El banquete de los pordioseros
Todas las cosas deben pasar de George Harrison
Se cumplen 55 años de la publicación de la tercera producción solista de George Harrison, la fecha exacta fue el 27 de noviembre de 1970, es un álbum doble que lleva por nombre All Things Must Pass, y para quien esto escribe, estamos hablando de la mejor producción solista de cualquiera de los cuatro exBeatles, y lo digo sin ánimos de demeritar excelentes trabajos de sus excompañeros de fórmula, por ejemplo, el Band on The Run, o Ram de Paul McCartney, o el Sentimental Journey, o Beaucoups of Blues de Ringo, por supuesto los discos Imagine, Some time in New York City o Mind Games de John Lennon, o incluso discos exitosos del mismo George, como Somewhere in England, Cloud Nine, o los experimentales Wonderwall Music o el Electronic Sound que son los dos anteriores al All Things Must Pass.
All Things Must Pass es un álbum cuyas canciones fueron escritas entre 1966 y 1970, temas musicales que no encontraron un lugar en algunos de los discos de The Beatles, Harrison las guardó para utilizarlas en la primera oportunidad, de hecho, la canción que da nombre al disco aparece como una versión alterna en la Antología número 3, pero nunca se grabó de manera oficial con el Cuarteto de Liverpool.
Este disco contiene la que probablemente sea la canción más conocida de George Harrison, “My Sweet Lord”, no digo que la mejor, eso es otra cuestión que, por supuesto, está sujeta a discusión, pero definitivamente es la más conocida de él y, como sabemos, fue objeto de un litigio porque el grupo femenino The Chiffons demandó al exBeatle por plagio acusándolo de haber utilizado la canción “He’s so fine” y adaptarla para convertirla en “My Sweet Lord”. Como sabemos, Harrison perdió el juicio por lo que tuvo que pagar los derechos de autor a fin de poder seguir vendiendo la canción “My Sweet Lord” como una composición propia y, por supuesto, gozar legalmente de las ganancias que esta le generaba, por supuesto, las ganancias ofrecieron cifras a favor en comparación con lo que tuvo que pagar por derechos de autor.
Algunas canciones que son significativas de este álbum son, por ejemplo, “Wah Wah”, que fue compuesta después de una fuerte discusión que tuvieron Paul y George en las sesiones de grabación del disco Let it Be, ya más calmado, y con la cabeza fría, escribió esta canción, que es la tercera del disco uno de All Things Must Pass.
Otra de las canciones más significativas del disco que hoy nos ocupa es “Behind That Locked Door”, que está dedicada a Bob Dylan, la canción fue escrita la noche antes de que el músico de Duluth, Minnesota se presentara en el Festival de la Isla de Wight al sur de Inglaterra y que fue una de las primeras actuaciones de Dylan después de su accidente en motocicleta en Woodstock. De hecho, Bob Dylan fue para Harrison una de las más sólidas influencias que definieron su pensamiento musical.
Otra de las canciones significativas del álbum, aunque en realidad todas lo son, es la que aparece en el disco 2, “It’s Johnny’s Birthday”, dedicada, por supuesto, a John Lennon con motivo de su cumpleaños.
Sin duda alguna, uno de los momentos más interesantes de esta producción es lo que conocemos como The Apple Jam: “Out of the Blue”, “Plug me in”, “I Remember Jeep”, y “Thanks for the Pepperoni”, cuatro temas instrumentales de Harrison y sus músicos invitados, entre ellos contamos a Eric Clapton, por supuesto, el antiguo bajista de los inicios de The Beatles, Klaus Voorman, Jim Gordon, Billy Preston, Ringo Starr y algunos de los músicos ingleses más importantes de la época.
Igualmente hace una muy buena versión de la canción de Bob Dylan “If not for you” y excelentes canciones originales como “Isn’t it a Pity?”, “I’d have you any time”, “What is life?” o la maravillosa “Beware of Darkness”, no confundir con el disco del mismo nombre del grupo Spock’s Beard de 1996.
De acuerdo al testimonio del periodista británico John Harris, los orígenes de este disco los encontramos en 1968, después de las sesiones de grabación del Álbum Blanco, George Harrison hizo un viaje a los Estados Unidos, estuvo en Woodstock, y ahí visitó a Bob Dylan, con quien reforzó la amistad que ya tenían ambos, ahí se involucró mucho con The Band, el grupo de apoyo de Dylan y le sorprendió que las decisiones importantes fueran tomadas democráticamente entre los cinco integrantes, lo que, por supuesto, contrastaba con la hegemonía que Lennon y McCartney tenían en The Beatles.
Después de esta visita, Harrison sintió un fuerte impulso creativo, tanto en la composición como en su trabajo como guitarrista, ya había tenido contacto con Ravi Shankar y la cítara era ya del interés del exBeatle, instrumento que utiliza en All Things Must Pass.
Tras 55 años de que este maravilloso disco fue publicado, entendemos perfectamente que con esta producción George Harrison -en paralelo con Dylan, Clapton y otros gigantes del rock- contribuyó para redefinir el sonido de los años 70.




