- Padres de familia exigen el cambio de escuela de un niño que ha agredido por tres años a sus hijas
- Se solicitó la intervención del DIF estatal y el sector salud para una mesa de diálogo con los padres del niño
Lunes, principio de semana y arranque de actividades, así lo fue también para algunos padres de familia del grupo 3º “A” de la Primaria Benemérito de las Américas, ubicada en la calle Costa Rica del fraccionamiento Las Américas, que en punto de las 7:00 de la mañana se dieron cita fuera de la escuela para evitar la entrada, en protesta por una situación de violencia que por tres años han sufrido sus hijos.
Podría creerse que el movimiento sería a causa de violencia por algún adulto pero no, expusieron su preocupación y malestar por el abuso que por tres años han sufrido sus hijos a manos de un niño, del que por seguridad omitimos su nombre, mismo que ha atacado física, verbal tanto a maestros como a compañeros, estos últimos también de forma sexual.
Minutos después de su cita se presentaron autoridades del Instituto de Educación con quienes expusieron nuevamente sus demandas tratando de conseguir una solución en breve; por parte de Ana Luisa Mejía, coordinadora general del Centro de Desarrollo Educativo Centro, al que pertenece esta escuela, se trató de dialogar la apertura de la primaria pues se encuentran incurriendo en una violación a los derechos del resto de los niños.
Por más de una hora los padres de niños afectados (aunque en su mayoría son niñas) indicaron que desde primer año, el niño agredía a sus hijas pero nunca le llamaban la atención; fue hasta segundo año cuando les mostró sus partes nobles a las niñas y golpeó al director cuando se le estaba sancionando, “queremos una solución, tenemos miedo de dejar a nuestros hijos y que vaya a pasar una desgracia mayor”.
La petición ya no es suspensión temporal sino el cambio total de escuela a lo que Mejía lamentó no poder acceder ya que por tratarse de un asunto de salud mental se requiere de la aceptación de los padres, cosa que no se ha logrado, “desgraciadamente el problema está ahí en la familia, ellos no quieren reconocer que su hijo está mal”. Se les ha ofrecido tanto escuelas de tiempo completo como de tiempo regular por lo cual ya se solicitó la intervención directa del Sistema DIF y del Sector Salud por medio del Instituto de Salud (ISSEA).
Después de tres años sin resolver el problema con las instancias internas se tuvo que acceder al trabajo de tres instancias (IEA, ISSEA y DIF estatal) quienes ya a este nivel de conflicto tienen la facultad para obligar a los padres a que atiendan al niño.
Con la exposición de carteles con dibujos de las niñas afectadas donde se mostraba el miedo que las niñas tienen hacia su compañero representándolo como un diablo que las persigue, y textos como: “te voy a matar”, “muere”, “te golpearé”, la escuela continuaba cerrada a la hora de entrada de clases causando un congestionamiento en la calle.
Conforme pasó el tiempo, más tutores se unían a la manifestación, detallando que el jueves pasado agredió a tres niños y a una maestra por lo cual ya no esperarán a que llegue a suceder algo más grave, “¿qué quieren las autoridades, esperarse a que mate a algún niño?”, de igual forma la coordinadora de zona intentaba explicarles que el instituto se encuentra buscando una solución pero que la gran barrera eran los papás del niño.
La opción que se les ofreció a los padres de niños afectados fue el establecer una mesa de diálogo para hoy por la mañana en conjunto con el ISSEA, DIF estatal, el área jurídica y contraloría del IEA, una comisión de padres afectados y los tutores del menor agresor; a fin de encontrar una solución más exacta.
Érica Arruel Vega, madre de familia externó su molestia ante la supervisora de zona pues desde primer año se acercó a ella en busca de una solución al caso, teniendo sólo como respuesta lo siguiente: “cambie a su hija de escuela si no le parece”; para ella el problema fue creciendo causado por la falta de atención de las autoridades, “cómo es posible que un niño les pueda ganar, si necesita ayuda médica que obliguen a los padres a atenderlo”. Al escuchar las diversas versiones, Ana Luisa Mejía comentó que lo único que podía hacer era dar una suspensión temporal al niño en lo que se negociaba la solución.
Por parte del área jurídica del IEA, Fernando Torres Frausto solicitó a los padres de familia permitir la entrada a los alumnos puesto que muchos se encontraban ya sin sus padres debido a que por ser horario pico sólo los dejan en la esquina y otros llegaban solos en transporte escolar, “tampoco podemos dejarlos afuera y que les llegue a pasar algo”, los invitó a esperar a que el niño agresor llegara con sus padres y dialogar con ellos mientras que ya se iniciaran las actividades escolares.
