- El presidente del Grupo de Industriales Panaderos de Aguascalientes (GIPAN), César Arturo Salado Gómez, advirtió que el incremento al salario mínimo y la reducción de la jornada laboral a 40 horas podría reflejarse en un aumento de hasta 2 pesos en el costo de la pieza de pan, dependiendo del impacto financiero en cada negocio.
Salado Gómez señaló que el sector panificador opera con dinámicas particulares, ya que las panaderías trabajan las 24 horas del día y los 365 días del año, con turnos que pueden variar entre seis y doce horas. La reforma laboral, explicó, podría incrementar el pago de horas extras, afectando directamente los costos de producción. “Sí hay bondades y desventajas. Nuestras panaderías trabajan las 24 horas y tenemos diferentes turnos. El pagar ahora horas extras nos va a perjudicar a los empresarios”, señaló.
Afirmó que en muchas panaderías los trabajadores ya perciben sueldos superiores al salario mínimo, incluso hasta dos o tres veces más, gracias a la posibilidad de extender turnos y realizar horas adicionales. Con las nuevas disposiciones, algunas panaderías podrían dejar de ofrecer horas extras, lo que también podría provocar que empleados busquen ingresos adicionales en otros trabajos. “Nuestros compañeros ya están acostumbrados a ganar muy buenos sueldos. Si les decimos: ‘ya no te puedo dar horas extras’, tendrán que buscar otro empleo, y eso no es lo ideal”, añadió.
Tradicionalmente, el sector panificador realiza ajustes anuales que van de 50 centavos a un peso por pieza, debido a aumentos en insumos o condiciones económicas. Sin embargo, con el incremento salarial y la reducción de jornada, el precio podría subir más de lo habitual: “Ahora con estos cambios que se visualizan, todavía no es un hecho, pero puede ser hasta 2 o 3 pesos. Ojalá y no, porque no queremos afectar al consumidor, y el pan es algo básico”.
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El presidente del GIPAN descartó despidos en el sector panificador, asegurando que el enfoque será proteger el empleo y ajustar únicamente cuando sea necesario: “No, no, no. Nuestro sector siempre cuida a su personal. Solo habría un incremento en la pieza del pan”.
El ajuste, explicó, podría reflejarse hacia mediados o finales de 2026, según la entrada en vigor de las modificaciones laborales y la variación de costos internos en cada panadería. Algunos negocios podrían absorber el incremento durante los primeros meses del año, mientras que otros podrían aplicar ajustes graduales. “Por lo pronto, esperemos que no sea más de ese peso que viene año con año. Algunos empresarios absorbimos el incremento y tenemos que hacer el ajuste entrando el año”, finalizó.




