Abogados acusan un nombramiento sin perfil profesional y con sesgo partidista
Advierten retroceso en derechos humanos tras la designación del nuevo titular
Señalan que la ciudadanía pierde un contrapeso frente a abusos de servidores públicos
Los grupos minoritarios de la sociedad civil serán los grandes perdedores con la elección de Luis Enrique Pérez de Loera como nuevo presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Aguascalientes, consideró el presidente de la Barra de Abogados, Erick Monroy Sánchez.
Señaló que el nombramiento de una persona sin el perfil profesional adecuado era previsible y que, históricamente, este tipo de designaciones se han dado bajo la misma lógica.
Añadió que el partido en el poder ha capturado las instituciones, lo que les permite definir quién encabeza los organismos, mientras que los diputados del Congreso, dijo, “vergonzosamente obedecen órdenes”, razón por la cual se registró una votación de 20 a 6.
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Indicó que, si bien los diputados son representantes del pueblo, no deben obedecer la voluntad de quienes velan por intereses partidistas. Apuntó que el perfil del elegido parece tener más méritos en el “toca-toca” o en agitar banderas que, en su preparación profesional, “y no me parece raro que así sea, así ha sido todo el tiempo”.
Señaló que una de las calificaciones más desastrosas es otorgar el beneficio de la duda, ya que, sostuvo, “ni los propios diputados creen que el nombramiento sea el correcto”.
El abogado mencionó que el nuevo titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos cuenta con una de las trayectorias más bajas en experiencia profesional. Añadió que, aunque Yessi Pérez realizó trabajo de campo, el Congreso, al no elegirla, la reprobó, a pesar de que, dijo, su desempeño fue bueno en términos generales.
Monroy fue más allá al referirse al paso de Luis Enrique Pérez por la Comisión de Asuntos Internos de Seguridad Pública Municipal, al señalar que, si se revisa su labor, no se encontrará ningún elemento de seguridad cesado durante su gestión, ya que en cuatro años no hubo resultados.
Indicó que, en este escenario, quien pierde es la ciudadanía en general, aunque reconoció que a la mayoría de la gente poco le interesa quién está al frente de la Comisión, salvo cuando enfrenta un problema y busca a una instancia que defienda a las personas de las malas decisiones de los servidores públicos.
“Aquí los grandes perdedores serían los grupos minoritarios que habían encontrado un rincón muy cómodo para actuar libremente y contar con apoyo institucional, a partir de la premisa de ir tendiendo puentes, que fue el objetivo de la aún presidenta actual”, señaló.
Añadió que la Comisión de Derechos Humanos seguirá a la espera de un presidente que haga un verdadero contrapeso a los malos servidores públicos, ya que, si bien ha habido figuras emblemáticas como Martín Jáuregui, afirmó que tampoco se logró el contrapeso que se esperaba.
Recordó que esta institución tiene como función combatir a los malos servidores públicos, lo que en ocasiones implica incomodar a personas con poder o influencia.
Finalmente, sostuvo que el Congreso del Estado debe mostrar respeto hacia las instituciones, hacia sí mismo y, sobre todo, hacia la ciudadanía, al momento de elegir cargos en organismos encargados de la defensa y protección de los derechos de las personas.




