La FIFA, bajo la presidencia de Gianni Infantino, ha puesto sobre la mesa una propuesta que podría transformar una de las normas más debatidas del fútbol moderno: la regla del fuera de juego (offside). Esta iniciativa, inspirada en la llamada “Ley Wenger”, buscaría favorecer un estilo de juego más ofensivo y atractivo, reduciendo las polémicas decisiones milimétricas que han generado controversia desde la incorporación del VAR.
¿En qué consiste la propuesta?
La modificación bajo estudio —respaldada por Arsène Wenger, exentrenador del Arsenal y actual director de desarrollo global del fútbol en la FIFA— sugiere que:
- Solo se sancione fuera de juego cuando el atacante esté “completamente por delante” del penúltimo defensor.
- Actualmente, con la regla vigente, basta con que una parte del cuerpo con la que se puede marcar el gol esté adelantada para que se considere offside.
Este cambio, conocido como Ley Wenger, pretende eliminar decisiones que se deciden por centímetros —por ejemplo un pie o hombro ligeramente adelantados— y favorecer situaciones de gol más claras, potenciando el espectáculo ofensivo.

¿Por qué se estudia esta modificación?
Infantino explicó que la FIFA quiere seguir evolucionando las reglas del fútbol para hacerlo “más ofensivo, más atractivo” y reducir al mínimo las interrupciones en el juego. Señaló además que el uso de tecnología como el VAR ha permitido tomar decisiones más justas, lo que prepara el terreno para reconsiderar normas que impactan directamente en el desarrollo del juego.
La propuesta ya ha sido probada en torneos juveniles y categorías menores, arrojando indicadores iniciales sobre su impacto en la frecuencia de goles y la dinámica del juego.
¿Cuándo podría aplicarse?
El camino hacia una eventual adopción todavía sigue varios pasos formales:
- La International Football Association Board (IFAB) —organismo que regula las leyes del juego— discutirá la propuesta en su reunión anual a principios de enero de 2026.
- Si recibe luz verde en la Asamblea General de la IFAB en febrero, podría implementarse de forma oficial en la temporada 2026-27, aunque es poco probable que llegue a tiempo para el Mundial de la FIFA 2026.
¿Qué impacto tendría en el juego?
De aprobarse, este cambio sería uno de los más significativos en décadas, con posibles efectos como:
- Más goles y juego ofensivo al reducir las anulación de jugadas por offsides milimétricos.
- Menos interrupciones arbitrales por decisiones offside cercanas, agilizando el ritmo de los partidos.
- Un reajuste táctico tanto para atacantes como defensores, ya que podrían adaptarse a un marco donde la precisión milimétrica pierde peso frente a la intención de juego.
Infantino ha señalado que estos debates son parte de la evolución natural del fútbol, con el objetivo de mantener el equilibrio entre justicia arbitraria, tecnología y emoción dentro del terreno de juego.
En suma, la Ley Wenger podría marcar un antes y un después en la forma de concebir el fútbol moderno, impulsando un fútbol más fluido, ofensivo y atractivo para los aficionados alrededor del mundo —si logra superar la fase de discusión y aprobación ante los organismos rectores del deporte.




