Ante la falta de oportunidades, millones de mexicanos se han visto obligados a conseguir un segundo trabajo o iniciar un emprendimiento para compensar el aumento de precios, salarios insuficientes y solventar el costo creciente de la vida cotidiana.
De acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), más de 4.3 millones de personas necesitan trabajar más horas porque su empleo actual no les permite cubrir sus gastos. Este fenómeno, conocido como subocupación, es uno de los indicadores más claros de la precariedad laboral en el país: 7 de cada 10 personas ganan menos de lo necesario para cubrir dos canastas básicas al mes, lo que las obliga a buscar ingresos extra para mantener su calidad de vida y cubrir sus necesidades básicas. La cifra representa un incremento de 400 mil personas en comparación al trimestre anterior. La próxima publicación estará disponible el próximo 26 de noviembre.
Uno de los principales factores económicos que han llevado a los trabajadores mexicanos a buscar fuentes adicionales de ingreso es la alta tasa de informalidad laboral. En marzo de este año, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) reveló que el 54.4% de los trabajadores carecía de seguridad social y protección legal. Y por otro lado, persiste la precariedad salarial, en donde cerca del 40% de los mexicanos no pueden cubrir sus necesidades alimentarias básicas con su ingreso principal.
De acuerdo con Manuela Arango, directora de Marketing en Pluxee México, esta tendencia es el resultado directo del aumento de precios en bienes y servicios. A esto, se le suma el encarecimiento de productos básicos como los alimentos, el transporte y la vivienda, que, según cifras del Banco de México, han tenido incrementos constantes durante el último año.
En este contexto, la búsqueda de un segundo empleo deja de ser una elección y se convierte en una estrategia de supervivencia. De acuerdo a la Asociación de Emprendedores de México (Asem), el 26.9% de las personas que recurren a iniciar un emprendimiento busca crecimiento personal y profesional, así como el 26.7% que encontraron una oportunidad de negocio. Mientras que el 26.2% menciona que necesitan incrementar sus ingresos y el 14.6% reveló que no contaban con un trabajo formal. El resto, el 11.6%, menciona que necesitan complementar su ingreso familiar, entre otras causas.
Detrás de estas cifras hay historias de estrés laboral, dobles jornadas, falta de tiempo personal y agotamiento. Además, no se contemplan elementos como ahorro, inversión o seguro médico. A este ritmo de vida, el ahorro deja de ser una posibilidad y se convierte en un lujo inalcanzable. Cuando el ingreso apenas alcanza para cubrir los gastos básicos, desde pagar una renta, transporte, gasolina y despensa, pensar en construir un fondo de emergencia o un plan financiero, parece una meta casi irreal. Estos factores limitan la calidad de vida de millones de mexicanos.
Aunque se ha visto un aumento del salario mínimo en los últimos años, el incremento se ha deteriorado por la inflación. El Dr. Enrique H. Luna, Coordinador del programa de Licenciatura en Contador Público de CETYS, menciona: “También es importante señalar que la inflación juega un papel relevante en el bienestar financiero de las familias mexicanas: oscilando en los últimos 5 años entre el 3.24% y 8.70% donde en 2022 fue su punto más alto. Estos factores influyen en el crecimiento del pluriempleo entre los mexicanos optando por buscar otros trabajos como segunda fuente de ingreso, normalmente siendo esta segunda fuente un ingreso informal”.
El presidente de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, Rogelio Gómez Hermosillo, señala que los bajos salarios no son exclusivos del sector informal, sino que también afectan al empleo formal, donde millones de personas perciben ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades básicas.




