Tener novio está pasado de moda. Al menos eso plantea Chanté Joseph en su artículo de Vogue ‘¿Es vergonzoso tener novio ahora?’ que se hizo viral estos últimos días. Y no podemos evitar preguntarnos: ¿de verdad estamos ante un fenómeno en el que tener novio se ha convertido en algo vergonzoso? ¿Es esto una apropiación y romantización de la soltería? Y acaso… ¿da pie a repensar las formas en las que nos relacionamos sexoafectivamente con los hombres o es pura moda?
Mujeres que ocultan las caras de sus novios al subir una publicación, que editan sus videos convenientemente para parecer que están solas o que no los etiquetan en ninguna foto… así explica el fenómeno Chanté Joseph y se pregunta: ¿tiene que ver con la imagen que quieren dar o es algo más complejo? Y en realidad, es un poco de todo.
La psicóloga feminista Elia Paulina Gonzalez define este discurso como algo más que una simple moda: se trata de una transformación psicológica. Sí, antes estar en pareja era sinónimo de éxito, de estatus social elevado o una oportunidad de mostrarse al mundo como una mujer realizada. Pero hoy, estar en una relación con un hombre que no cumple con todas tus expectativas, o que sabes que probablemente no va para largo, viene acompañado de sensaciones como vergüenza, rechazo o hartazgo. Y no solo de manera personal, sino de las personas que están a nuestro alrededor.
Y bueno, no es casualidad. Tras una larga racha de tradwives o esposas tradicionales haciendo contenido de cocina, cuidados del hogar o devoción hacia sus esposos (y alcanzando millones de visualizaciones en redes sociales), surgió otra reflexión en torno a estas dinámicas sociales: ¿por qué estar en una relación debería convertirse en nuestra personalidad? Es verdad que estamos en un momento donde el amor romántico está teniendo otra vez un boom, desde este tipo de contenido hasta noticias como que Taylor Swift se va a casar con su amor verdadero. Pero también estamos en una era en la que podemos hablar abiertamente de que este tipo de relaciones están condenadas al fracaso, tal como lo expone el heterofatalismo.
La creencia de que las mujeres solteras no están “realizadas” viene acompañada con la presión y expectativa social que tiene sus antecedentes completamente machistas. Se sabe. Desde pequeñas nos meten la idea de que debemos prepararnos para complacer a nuestro hombre, en todos los sentidos, y que finalmente conseguirlo nos brindará un sentido de validación y mejor aún, un sentido de vida.
Como mujer, es fácil para mí identificar estas prácticas, pero también me es fácil adoptarlas. Cosa que no sucede todo el tiempo con los hombres, y se nota. Con el tiempo, nos hemos dado cuenta que las formas de vincularse con hombres no es como la idealizamos, en realidad a menudo somos sujetos de burla, rechazo o incluso abuso por parte de ellos.
En este sentido, muchas mujeres se han dado cuenta de esta realidad, y es cuando empiezan a apropiarse de este discurso: “Los novios están pasados de moda. No volverán a estar de moda hasta que empiecen a comportarse bien” señaló una usuaria en un comentario con más de 10 mil likes. No es algo que les pase a todas las mujeres, pero sí hay una gran mayoría que aseguran que elegir la soltería sobre estar en una relación de tiempo indefinido, les ha brindado un sentido de independencia y liberación, haciéndolo parte de su identidad.
Aún así, por más que intentemos alejarnos, la sombra del patriarcado sigue marcando en grandes rasgos la forma en la que tomamos decisiones que están relacionadas con los vínculos afectivos, cómo elegimos a nuestra pareja, y qué tanto dice eso sobre nosotras.
Chanté Joseph concluye con la sencilla premisa de que “no hay vergüenza en enamorarse, pero tampoco hay vergüenza en intentarlo y fracasar en encontrarlo, o en no intentarlo en absoluto.” Y eso es algo que, sin saberlo, muchas necesitábamos escuchar. Claro, podemos beneficiarnos de las cosas que tener una pareja te brinda, pero también podemos sacarle provecho a esta narrativa que hasta Bad Bunny canta: estar soltera está de moda.
Ya, pero en serio: ¿realmente está de moda no tener novio? ¿y eso importa? Lo que de verdad importa es empezar a descentralizar a los hombres de nuestras vidas, aprender a ver más allá las relaciones románticas con ellos y transformar la manera en la que nos vinculamos. Se trata de cuidar nuestros afectos, fortalecer nuestra identidad y reivindicar nuestro derecho a decidir cómo y con quién queremos compartir nuestra vida.




