Kevin Martínez, el nombre detrás de Athlo, comparte con nosotros sus sueños, desafíos, motivaciones y lo que lo mueve a combinar deporte, contenido digital y comunidad.
“Athlo nació de una necesidad real”
Kevin relata que Athlo comenzó como un experimento personal: “quería plasmar lo que sentía como atleta”, menciona. Con el tiempo, ese espacio íntimo evolucionó en una plataforma que hoy busca inspirar, educar y conectar con otros apasionados del deporte.
Su motivación principal: “ser puente entre lo que vivimos los atletas y lo que otros pueden entender desde fuera”.
Primeras pisadas en el deporte y figuras que marcaron el camino
Kevin recuerda su primer acercamiento al deporte con nostalgia y emoción: “era niño, jugando en la calle, intentando superar mis propios límites”. Ese primer contacto despertó una chispa que lo ha alimentado desde entonces.
En su desarrollo deportivo y profesional, señala que hubo personas clave —entrenadores, familiares, compañeros— que creyeron en él cuando ni él mismo estaba seguro, y que lo ayudaron a persistir en momentos difíciles.
El valor de Athlo y el impulso de crear
En cuanto a su propuesta con Athlo, Kevin afirma que el proyecto es valioso porque “sirve para visibilizar historias que de otro modo no saldrían; para que la gente se sienta acompañada”.
El contenido es más que entretenimiento: “quiero aportar”, dice, “estar del lado de quienes ven el deporte como refugio, escape o pasión”.
Formación, experiencias y el primer Kickoff
Kevin también compartió aspectos de su vida profesional: dónde estudió, decisiones que lo moldearon, aprendizajes fuera de la cancha.
Uno de los momentos que destaca es el primer Kickoff de Athlo, evento cargado de emociones: “fue ver materializado el sueño; ver rostros que creían en la idea”. Ese acto le confirmó que el proyecto no era solo suyo, sino de muchas personas que comenzaban a abrazarlo.
Gustos, filosofía y retos superados
Cuando se le pregunta qué deporte le apasiona más, Kevin menciona su preferido (podría ser atletismo, ciclismo o natación), y explica por qué ese deporte le habla al alma.
Tiene referentes claros —ya sean atletas, creadores o entrenadores— que lo inspiran. Los valores que procura transmitir son honestidad, disciplina, resiliencia y comunidad.
En su tiempo libre, disfruta de actividades no relacionadas al deporte: leer, caminar, escuchar música, compartir con amigos. Esa parte “humana” también lo nutre para seguir creando.
Filosofía deportiva y visión digital
Kevin define su filosofía como la convergencia entre el entrenamiento del cuerpo y la mente: “no solo buscamos rendimiento, sino sentido”.
Sobre cómo prioriza el deporte frente a otros aspectos de la vida, comenta que hay equilibrio: “hay espacio para todo, pero siendo consciente de lo que hago”.
Para mantenerse actualizado, consume entrenamientos, tendencias digitales, sigue a creadores de contenido, prueba formatos, aprende de errores.
Acerca del papel de las redes sociales, su mirada es crítica y esperanzadora: cree que son herramientas con poder —pueden motivar o distorsionar—, y por eso hay que usarlas con responsabilidad.
Momentos especiales, obstáculos y lecciones aprendidas
Entre sus recuerdos más emotivos filtra un episodio de victoria, conexión o superación en el deporte. También relata desafíos: lesiones, tiempos de duda, falta de recursos, momentos de cansancio.
Pero cada obstáculo le dejó una enseñanza: adaptarse, pedir ayuda, creer en el proceso.
Kevin asume que el deporte le ha enseñado más que ganar medallas: le ha enseñado paciencia, constancia, humildad y solidaridad.




