- Actualmente, tres de los nueve perros ya fueron adoptados, mientras que seis aún buscan un hogar
- Quienes deseen ayudar pueden acercarse al Hospital Hidalgo o contactar al área de Trabajo Social o mandar un mensaje a las redes sociales de LJA.MX
Martina Benítez Rivera falleció el pasado 11 de noviembre a los 58 años en el Hospital Hidalgo, dejando tras de sí una historia marcada por la resiliencia, el amor y una petición que conmovió al personal médico y de trabajo social: asegurar el bienestar de los nueve perritos que ella y su hijo, Víctor, habían rescatado y cuidado durante años.
Martina ingresó por primera vez al hospital en enero de 2021, diagnosticada con pie diabético, hipertensión y ceguera. Su hijo por elección, Víctor Alejandro García, a quien adoptó desde los dos meses de nacido tras la muerte de su madre biológica, la acompañó siempre, incluso cuando ambos quedaron en sillas de ruedas. “Eran inseparables, se apoyaban mutuamente y compartían su amor por los animales”, recordaron las trabajadoras sociales Laura Juárez Orenday y Esmeralda Yoselin Castillo Velázquez, quienes dieron seguimiento al caso.
Los nueve perros que ambos cuidaban fueron rescatados de la calle. “Eran su motor, su razón de levantarse cada día. Aun en silla de ruedas, los sacaban a pasear, les daban la mejor vida posible”, contaron.
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En 2020, Víctor perdió una pierna y tuvo que dejar de trabajar como chofer de taxi. Un año después, Martina enfrentó la amputación de su pierna izquierda, y en 2024 la derecha. A pesar de la adversidad, nunca se separaron de sus animales.
Víctor falleció hace dos meses, dejando a su madre sola y con la responsabilidad de los perros. Según narró Laura Juárez, los últimos días de Martina estuvieron llenos de angustia por el futuro de los animales. “Ya no podía hablar, pero con la mirada nos pedía que no los dejáramos. Le prometimos que buscaríamos un hogar para ellos, que no irían a la calle ni a la perrera. Solo entonces cerró los ojos tranquila”, relató.
Actualmente, tres de los nueve perros ya fueron adoptados, mientras que seis aún buscan un hogar. Las trabajadoras sociales y el área de apoyo del hospital piden la colaboración de la sociedad y de asociaciones protectoras para que los animales sean recibidos en un espacio seguro. “No son solo perros; eran su familia, su compañía y su refugio. Ellos también están tristes, también sienten la ausencia de quienes los amaban”, expresó Esmeralda Castillo.
Quienes deseen brindarles una segunda oportunidad pueden acercarse al Hospital Hidalgo o contactar al área de Trabajo Social o mandar un mensaje a las redes sociales de LJA.MX.
Martina y Víctor se fueron juntos en el tiempo, pero dejaron una enseñanza profunda: que el amor verdadero también se demuestra en el cuidado y la lealtad hacia quienes no tienen voz.




