2000 al 2004, con temporadas muy exitosas con llenos en todas las funciones, así, sin exagerar, llenos en cada concierto, en temporadas como la de los Stradivarius, Absolutamente Beethoven, Pianissimo, o aquella de Berlioz y Brahms, era fantástico ver las dos plantas del teatro sin butacas vacías, además de la maravillosa producción operística que tuvimos en aquellos años en Aguascalientes, me atrevo a asegurar categóricamente que después de Bellas Artes en la Ciudad de México, ningún otro estado del país hizo tanta ópera como Aguascalientes, así, lo digo con orgullo.
En esos años vimos en el Teatro Aguascalientes La Traviata de Verdi, dirigida por el maestro Barrios, muy poco tiempo antes de que fuera nombrado director titular de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, ya como director dirigió la Bohemia de Puccini, Lucia di Lammermmoor y Elixir de Amor, ambas de Gaetano Donizetti, Gianni Schicchi de Puccini en el Teatro Morelos, de este mismo compositor de Lucca, en la bella región de la Toscana en Italia, vimos Madama Butterfly; La Flauta Mágica de Mozart, lo mismo que Bastian y Bastiana, Rigoletto de Verdi, Carmen de Bizet, la primera versión en el Teatro Aguascalientes, la segunda en la Plaza de Toros San Marcos fue un desastre, Fidelio de Beethoven fue especialmente importante porque fue la primera vez que se hizo todo el trabajo en Aguascalientes, posiblemente el primer intento de formar una compañía de ópera local. Poco tiempo después tuvimos el Festival del Canto Operístico que organizaba y dirigía con mucha pasión y convicción la soprano Ana Cecilia Ramírez, pero por alguna razón el festival desapareció.
Ya más recientemente la OSA, bajo la dirección del maestro José Areán ofreció Il Trovatore de Verdi en el Teatro Bicentenario de la ciudad de León, Guanajuato, y como sabemos, el Barbero de Sevilla de Rossini se canceló dos veces por diferentes circunstancias.
Finalmente, y después de muchos años, se produjo otra vez ópera en Aguascalientes con orquesta en el foso y todos los requerimientos para una buena producción operística, yo entiendo que hacer ópera no es caro, pero sí es costoso y no es fácil por todo lo que esto representa, sin embargo, si se quiere y se tiene voluntad para hacer las cosas, todo es posible.
La semana pasada, específicamente los días jueves 16 y viernes 17 de octubre se presentó en Aguascalientes la ópera de Mozart Don Giovanni, y en esta producción se vieron involucradas varias entidades culturales, algunas institucionales, otras independientes, pero trabajando por un mismo fin, fue la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, el Taller de Ópera de la Universidad de las Artes, estas dos instancias son del ICA, y de manera independiente, el Coro Amicitia que trabaja bajo la dirección del maestro Daniel Romo, que también tocó la clavinova.
Pienso que fue una extraordinaria presentación, seguramente, ante la falta de recursos, se planteó una escenografía contemporánea, no sé si llamarla minimalista, lo mismo que el vestuario, y lució muy bien, gracias al excelente trabajo de iluminación, y claro, la maravillosa interpretación de los cantantes y, como ya sabemos, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, nuestro más grande orgullo cultural, siempre a la altura de las exigencias de cualquier repertorio. Esta presentación del jueves 16 y viernes 17 demuestran que cuando hay voluntad de hacer las cosas, todo es posible, incluso ante el desgastado argumento de que “no hay presupuesto”, no debemos permitir que ese pretexto, cierto o no, sea un impedimento para hacer las cosas, Aguascalientes necesita recuperar su grandeza cultural, así, sin justificaciones ni pretextos, y la producción operística tiene que ver con esa grandeza cultural, y me refiero a la producción de ópera hecha desde la perspectiva institucional, que finalmente es su obligación, y lo menciono reconociendo el trabajo de algunas instancias independientes que han surgido los últimos años como consecuencia del pésimo trabajo hecho por el Instituto Cultural de Aguascalientes, tenemos, por ejemplo, la compañía independiente de La Carpa Ópera Teatro, que no hace mucho pusieron con un gran esfuerzo y excelentes resultados la ópera de Puccini Gianni Schicchi en versión para piano.
Quiero felicitar especialmente al maestro Alberto Carvajal, de este taller de ópera de la Universidad de las Artes, yo creo que si se trabaja adecuadamente, este taller podría convertirse en una compañía de ópera, algo que los melómanos anhelamos, y esto no es descabellado se puede hacer, incluso crear una suerte de corredor cultural, recordemos que geográficamente Aguascalientes tiene una ubicación privilegiada y algo grande podría hacerse si se tiene la visión, pero sobre todo la voluntad, y entender que la cultura no es un lindo accesorio, sino un artículo de primera necesidad.
Lo único lamentable es que la asistencia a las dos funciones de Don Giovanni de Mozart fue muy débil, nada que ver con aquel teatro lleno de hace algunos años con ópera, y es que no hay promoción, no hay ruedas de prensa, sé que fue un elenco diferente para cada una de las presentaciones, tampoco hubo un programa de mano específicamente para esta presentación de ópera, entregaron el de la temporada completa ya en la cuarta fecha, qué descaro, por Dios, pero definitivamente no se está haciendo un buen trabajo de promoción para la OSA, excepto para la serie de conciertos de Cri Cri, seguramente porque la dirección general del ICA tiene algún interés especial con este evento, muy bueno, es verdad, salvo esos dos terribles cantantes solistas, pero se han llenado todas las presentaciones de este homenaje a Gavilondo Soler, ¿por qué la ópera, y en general la OSA, no reciben este mismo apoyo? Buena pregunta…