A los pocos minutos la madre del niño acusado llegó, externando sorpresa y preguntando qué sucedía, al enterarse de la situación en tono defensivo aseguró a los medios de comunicación que esto era acoso escolar contra su hijo por parte de esos padres, “no se porta muy bien pero no los golpea como ellos dicen, él está en un tratamiento psicológico”; continuó subrayando que su hijo no era agresivo y que si han pretendido sacarlo de la escuela y no han podido, es porque sus señalamientos no son reales.
Al preguntarle cómo era su hijo, ella lo describió como un niño cariñoso, tierno y tranquilo “sólo cuando le hacen algo él responde, cuando los maestros lo han atacado pues él responde, porque le han doblado el brazo, jalado y apretado muy fuerte”; aunque con respecto a los niños dijo ser normal en esa edad “son peleas de niños normales, eso de que ha aventado niñas de las escaleras es una exageración, si tuvieran pruebas de que alguna estuviera en el hospital ahí sí habría razón para sacar a mi hijo de aquí”.
En un tono ya más agresivo agregó que si esos padres no estaban a gusto que entonces sacaran a sus hijos de ahí pero que a su niño lo dejaran en paz, “el niño juega con todos los demás de hecho es muy querido por las niñas, este acoso es por los papás porque ni es exhibicionista, ni enfermo mental”. María del Pilar Rodríguez Plasencia ha interpuesto una queja ante la Conapred y la Comisión de Derechos Humanos por la discriminación que se le ha hecho a su hijo.
Niñas agredidas
En presencia de los padres, dos niñas aceptaron manifestar su experiencia con su compañero de clase indicando lo siguiente:
“Me ha pegado mucho, se porta muy mal, cuando se enoja empieza a pegarnos mucho, a la maestra le aventó una banca, la pellizcó y ya le iba aventar su computadora y celular hasta le gritó de groserías, después de hablarle al director mi maestro empezó a llorar, se pone triste porque le pega mi compañero. Una vez estábamos haciendo una competencia y me aventó un libro sólo porque le gané”.
“En primero me levantaba la falda, me jalaba el pelo, me tocaba las piernas, algo muy feo; ahorita ya es menos hacia mí pero me sigue pegando, y es que primero es como muy amable pero de la nada se pone agresivo y nos pega a casi con todo el salón”.
Resultado
Después de dialogar con los padres del menor por parte del Instituto y la coordinadora de zona se llegó a un acuerdo de suspensión temporal mientras se instalaba la mesa y se llegaba a una solución lo cual causó que los padres de los niños afectados aceptaran abrir las puertas de la escuela y se comenzaran las clases.
La coordinadora general de zona agregó que de todas las alternativas que se le han ofrecido a los papás del niño ninguna ha sido aceptada hasta el momento, “no aceptan que el niño tiene problemas, dicen que ha tenido evolución y que esto es normal dentro de su tratamiento, no lo dudamos pero creemos que no está lo suficientemente atendido médicamente”, siendo una de las aclaraciones hechas por Participación Social que es el área encargada del acoso escolar en el IEA; se le ofreció un cambio de plantel pues la situación tampoco es buena para el niño pero los padres no han accedido y siendo un menor, sus tutores son quienes deben decidir por él.
Punto de vista de un profesional
Desde el punto de vista de un profesional en la materia, Mayela González, psicóloga de profesión y especialista en niños, aclaró que primero debería de hacerse un análisis orgánico para descartar que no tenga una lesión cerebral que cause esta conducta agresiva, ya que un trastorno de personalidad como tal no aplica en niños, pues a esa edad todavía no tienen formada su personalidad.
Si no hay algún componente orgánico que cause tal situación entonces seguramente es algo que proviene de casa, “si hay violencia en casa se exterioriza en su persona”, lo curioso para la especialista es que la madre se encuentre en apostura de negatividad aunque podría ser que ella también esté padeciendo algo grave y trata de ocultarlo”; por lo tanto el abordaje deberá ser desde el seno familiar.
En su opinión, el caso tendría que canalizarse con un paidopsiquiatra para que, en caso de ser causado por alguna lesión cerebral, se le trate con medicina, de lo contrario deberá atenderse toda la familia con un especialista.
Foto: Roberto Guerra
