Las clínicas de hemodiálisis subrogadas en Aguascalientes no han recibido el formato 4-30, documento indispensable para solventar las sesiones de los pacientes renales que cuentan con un amparo vigente, lo que ha impedido que continúe la atención de este sector, pese a la suspensión judicial que ordena mantenerlos en sus unidades de origen.
Alrededor de 800 pacientes obtuvieron un amparo este año para frenar el cambio de clínica mientras se resuelve el juicio correspondiente. No obstante, el pasado 16 de diciembre, el titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Aguascalientes, Misael Ley Mejía, informó mediante un video difundido en redes sociales que las clínicas subrogadas habían dejado de brindar el servicio de hemodiálisis a los pacientes renales.
Al respecto, Pamela Ortega, administradora de la unidad CARINT Aguascalientes, explicó que para poder otorgar una sesión a un paciente subrogado es necesario contar con el formato 4-30, mismo que no ha sido enviado por el Instituto.
“Para poder otorgar una sesión a un paciente subrogado necesitamos un formato, el formato 4-30, el cual no nos lo han enviado a las unidades. Tengo que aclararte que los pacientes tienen un amparo, entonces el Instituto debería de tener el soporte jurídico y nos tendría que haber brindado ya un contrato para soportar el amparo de los pacientes. Esto es lo que no ha hecho, por lo tanto, no tenemos cómo solventar las sesiones que ya les estuvimos otorgando”, señaló.
Detalló que, en respeto al amparo con el que cuentan los pacientes, las clínicas brindaron atención del 1 al 16 de diciembre, basándose en la resolución judicial; sin embargo, subrayó que el IMSS no ha cumplido con su parte al no proporcionar el contrato correspondiente.
“Nosotros respetamos el amparo que los pacientes tenían, por lo cual les brindamos la atención, pero el Instituto no ha cumplido su parte de cumplir con este amparo y no nos ha brindado el contrato que tendríamos que tener para soportar las sesiones”, afirmó.
En relación con versiones sobre pacientes que fueron regresados sin recibir tratamiento, Ortega aclaró que en CARINT Aguascalientes esa situación no ocurrió, ya que no fueron canalizados pacientes en esas condiciones a su unidad. Añadió que existe disposición para colaborar con el IMSS, pero que no ha habido un acercamiento formal.
“Jamás nos hubiéramos negado a atender a los pacientes, pero el Instituto no ha tenido ese acercamiento con las unidades, no solamente con nosotros, sino con todas las unidades que participan en conjunto”, indicó.
Asimismo, destacó la preocupación del personal administrativo, médico y de enfermería ante la situación, así como la relación cercana que mantienen con los pacientes renales. “Tenemos una relación muy estrecha con los pacientes. Conocemos a sus familias, sus fístulas, sus catéteres, sus necesidades. Un paciente renal no sólo tiene necesidades de salud, también emocionales, y esa parte nosotros sí la brindamos”, expresó.
La administradora reiteró que las clínicas subrogadas mantienen apertura para retomar la atención, siempre y cuando el Instituto cumpla con los requisitos administrativos y legales necesarios para solventar las sesiones de los pacientes amparados.
Precisó que las clínicas subrogadas cuentan con la capacidad y la disposición para atender a los pacientes, sin embargo, la falta del formato 4-30 (que debe ser emitido por el Instituto), imposibilita respaldar jurídicamente y solventar las sesiones ya otorgadas.




