De pronto flash: el chico de los derechos humanos azul
Una tercera parte de las sillas del público estaba abarrotada con trabajadores de la SEDRAE, listos para aplaudir al chofer que será ombudsman a partir del 15 de enero de 2026. Las diputadas y diputados parecían estar en galas fotográficas y, peor que en secundaria, platicaban y chacoteaban con la sesión ya iniciada, sin hacer caso a la mesa directiva, incluso una diputada que, seguro, después de la votación se fue de compras a Liverpool de Villa Asunción, pero parafraseando canción, quizá nos respondan: “¡Esas son puras mentiras! Ese día yo no andaba ahí. LJA está confundida o había una dipu igualita a mí”.
Todo el PAN y sus hermanitos del PRD y el PRI, así como dos legisladoras de otras fuerzas políticas que lograron convencer, votaron por el príncipe azul por órdenes de “arriba”. No hubo ni una sola persona de ONG, activistas o defensores de derechos humanos en el público, ni siquiera para ver si les daba vergüenza al votar. Son buenos para vociferar en ruedas de prensa controladas, pedir recursos, publicar en redes sociales, pero cuando se requiere trabajo real, campo empírico, ni sus luces.
En el público solo gritaban, como arrabaleros, el Consejo de Abogados Nacos de Aguascalientes, encabezado por Sergio Delfino, quien tenía sentado a su lado al abogado del Frente Nacional por la Familia, Alan Capetillo. Gritaba que nadie conocía al ombudsperson votado, aunque antes de iniciar la sesión fue a saludarlo y a platicar largo y tendido con él.
En las filas de atrás del Pleno se observaba también a algunos participantes del proceso de designación, entre ellos Yessica Pérez Carreón, actual ombudsperson. Con ese aforo y esas escenas inició la sesión. En el primer punto, se presentó el acuerdo legislativo de la Comisión de Derechos Humanos, que básicamente decía que los nueve participantes cumplían con los requisitos para ser titulares de la CEDHA. Sobre la evaluación, solo señalaron que todos aprobaron, lo cual deslegitima aún más la designación: no es lo mismo pasar con 10 que con 7.
Llegó luego el reparto de cédulas de votación, mientras el público gritaba por la falta de transparencia del proceso, ya que hasta hoy no se ha publicado documentación verificativa de las audiencias “públicas”. Se escuchaban gritos de “Voten libres”, “No sigan órdenes”, “Voten a conciencia”, mientras el presidente de la mesa directiva, Humberto Montero, llamaba al orden y al respeto al recinto. Desde el fondo alguien gritó: “¿Y ustedes, con la decisión que van a tomar, creen que lo respetan?”
La votación
Cédula por cédula comenzaron a cantar los votos. Había solo 26 legisladores y la bancada de Morena no estaba completa, pues faltó la diputada Irma Reza de la Cruz. El resultado fue 20 votos a favor de Pérez de Loera y seis votos -todos de Morena, no tenemos pruebas, pero tampoco dudas- a favor de Yessica Pérez Carreón. Entre rechiflas y gritos de protesta, se pidió que el nuevo ombudsperson pasara a rendir su protesta de Ley.
La meritocracia antes que la experiencia
Hay quienes afirman que Pérez de Loera tiene como antecedente laboral haber trabajado muchos años en una farmacia, para luego titularse en escuela patito, presumir una maestría sin registro en cédula profesional y, como ya lo señalamos aquí, que parte de su “meritocracia” sea una larga carrera como afiliado al PAN. Nunca ha estado en áreas relacionadas con derechos humanos; Asuntos Internos de Seguridad Pública no investiga ni sanciona policías, eso lo hace la Comisión de Honor y Justicia. Quienes lo conocen lo describen como ególatra y violento, cuyo único mérito es ser chofer de un diputado federal.
El colmo
La designación es el colmo de un sistema político local que controla lo ideológico, cultural y económico. La persona que velará por los derechos humanos milita en un partido tradicionalista que, aunque se diga humanista, ni siquiera contempla el matrimonio igualitario en su agenda, pese a que varios representantes del azul son closeteros.
Resulta irónico que el mismo PAN, a nivel federal, se opusiera y criticara a capa y espada el nombramiento de María del Rosario Piedra Ibarra en la CNDH por sus vínculos con Morena, cuando aquí hicieron exactamente lo mismo. Para mañas, las mismas; solo cambia el color. Antes, al menos, disimulaban más.
Toma chocolate y paga lo que debes
Entre los gritos por la designación del titular de la CEDHA, aprovecharon para cobrarle al diputado morenista Fernando Alférez lo que le debe a su abogado. Según Alan Capetillo, quien llevó su caso, Alférez llegó al escaño gracias a esa litigada -recordemos que entró por la cuota de discapacidad– y lleva más de un año sin pagar. El diputado acusa a su defensor de extorsión; el abogado asegura que el adeudo existe.
Un vaso de agua y una tarjeta del bienestar no se le niegan a nadie
De manera cínica, el senador Gerardo Fernández Noroña presumió en redes que ya le llegó su tarjeta del bienestar para cobrar su pensión, cuando claramente no la necesita. ¿Qué adulto mayor, con camioneta de más de un millón de pesos y casa valuada en más de doce millones, requiere ese apoyo? Se supone que es para quien verdaderamente lo necesita, pero como nadie les dice nada, hacen lo que se les da la gana.
Para el año que entra
No se cumplió el objetivo en el tema de La Pona. Las autoridades querían resolverlo antes de que terminara el año, pero sin avances reales en las mesas de negociación, el asunto se aplazará para el siguiente. La idea es llegar a un acuerdo con los dueños de la parte privada para que las hectáreas pasen a manos del gobierno a cambio de otros terrenos. Habrá que esperar si lo piden como deseo de Año Nuevo.




