- Prevención de faltas administrativas mediante orientación familiar
- Participación activa de madres y padres en el proceso formativo
- Atención a adolescentes para evitar reincidencia y conductas de mayor riesgo
Con el objetivo de prevenir faltas administrativas, concientizar sobre sus consecuencias y fortalecer la comunicación familiar, el Gobierno Municipal de Jesús María concluyó con éxito un nuevo ciclo del programa “Educando con el Ejemplo”, una estrategia de justicia cívica preventiva impulsada por la administración municipal.
Este programa está dirigido a adolescentes que incurrieron en faltas administrativas menores, como riñas o alteraciones al orden público, con la finalidad de evitar la reincidencia y prevenir que estas conductas escalen a situaciones de mayor gravedad. En este contexto, uno de los ejes centrales es la participación activa de madres y padres de familia, lo que permite reforzar el acompañamiento y la orientación desde el entorno familiar.
Durante cuatro semanas, las y los adolescentes, junto con sus familias, participaron en pláticas formativas enfocadas en la crianza positiva, el establecimiento de límites claros, la comunicación efectiva y la importancia del entorno familiar y social en el desarrollo integral de las y los jóvenes.
Al respecto, el presidente municipal de Jesús María, César Medina, señaló que este tipo de faltas representan señales de alerta que deben atenderse de manera oportuna, por lo que destacó la prevención, la concientización y la intervención temprana como herramientas fundamentales para fortalecer la convivencia comunitaria.
Al cierre del programa, se reconoció el compromiso de las familias participantes y se reiteró que el objetivo de “Educando con el Ejemplo” no es el castigo, sino la reeducación, la reflexión y la toma de conciencia. Asimismo, se exhortó a las y los adolescentes a cuidar su entorno social y a mantener una comunicación constante con sus padres.
El programa inició en el mes de julio y atiende en promedio a 25 adolescentes por mes. Cada ciclo tiene una duración de cuatro semanas y contempla pláticas orientadas a la reflexión, el respeto, la responsabilidad y la prevención de conductas antisociales.




