Si has visto alguna vez a un tipo de 1.65 metros saltar desde lo más alto de las cuerdas y derribar a gigantes de 120 kilos, sabes de qué va esto. Rey Mysterio no es solo un nombre; es un símbolo de agilidad, máscara y corazón mexicano que ha redefinido la lucha libre para generaciones. Desde sus inicios en rings polvorientos de Tijuana hasta coronarse en WrestleMania, su historia es un pinball de saltos imposibles, lesiones brutales y un legado familiar que sigue en pie.
El niño que vendía refrescos y soñaba con volar
Óscar Gutiérrez nació el 11 de diciembre de 1974 en Chula Vista, California, en una colonia trabajadora a 15 minutos de Tijuana. Su papá era plomero y su mamá limpiaba casas. Los domingos la tele estaba puesta en AAA o en los shows del Auditorio de Tijuana. Su tío, Rey Misterio Sr., lo llevaba desde los 8 años: “Tú recoges las botellas y yo te enseño a caer”. A los 10 ya entrenaba en el gimnasio de Konnan. A los 14 debutó profesionalmente el 30 de abril de 1989 en la Arena Coliseo de Tijuana con 1.55 m y 55 kg. El público se reía: “Este morrillo no dura”. Tres minutos después ya había hecho su primera hurricanrana desde la tercera cuerda y la gente se quedó con la boca abierta.
De Tijuana a SmackDown
En julio de 2002, Rey Mysterio debutó en SmackDown con un contrato de desarrollo que casi nadie quería firmar. Vince McMahon decía en privado que “un tipo de 1.65 m nunca sería campeón mundial”. Mysterio respondió con hechos y en su primera lucha contra Chavo Guerrero fue una masterclass de underdog. Chavo lo humillaba por su tamaño, pero Rey lo hacía comer cuerdas con hurricanranas.
Casi de inmediato, se involucró en un feudo intenso con Kurt Angle, el medallista olímpico que lo ridiculizaba por su estatura de 1.65 metros y su estilo de lucha libre aérea. Angle lo sometió en SummerSlam 2002 con un ankle lock, pero Mysterio respondió con victorias en combates posteriores, incluyendo un triunfo sobre Angle en un house show que lo posicionó como un underdog heroico.
La explosión y la consagración
Ese mismo año, formó una alianza con Edge, y juntos capturaron los WWE Tag Team Championships el 7 de noviembre de 2002 en SmackDown, defendiendo los títulos en una serie de duelos contra equipos como Team Angle (Kurt Angle y Charlie Haas). El reinado duró hasta Survivor Series 2002, cuando perdieron ante Los Guerreros (Eddie y Chavo Guerrero). Este periodo inicial estableció a Mysterio como un favorito de los fans por su resiliencia y carisma, a pesar de las dudas internas de WWE sobre su potencial como main eventer.
El año 2003 fue de consolidación en la división cruiserweight y midcard. Mysterio capturó su primer título individual en WWE al derrotar a Matt Hardy para ganar el WWE Cruiserweight Championship el 12 de marzo de 2003 en SmackDown, un reinado de 84 días que defendió contra rivales como Jamie Noble y Tajiri en eventos como Backlash. Ese mismo año, renovó su tag team con Edge, ganando los títulos de nuevo en No Way Out contra Team Angle en un two-out-of-three falls match que duró 25 minutos y se considera un clásico por su intensidad. Sin embargo, las lesiones comenzaron a aparecer: una cirugía de rodilla lo sacó temporalmente en noviembre de 2003, pero regresó en enero de 2004 para feudos con Guerrero y Chavo, incluyendo un combate familiar en WrestleMania XX donde perdió su máscara temporalmente en un stipulation, aunque la recuperó rápidamente para mantener su identidad cultural. En 2004, continuó en la cruiserweight, defendiendo el título contra rivales como Nunzio y perdiéndolo ante Chavo Guerrero en The Great American Bash. Ese año también vio su primer main event en un PPV menor, consolidando su rol como puente entre la lucha libre mexicana y el estilo americano de WWE.
El 2005 marcó el verdadero despegue de Mysterio como estrella principal. Formó un tag team legendario con su amigo Eddie Guerrero, ganando los WWE Tag Team Championships en WrestleMania 21 contra MNM (Joey Mercury y Johnny Nitro) en un ladder match lleno de spots arriesgados. La muerte repentina de Guerrero en noviembre de 2005 fue un golpe emocional devastador para Mysterio, quien dedicó su victoria en el Royal Rumble 2006 a su memoria. Entrando como el #2 en el Rumble de enero de 2006, Mysterio duró 62 minutos y eliminó a 29 superestrellas, incluyendo a Big Show, Triple H y Shawn Michaels, para ganar el evento como el participante más pequeño en la historia de WWE, asegurando su lugar en WrestleMania 22. En esa Manía, derrotó a Kurt Angle y Randy Orton en un triple threat para capturar el World Heavyweight Championship por primera vez, un reinado de 100 días donde defendió contra JBL, Booker T y Batista en SummerSlam. En julio de 2006, cash-in’ó el Money in the Bank contra Rob Van Dam en Great American Bash para ganar el WWE Championship, su único título mundial principal, defendiéndolo contra King Booker y Batista antes de perderlo en un triple threat en diciembre contra Booker y Batista. Este periodo lo elevó a main eventer, pero también intensificó sus problemas de rodilla con cirugías adicionales.
