En el universo del fútbol mexicano, donde la tradición choca con la innovación y las crisis deportivas exigen líderes audaces, emerge una figura que desafía las convenciones: Alejandro Irarragorri Kalb, conocido por todos como Aleco. Nacido el 16 de octubre de 1999 en la Ciudad de México, este empresario de apenas 26 años ha pasado de ser un niño fascinado por los veranos en Torreón a convertirse en el presidente más joven en la historia de la Liga MX. Hijo del magnate, Alejandro Irarragorri Gutiérrez, fundador de Grupo Orlegi, el conglomerado que salvó a Santos Laguna de la desaparición en 2012, Aleco representa no solo el relevo generacional en el balompié azteca, sino una apuesta por la frescura y la globalización en un deporte anclado en pasados gloriosos.
Creciendo con los guerreros
La historia de Aleco Irarragorri no comienza en aulas de negocios ni en oficinas corporativas, sino en las gradas vibrantes del Estadio Corona, precursor del actual Territorio Santos Modelo. A los seis años, en 2005, su familia se mudó a Torreón, Coahuila, cuando su padre adquirió el club lagunero como parte de sus responsabilidades en Grupo Modelo: “Llegué a Torreón con el corazón abierto, y Santos se convirtió en mi segundo hogar”, evocaba Aleco en una entrevista exclusiva con TUDN. Aquellos veranos no eran vacaciones comunes, eran inmersiones en el mundo del fútbol. Desde pequeño, acompañaba a su padre a entrenamientos, reuniones estratégicas y hasta concentraciones de pretemporada, absorbiendo lecciones sobre logística, pasión aficionada y la presión de un equipo que representaba el orgullo de la Comarca Lagunera.
Criado en un ambiente donde el deporte era sinónimo de familia, su madre, Laura Kalb, siempre enfatizó los valores de humildad y trabajo duro, Aleco desarrolló una afinidad natural por Santos. No era el típico heredero distante; participaba activamente, desde ayudar en la utilería hasta debatir alineaciones con jugadores. Esta cercanía temprana forjó su filosofía de que el fútbol no es solo negocio, sino conexión emocional con la gente: “Mi papá me enseñó que un club es más que once jugadores; es una comunidad”, confesaba. A los 16 años, en 2016, su involucramiento se formalizó y comenzó a rotar por las áreas operativas de Santos, desde ticketing hasta ciencias aplicadas, aprendiendo el engranaje de un club profesional desde la base.
De la teoría a la práctica global
Aleco no se conformó con la herencia familiar; apostó por una preparación rigurosa que lo distinguiera en un ecosistema dominado por veteranos. En 2017, ingresó a la Universidad de las Américas en la Ciudad de México, donde obtuvo su licenciatura en Administración de Empresas en 2021. Su tesis exploraba la sostenibilidad financiera en clubes deportivos, un tema que resonaba con los desafíos de Orlegi. Pero no se detuvo ahí, en 2022, mientras cursaba su maestría, viajó a España para un máster en Marketing Deportivo Global en LaLiga Business School de Madrid: “España me abrió los ojos a la profesionalización; allí el fútbol es una industria madura”, comentó en una charla con Marca México.
Paralelamente, acumuló un grado asociado en Fundamentos de Gestión Deportiva Global por la Universidad de Nueva York, enfocándose en analytics y mercadotecnia. Estos estudios no fueron meros títulos; durante su maestría, en 2022, se unió al departamento de Marketing Digital del Atlético de Madrid como pasante. En el Wanda Metropolitano, contribuyó a campañas para la Champions League, aprendiendo sobre engagement global y monetización de audiencias. De regreso en México, en 2023, participó en la adquisición del Real Sporting de Gijón por Orlegi, integrándose a mesas de trabajo para reestructurar el club asturiano. Allí, ayudó en la optimización operativa, fusionando modelos europeos con la pasión latina.
