A días de que nuestro querido Bad Bunny llegue a territorio mexa, el cantante puertorriqueño ha anunciado la instalación de “La Casita”, un espacio que está dentro de la zona General B y que, sobre todo, se encuentra mucho más cerca del escenario que otras secciones que costaron más de lo que esta nueva sección pretende cobrar para poder acceder a ella, junto con otro espacio detrás del escenario al que llamaron “Los Vecinos”.
En redes sociales se ha generado una discusión en donde gran parte de los usuarios que compraron sus boletos para las zonas de General B y Fan Pit A y B denuncian que se trata de una “injusticia” al revelar nuevos espacios a tan solo días de que inicie la gira por México, además de que muchos otros se han quejado de que estas secciones reciben los mismos o incluso mayores beneficios que los accesos más caros del concierto.

Las nuevas secciones para los conciertos de Bad Bunny en la Ciudad de México han causado revuelo
Con el arranque del mes de diciembre y a tan solo unos cuantos días de que Benito llegue a la capital del país, el ambiente alrededor de su llegada se vuelve cada vez más intenso, en donde el Estadio GNP ya se perfila como el epicentro de uno de los espectáculos más esperados del año, en un encuentro masivo que reunirá a miles de fanáticos ansiosos por cantar junto al artista puertorriqueño más popular de los últimos años.

Con el anuncio de nuevas localidades y la confirmación de las ubicaciones de “La Casita” y “Los Vecinos”, la emoción previa al show tomó un nuevo giro, en donde gran parte de los usuarios en redes sociales han mostrado su emoción por conseguir acceso en estas secciones, mientras que otra gran parte de ellos ha demostrado su desagrado total ante esta repentina decisión por parte de los organizadores del concierto.

Durante su gira “DeBÍ TiRAR MÁS FOTos” Bad Bunny ha incorporado un elemento escénico en especial que se ha convertido en parte de su sello visual. “La Casita” está inspirada en una vivienda sencilla de clase media en Puerto Rico, la cual, dentro de sus conciertos, funciona como una estructura que aparenta un segundo escenario en el que propicia momentos más íntimos en medio de la producción monumental del tour.
La dualidad de la que varios usuarios se quejan al instalar este tipo de espacios cuando “perjudica” a los asistentes VIP del concierto
Esta decisión por parte de los organizadores del concierto ha provocado una dualidad que ha generado fuertes conversaciones entre los asistentes, quienes demandan que la estructura se haya colocado en el extremo opuesto al escenario principal, lo que ha beneficiado a quienes compraron boletos en zonas más accesibles, mientras que quienes adquirieron entradas VIP, PIT o General B han quedado a una mayor distancia del artista durante gran parte del show.

En México, especialmente, esto se convirtió en un debate, ya que muchos de estos fans denunciaron ante Profeco el hecho de que no se les haya avisado con anticipación la venta de estos lugares, además de que muchos de estos fans han hecho señalamientos como “Pinches jodidos” al ver cómo es que Bad Bunny y su equipo han decidido democratizar los espacios, en donde el problema no es dónde se colocan estas estructuras, sino cómo es que otros se benefician igual o incluso más que las clases élites del país que sí compraron sus accesos en la mejor zona.
La democratización de los espacios ha revelado que no se trata de tener más, sino de recalcar que otros no pueden conseguirlo
La noticia de que Bad Bunny haya decidido democratizar los espacios de sus conciertos ha revelado un trasfondo de discriminación y clasismo en el país, ya que no solo se trata de tener los mejores lugares y de estar cerca de tu artista favorito, sino de demostrar que perteneces a un grupo de personas que se puede dar el lujo de tener más privilegios y estatus al que gran parte de la población mexicana no puede acceder.

En una nueva era del privilegiado, no se trata de tener más, sino de que el otro no esté en el mismo lugar y mucho menos con las mismas oportunidades que los más influyentes y beneficiados tienen en este tipo de eventos, lo cual deja de verse como una simple falla o incomodidad en las entradas más caras y se convierte en una situación clasista, en donde gran parte de estos usuarios “afectados” han demostrado su descontento por el hecho de que otras personas que pagaron menos tengan las mismas ventajas y oportunidades que los que tienen el poder de pagar más.




