Por: Sylvia Garfias
Decía mi abuela que a veces el traje no es a la medida, pero que con unas cuantas puntadas, bien que te ha de acomodar… y es que, en política como en el amor, hay que saber ceder cuando es necesario. Fueron largas las jornadas para posibilitar la armonización de la reforma político electoral en Aguascalientes, y es que no es fácil buscar una armonización sin armonía, de ahí que esta vez, fue plausible la disposición de legisladores de todos los partidos para sentarnos a la mesa y discutir el futuro, no solamente de los procesos electorales, sino de una vasta serie de temas que atañen a modificaciones, no menores, de nuestra Constitución Política en 27 artículos.
En una cancha donde no hay suelo parejo y donde la imposición ha sido la constante, era menester poner a prueba argumentos y sobre todo, brindar razones para legar a la sociedad de Aguascalientes un precedente digno de nuestro paso por el Palacio de Madero.
Así transcurrieron días intensos… con todo y domingo de partido mundialista, hasta llegar a un dictamen para establecer las nuevas reglas del juego para que los conciudadanos vean garantizada su voluntad en la representación del gobierno estatal, de los legisladores locales que nos sucedan, así como de los ayuntamientos. Dictamen constituido por las distintas corrientes ideológicas donde, al final, más de la mitad de las propuestas del Grupo Parlamentario de Acción Nacional fueron incluidas como producto de una defensa decidida y no de poca resistencia de algunos compañeros.
El saldo: una Fiscalía General con autonomía y transexenalidad, que en cristiano, no es otra cosa que un Ministerio Público blindado desde el mecanismo de su nombramiento para no obedecer intereses del gobernador o gobernadora en turno, y así poder cumplir sus funciones de manera expedita e imparcial; la posibilidad de que aquellos ciudadanos que no crean en los partidos políticos -válido y comprensible-, puedan competir por un cargo de elección popular; las bases para que puedan ejercer su derecho al voto los paisanos aguascalentenses que por no encontrar en su tierra expectativas para desarrollarse, o por cualquier otro motivo, están fuera del país; paridad en la conformación no solamente del Congreso de la Unión, Senado y congresos locales, sino también de los ayuntamientos.
El reconocer la disposición al diálogo, a analizar lo que al estado convenga es, sin duda, parte del cuidado de las formas en estos andares donde, he de confesar, no he sido la mejor si se trata de diplomacia y sutilezas, porque en este encargo legislativo, pocas veces he encontrado motivos para hacerlo. Ahora, confío en que la puerta que se ha abierto a partir de este ejercicio de equipo, sea una constante para buscar la viabilidad en otras propuestas que han de abonar, no solamente al prestigio de una Legislatura, sino a un marco legal justo para todos los sectores sociales así como a condiciones de vida y futuro alentadoras.
Confío en que el ánimo de acuerdos no sea -como también decía mi abuela-, llamarada de petate, y constituya un precedente de apertura que tanta falta ha hecho en el Congreso local.
*Legisladora y periodista. Comunicóloga de profesión, ha dedicado gran parte de su vida a conocer, estudiar y difundir el acontecer de los actores sociales en Aguascalientes y, ahora como diputada, a defender el interés colectivo para establecer un marco legal justo y fiscalizar que las instituciones de gobierno hagan su trabajo.
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