- Su sistema operativo “conocerá profundamente a su usuario y estará totalmente personalizado para cada persona”
Al tiempo que avanzan las capacidades de la inteligencia artificial generativa y agéntica, las empresas de consumo anticipan la llegada de un dispositivo distinto del smartphone, diseñado para realizar tareas cotidianas a través de la interacción por voz y con un alto grado de personalización.
Uno de los primeros intentos fue AI Pin, presentado a finales de 2023 como un dispositivo que se engancha a la ropa, sin pantalla y potenciado con inteligencia artificial. Dotado de cámara, altavoz y sensores, permitía interactuar mediante la voz, el tacto, gestos o a través de una pantalla láser proyectada en la palma de la mano. Sin embargo, no logró convencer a los consumidores debido a respuestas lentas, información poco fiable y baja autonomía de batería, por lo que dejó de funcionar en febrero del presente año tras la adquisición de Humane por parte de HP.
En 2024 se dio a conocer Rabbit r1, un dispositivo de bolsillo impulsado por IA generativa que funcionaba como asistente y unificaba en una sola interfaz las aplicaciones del smartphone. Su objetivo no era sustituir al teléfono móvil, sino simplificar su uso mediante comandos de voz, evitando la navegación entre múltiples aplicaciones y ventanas.
A pesar de estos antecedentes, la idea de reemplazar al smartphone sigue vigente. Empresas como Nothing y OpenAI trabajan en el desarrollo de nuevos dispositivos de inteligencia artificial. Nothing avanza en la creación de una plataforma nativa de IA con la que busca sustituir al teléfono móvil como dispositivo central en la vida diaria. Su cofundador y director ejecutivo, Carl Pei, explicó que este proyecto requiere reinventar el hardware de consumo y desarrollar un sistema operativo profundamente personalizado para cada usuario.
Para este objetivo, Nothing anunció una ronda de financiación Serie C por 200 millones de dólares, con la que alcanzó una valoración de 1.300 millones de dólares. Por su parte, OpenAI adquirió en mayo la empresa io, cofundada por Jonathan Ive, con la finalidad de formar un equipo especializado en el desarrollo de hardware de inteligencia artificial.
Aunque OpenAI no ha detallado el diseño final, ha confirmado que no se tratará de un wearable ni de auriculares. Diversas filtraciones apuntan a un dispositivo similar a un altavoz inteligente sin pantalla, cuyo desarrollo podría completarse en menos de dos años. El proyecto enfrenta retos relacionados con el software, la infraestructura, la capacidad de cómputo, la privacidad y la definición del comportamiento del asistente de IA.
El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, señaló que el objetivo es crear un dispositivo capaz de actuar por los usuarios y de ser consciente del contexto, para decidir cuándo interactuar, cuándo ofrecer información y cuándo permanecer en silencio. Actualmente, la compañía trabaja en los primeros prototipos tras descartar un diseño previo que no cumplía con sus expectativas.