Los años oscuros y las lesiones
Entre 2007 y 2008, las lesiones dominaron la narrativa de Mysterio, con seis cirugías de rodilla que lo mantuvieron fuera por meses. Regresó en febrero de 2007 para un feudo con Chavo Guerrero, perdiendo el Cruiserweight Championship en WrestleMania 23 en un no-DQ match donde Guerrero usó una silla. Ese año, capturó los WWE Tag Team Championships con Chris Jericho en The Great American Bash, un reinado breve de 49 días marcado por química inesperada. En 2008, después de otra ausencia por lesión, fue seleccionado como el #1 pick en el Draft de junio para Raw, donde inició un feudo con John Bradshaw Layfield (JBL). En WrestleMania 24, derrotó a JBL en solo 21 segundos para ganar el Intercontinental Championship por primera vez, un reinado de 77 días que defendió contra rivales como CM Punk y Santino Marella. Ese año también incluyó un tag team con Batista, ganando los títulos en pareja en Bragging Rights contra Jeri-Show (Chris Jericho y Big Show), pero las lesiones lo limitaron a solo 42 días de reinado. A pesar de los contratiempos físicos, Mysterio mantuvo su estatus como babyface carismático, participando en eventos como Survivor Series donde su equipo derrotó a la de Raw.
De 2014 a 2015, Mysterio luchó con lesiones crónicas y frustraciones creativas. Ganó el Intercontinental Championship por segunda vez contra Big Show en Batista vs. Alberto del Río, pero lo dejó vacante por lesión. En febrero de 2015, después de múltiples ausencias y desacuerdos contractuales, WWE lo liberó, marcando el fin de su primera etapa de 13 años, donde acumuló 11 títulos y se estableció como un ícono.
El exilio que lo salvó y lo hizo más grande
Libre por primera vez en 13 años, Rey se reinventó. En Lucha Underground fue “Prince Puma” y protagonizó la mejor versión de sí mismo: combates de 30 minutos sin cortes comerciales, tres reinados como campeón y una rivalidad con Pentagon Jr. que es considerada una de las mejores de la década. Luchó en New Japan Pro-Wrestling, en AAA regresó como héroe nacional y ganó el Megacampeonato en Triplemanía 2015. Viajó por todo el mundo, se operó con células madre en Tijuana y, por primera vez en años, pudo caminar sin dolor. Ese periodo le devolvió la pasión y le enseñó que podía ser estrella sin WWE.
El regreso que rompió el estadio
El regreso de Mysterio fue legendario ya que fue en el Royal Rumble 2018, entró como #27 y el techo del Wells Fargo Center se cayó. El público lloró cuando sonó “Booyaka 619”. De inmediato ganó el United States Championship contra Samoa Joe en Money in the Bank 2019. En 2020 trajo a su hijo Dominik al ring en SummerSlam y juntos formaron el primer tag team padre-hijo de la historia.
Ganaron los SmackDown Tag Team Titles en Bash in Berlin 2024. En 2023 fue inducido al WWE Hall of Fame como el primer luchador enmascarado puro. En Royal Rumble 2025, a los 50 años, ganó el United States Championship por tercera vez contra AJ Styles, convirtiéndose en el campeón más longevo de esa división. En junio, apareció en AAA x WWE Worlds Collide para un speech de apertura, pero una lesión en el hombro lo sacó hasta noviembre, cuando regresó en Raw teaming con Sheamus y John Cena (en su última aparición en Raw) para derrotar a Judgment Day. A noviembre de 2025, con 50 años, compite en Raw como veterano, mentor de Dragon Lee, con contrato hasta 2026 y planes de retiro en WrestleMania 42.
Dominik Mysterio: Del hijo prodigio al heel más odiado
Dominik Gutiérrez debutó en 2020 a los 23 años en SummerSlam contra Seth Rollins. Durante dos años fue el compañero perfecto de su papá: tag team invicto, máscaras a juego y lágrimas en los ojos cada vez que entraban juntos. Pero en Clash at the Castle 2022 dio el giro más impactante del año: traicionó a Rey con un clothesline brutal y se unió a The Judgment Day. Desde entonces se convirtió en uno de los heels más calientes de WWE: North American Champion en 2025, líder del stable y con un personaje de “príncipe malcriado” que genera abucheos ensordecedores. El feudo padre-hijo ha incluido un Hell in a Cell y un WarGames que rompieron récords de audiencia.
La máscara: Su identidad, su religión, su negocio
Rey Mysterio ha usado más de 120 diseños diferentes de máscara. Cada una cuenta una historia. La de WrestleMania 22 con cruces por Eddie Guerrero, la de WrestleMania 39 con oro 24 quilates y cristales Swarovski (valorada en $25 000), la de Halloween con calaveras fluorescentes. Nunca se la ha quitado en público desde 1999. Su línea oficial de máscaras con WWE Shop genera millones al año y es la más vendida después de John Cena. Para él, la máscara no es mercancía, es su rostro, su legado y la promesa que le hizo a su tío de nunca romper la tradición.
Rey Mysterio no es solo un luchador. Es el hombre que demostró que el tamaño no importa cuando tienes corazón, máscara y un 619 listo para volar; 36 años después de su debut, sigue siendo el rey. Y en 2026, cuando cuelgue las botas en WrestleMania 42, el mundo entero sabrá que nunca habrá otro igual.