Sus primeros roles formales en Orlegi datan de 2016-2018 en Santos, donde diseñó el departamento de inteligencia de negocios, analizando datos para fichajes y patrocinios. En 2023, para el Sporting, lideró iniciativas de digitalización que aumentaron un 20% las ventas de boletos en su primera temporada bajo Orlegi. A sus 24 años, Aleco ya había pisado tres continentes, acumulando un currículum que lo hacía único, no un diletante, sino un gestor preparado para el caos del fútbol moderno.
El salto al frente
El 17 de octubre de 2024, en una ceremonia cargada de simbolismo en el Territorio Santos Modelo, Aleco Irarragorri fue presentado como presidente de Santos Laguna, relevando a Dante Elizalde tras cinco años de gestión. Con solo 24 años, rebasando récords previos como los 25 de Jesús Martínez en León (2010) o los 27 de Fidel Kuri en Veracruz (2015), se convirtió en el directivo más joven de la Liga MX. El anuncio llegó en medio de una crisis: Santos se encontraba en el sótano del Apertura 2024, con solo 10 puntos en 17 jornadas, su peor campaña histórica.
Aleco asumió con una visión clara: “Cambiaremos la forma de hacer las cosas, con intensidad y conexión con la afición”, declaró en su primera rueda de prensa. Su llegada coincidió con la salida de Elizalde, quien había logrado estabilidad financiera pero no títulos desde 2021. En sus primeros meses, priorizó auditorías internas, fortaleciendo el Comité Deportivo de Orlegi y enfocándose en la cantera, un pilar de Santos.
Crisis, críticas y lecciones aprendidas
El Clausura 2025 fue un bautizo de fuego. Santos arrancó con esperanzas, pero encadenó dos últimos lugares consecutivos, Apertura 2024 y Clausura 2025, sumando solo 11 puntos en el segundo torneo, superando apenas el nadir del Apertura 2006. Críticas llovieron y los aficionados abuchearon decisiones como la renovación de jugadores y en redes, memes lo tildaban de “heredero inexperto”. Un famoso creador de contenido incluso se postuló en broma como reemplazo en mayo de 2025, reflejando el descontento. Aleco enfrentó escrutinio por la multipropiedad de Orlegi (Santos y Atlas), respondiendo evasivamente en TUDN: “Ambos clubes son familia, pero priorizamos lo deportivo”.
En el Apertura 2025, hasta noviembre, el panorama mejoró levemente: 20 puntos en fase regular, pero en onceavo lugar, muy cerca del play-in. Victorias clave, como un 1-0 ante Pachuca en jornada 17, mantuvieron viva la ilusión, pero eliminaciones tempraneras como en Leagues Cup expusieron vulnerabilidades ya que no sumaron ni un punto: “La culpa es mía, pero los jugadores merecen crédito”.
Los ojos en el Mundial 2026
Aleco Irarragorri cumple un año al frente de Santos, en medio de retos pero con avances tangibles. Anunció un Centro de Formación Norte en Torreón, invirtiendo 15 millones de dólares en infraestructura para la cantera, y remodelaciones al TSM por 10 millones más, Aleco sabe perfectamente sobre el potencial económico de la región. Pero, el highlight llegó en noviembre, donde reveló que Portugal y Países Bajos visitaron el TSM como posible base camp para el Mundial 2026, atraídos por la aclimatación y logística: “¿Cristiano Ronaldo entrenando en Torreón? Sería histórico”, bromeó en Milenio, posicionando a la Laguna como hub global.
¿El futuro del fútbol mexicano?
Aleco Irarragorri no es solo un presidente; es el símbolo de una transición en el fútbol mexicano, donde la juventud choca con la tradición. A sus 26 años, ha navegado crisis como dos fondos de tabla, con una resiliencia heredada de su padre, quien salvó a Santos en 2012 con títulos en 2015 y 2018.
Su visión de un Santos protagonista, con énfasis en sostenibilidad y afición: “Quiero que los niños de Torreón sueñen como yo lo hice”, dice. Por ahora, Aleco lucha, como los guerreros que admira, por un legado que trascienda el apellido.
