- Pacientes renales del IMSS en Aguascalientes denunciaron que todos los usuarios fueron convocados a presentarse en la nueva clínica de hemodiálisis, provocando esperas de más de cinco horas, saturación, desorganización y problemas en la asignación de horarios. Varios pacientes llegaron desde las 7:00 de la mañana, incluso desde otros municipios, y regresaron sin recibir tratamiento. “A nosotros nos la dieron para hoy a las 11 de la noche, y venimos de muy lejos”, señaló uno de ellos.
De acuerdo con testimonios, el IMSS sigue sin respetar el amparo que obliga a garantizar la subrogación de tratamientos, lo que ha ocasionado que clínicas privadas suspendan servicio por falta de pago e insumos. “Si no les pagan, no pueden subsistir… estos 17 días que estuvimos ahí nadie se los va a pagar”, señaló una paciente.
Dentro de la clínica, usuarios describieron desorden, saturación y carencia de apoyos básicos, como sillas de ruedas. Varias personas reportaron que, pese a haber sido llamadas por el IMSS, no aparecían en el sistema, a pesar de que previamente se les pidió retornar a esa unidad por falta de material en otras clínicas. Tras insistir por horas, algunos lograron que se les respetaran días y horarios.
Los pacientes también denunciaron prácticas que vulneran su salud, como exponerlos al aire acondicionado sin permitirles usar suéter o camisa. “Nos desnudan de la parte de arriba… tenemos defensas muy bajas, así nos enfermamos”, señalaron.
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Testimonios recabados dentro de la unidad refieren procedimientos riesgosos, como manejo incorrecto de catéteres, poca supervisión y personal sin experiencia suficiente para atender emergencias. Un paciente relató haber sufrido infección de catéter y una baja de presión sin atención adecuada: “En la otra clínica no te dejan salir hasta que te normalizas. Aquí me pararon en cuanto medio se estabilizó, sin apoyo”.
Además, usuarios reportaron que los sillones son extremadamente incómodos y que muchos pacientes, con problemas de columna, pasan tres horas en condiciones dolorosas. Aunque reconocen que el personal “es amable”, consideran que no tiene la capacitación suficiente para el volumen y la complejidad de los casos.
Pacientes señalaron que han recibido información de que, ante la saturación, el IMSS podría reducir las sesiones de hemodiálisis de tres a dos por semana, lo cual podría representar un riesgo grave para su salud. “Es muy complicado, todo tiene agua… si acumulas líquidos y toxinas, te afecta. Ojalá no lo hagan”, alertó una usuaria.
Afirmaron que la clínica luce colapsada: personas de todas las clínicas subrogadas fueron enviadas allí, y muchos denuncian que las condiciones de higiene son insuficientes, con solo dos baños disponibles para decenas de pacientes, algunos con movilidad reducida.
Pacientes hicieron un llamado urgente al IMSS para que respete el amparo, restablezca la subrogación y garantice condiciones dignas, seguras y ordenadas para quienes dependen de hemodiálisis para sobrevivir.




