Ya llegó
El día de ayer tomó la protesta de ley correspondiente José Refugio Muñoz (Cuco Muñoz) como nuevo secretario general del Congreso, esto tras la renuncia -por su “propia voluntad”- de Rogelio Ramírez Soto. En la sesión semanal del Poder Legislativo se aceptó la renuncia de Ramírez Soto por unanimidad; ningún legislador salió a defender su permanencia, todos estuvieron de acuerdo en su salida. Por su parte, en el nombramiento de Refugio Muñoz, cuya votación fue secreta (mediante cédula), la mayoría de los legisladores votó a favor de su designación.
Durante el lapso en que el Congreso estuvo sin figura de conducción, tanto legislativa como administrativa, algunos medios señalaron una supuesta descoordinación interna por la ausencia de un titular en la Secretaría General. Sin embargo, la realidad es que, con o sin “autoridad”, el descontrol ha existido siempre, pues este viene desde otras áreas subordinadas que meten mano -o más bien, el pie- e impiden que los trabajos se realicen de manera eficiente. El nombramiento de Refugio Muñoz busca precisamente poner orden y que, ahora sí, se pongan manos a los asuntos y no pies. Veremos cómo se da la adaptación con el nuevo nombramiento, pues se avecinan temas trascendentales para el estado previo al cierre del año. Además, no estaría mal que, si ya renovaron la Secretaría, consideraran reevaluar otras áreas para ver si también, “libremente”, se les puede pedir la renuncia.
Otro que llegó a la par del nuevo secretario general fue el diputado Omar Alejandro Valdés Reyes, quien ya tomó protesta e ingresó a la bancada del PAN, en sustitución de Luis Guadalupe León Méndez, que ahora despacha desde la Secretaría Particular del Gobierno del Estado. Valdés llegó arropado por decenas de personas que aprovecharon para aplaudirle y felicitarlo por su nuevo cargo. Ahora queda esperar qué rol asumirá, pues su antecesor era uno de los principales operadores políticos de Palacio Mayor para impulsar reformas trascendentales.
Extraño
Algo que no pasó desapercibido, ni por propios ni extraños, fue la presencia de integrantes del Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Estatal Anticorrupción en la sesión de ayer. Es raro verlos en este tipo de reuniones, pero se les notó bastante inquietos, dialogando con algunos legisladores y susurrando sobre alguna propuesta que podría afectarlos. Quién sabe qué tema traigan entre manos, pero la realidad es que el CPC se ha visto muy gris en los últimos años: parece que han bajado el ritmo de trabajo que antes realizaban, como talleres, conferencias o estudios. Ahora da la impresión de que la grilla interna del propio sistema los ha absorbido. Por lo pronto, esperamos que al menos se hayan echado un bolillo, porque se les vio bastante preocupados y pálidos en los pasillos de ese poder.
Quiénes son los aspirantes a rector
Ayer en este espacio se mencionó a los aspirantes a ocupar la Rectoría de la Benemérita Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), pero ¿quiénes son y qué han hecho los catedráticos que suspiran por el cargo?
Comencemos con la actual rectora Sandra Yesenia Pinzón Castro, licenciada en Administración por el ITA, maestra en Administración por la Universidad de Guanajuato, maestra en Mercadotecnia por la UAA y doctora en Administración por la Autónoma de San Luis Potosí. Dentro de la UAA se ha desempeñado como directora general de Planeación y Desarrollo, decana del Centro de Ciencias Económicas y Administrativas, secretaria de Docencia de Pregrado del mismo centro y jefa del Departamento de Mercadotecnia. Cuenta con más de 24 años de experiencia docente.
Por su parte, Juan José Shaadi Rodríguez fue decano del Centro de Educación Media, donde logró obtener la certificación por parte del Consejo para la Evaluación de la Educación del Tipo Medio Superior (COPEEMS). También se desempeñó como secretario general de la UAA, cargo al que renunció a principios de 2024 por discrepancias con la visión institucional.
Falta de visión
Andan muy cortos de visión los municipios de la entidad, pues mientras desde el Ejecutivo Estatal se apuesta por la mentefactura y la innovación tecnológica, pocos ayuntamientos están implementando políticas para atraer inversiones en esta rama económica. Son contados los municipios que invierten en desarrollo de software o en la creación de soluciones tecnológicas, por lo que es indispensable que impulsen apoyos y capacitaciones para fomentar el uso de inteligencia artificial y herramientas digitales. Con ello podrían reducir la brecha de desigualdad tecnológica, que antes se medía por el acceso a dispositivos, pero que hoy depende de qué tanto se aprovechan esos dispositivos para facilitar la vida cotidiana y mejorar la productividad económica.
¿Miedo?
Dicen que el PRI y el PRD a nivel local andan sintiendo pasos en la azotea con la noticia de que su hermanito de tinta electoral, el PAN, ya no hará alianzas ni coaliciones. Aunque los tricolores y los del sol azteca digan que no les importa y que “tienen con qué” para dar sorpresas en el próximo proceso electoral, la realidad es otra: ya les anda entrando el miedito. En vísperas del Día de Muertos, los actores de estos institutos políticos saben que podrían sepultar a sus partidos en el 2027 si no logran una buena votación.
Los pocos militantes que les quedan van a pugnar por mantener la alianza PAN-PRI-PRD en lo local. “¿Qué pasó, mi PRI, no que los azules no cumplen con los acuerdos?”, dicen algunos simpatizantes. No tardan los dirigentes en ir a llorarle a la titular del Ejecutivo para que la alianza siga, y para convencer, se venderán caros: argumentarán que esos dos o tres puntitos que aportan pueden ser la diferencia entre un triunfo contundente o el avance de los morenos.
Sin embargo, en lugar de apostar a sus bases, estos partidos satélite no están viendo hacia el futuro. El electorado se cansa de las alianzas recicladas, y ahí está el ejemplo de AMLO, que en 2018 predijo al PRIAN, los metió en una sola canasta y los derrocó a ambos. Por su parte, Movimiento Ciudadano (MC) aprendió de esa experiencia, apostó por el posicionamiento de marca y le ha funcionado bastante bien hasta ahora.
Lo que sí es claro es que estamos en tiempos de definiciones: a los partidos satélite como el PRI y el PRD les interesa la alianza no para ganar elecciones ni para representar a la ciudadanía, sino para mantener sus puestos laborales. Así que habrá que ver si el PAN se pone tibio o calientito… porque, al final, la nómina manda.




