- El secretario Óscar Tristán Godoy afirmó que la Torre Mazaryk cuenta con estudios de impacto urbano, vial y de servicios, y aclaró que el municipio no tiene facultades para regular precios inmobiliarios ni rentas
- Reconoció que desarrollos de gran altura pueden generar impactos, pero destacó beneficios como la densificación y menor expansión periférica; se mitigarán efectos con estacionamientos suficientes y medidas operativas evaluadas previamente
- Indicó que proyectos verticales similares podrían construirse en zonas permitidas como el bulevar San Marcos, pero no en el Centro Histórico por regulación del INAH; entre 20 y 25 edificios de 4 a 6 niveles fueron autorizados en 2024–2025
El secretario de Desarrollo Urbano del Municipio de Aguascalientes, Óscar Tristán Godoy, respondió a los cuestionamientos de activistas y vecinos sobre el impacto urbano y social de la Torre Mazaryk, un edificio de gran altura cuya construcción avanza en la zona norte de la ciudad. Entre las preocupaciones más frecuentes destacan la posible gentrificación del área, el aumento en rentas y el costo de vivienda.
Tristán Godoy aseguró que el proyecto cuenta con todos los estudios y permisos requeridos: “Desde luego todo tiene sus estudios de impacto urbano, vial, la licencia de construcción, la factibilidad para el agua, para servicios de drenaje”.
Ante las críticas de que este tipo de desarrollos encarecen las zonas donde se construyen, el funcionario aclaró que el tema del costo de vivienda no es competencia municipal. “En cuanto al tema del precio no es una atribución del municipio. No hay ninguna ley ni en el Código Urbano ni en el Código Municipal que regule los precios… Nosotros no intervenimos”, explicó.
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También señaló que, históricamente, México no ha regulado precios inmobiliarios, salvo casos como las “rentas congeladas” en la Ciudad de México, que, dijo, generaron otros problemas como la falta de mantenimiento en los inmuebles.
Sobre los efectos inmediatos del proyecto, el secretario señaló que se evaluaron medidas para mitigar afectaciones: “Principalmente con cajones suficientes de estacionamiento”.
Añadió que, aunque toda obra grande genera impactos, también existen beneficios: “Los que van a vivir allí van a densificar la ciudad y ya no vamos a andar haciendo fraccionamientos allá a la orilla… También tiene un lado positivo”.
Reconoció que el perfil socioeconómico de los futuros residentes será elevado, pero señaló que eso no vuelve excluyente el desarrollo: “Hay gente que hace esfuerzos y a través de un crédito hipotecario es como se van haciendo de su vivienda. No todos pueden acceder a él, no todos, pero hay otra oferta”.
Tristán Godoy confirmó que sí podría haber más proyectos verticales de dimensiones similares, siempre y cuando estén permitidos por los programas de desarrollo urbano. “Son viables más edificios como ese en zonas, por ejemplo, como el bulevar San Marcos… Sí son viables”, indicó.
Sin embargo, aclaró que en el Centro Histórico no podrían construirse torres parecidas porque el INAH regula la altura: “No se permiten edificios como Masaryk en el Centro Histórico por la imagen urbana”.
Actualmente, dijo, las solicitudes más comunes son para edificios de 4 a 6 niveles, y alrededor de 20 a 25 proyectos de este tipo se han autorizado entre 2024 y 2025. Para 2026 no hay nuevas propuestas.




