Por: Jesús Enrique Ramírez Ramírez
El marketing, como señalan Al Ries y Jack Trout en su obra “Las 22 leyes inmutables del marketing”, no es una batalla de productos, sino de percepciones.
La teoría del marketing político afirma que percepción es realidad. En una de mis clases en la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, discutíamos ese punto, si en efecto la percepción es realidad.
Un ejemplo claro, según se expuso, es cuando entramos a una bodega sin luz; al caminar en su interior lo haríamos con cautela, con miedo a encontrarnos con algún peligro, esta sensación es muy natural porque nuestros sentidos agudizan nuestro instinto de supervivencia. Si al caminar pisamos una cuerda de grueso calibre, una de las posibilidades que nuestro cerebro procesa de esa sensación se relaciona con la posibilidad de haber pisado una serpiente, la reacción no se hace esperar y actuamos como tal, corremos, intentamos ponernos a salvo, sin duda alguna.
Esta reacción está íntimamente vinculada con esta premisa de que percepción es realidad, percibimos que es una serpiente, por tanto reaccionamos en consecuencia, así se sencillo.
Los mexicanos estamos expuestos a una gran cantidad de hechos delictivos y a su reflejo, en ocasiones, exagerado; hemos acumulado una gran cantidad de mensajes que ya han predispuesto y modificado nuestra conducta.
Datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana del INEGI, revelan que los mexicanos hemos cambiado nuestros hábitos, en la medida en que se han incrementado los índices de delincuencia y de su percepción.
Siete de cada diez ciudadanos en el país, padece miedo permanente a ser víctima de los delincuentes, en tanto que el 57.7 vio o escuchó acciones de vandalismo, 40 por ciento supo del comercio de drogas por su vivienda y una de cada cuatro manifiesta haber escuchado detonaciones de arma de fuego.
Esta percepción de la realidad ha ocasionado el repentino cambio de conductas y hábitos, sobre todo en zonas urbanas del país. Los habitantes hemos desarrollado ya un miedo crónico a ser víctima de los delincuentes, mientras que esta intranquilidad se ha expresado en una menor confianza en las acciones de gobierno.
En cuanto al cambio de rutinas, esta encuesta que el INEGI levanta cada tres meses, encontró que 63.3 por ciento de la población de 27 ciudades capital, además de Tijuana, León, Acapulco, Cancún y el Distrito Federal, modificó sus hábitos por temor a la delincuencia; 49.3 por ciento cambió la rutina de caminar por alrededor de su vivienda después de las ocho de la noche; 46.6 por ciento cambió la práctica de dejar salir a los hijos menores y 32.8 por ciento la de visitar a familiares y amigos.
¿Qué ha pasado en Aguascalientes? Quienes vivimos en Aguascalientes hemos sido sobreexpuestos a una gran cantidad de delitos cometidos en prácticamente todos los ámbitos. El Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública reporta en sus estadísticas mensuales que, tan sólo en lo que va del 2011 a agosto del 2014, hemos padecido la comisión de 83 mil 866 delitos, de los cuales, casi la mitad (40 mil 553) han sido robos.
De este total de robos, tres mil 445 han sido con violencia en la modalidad de asaltos en la calle, en comercios, en casas habitación, en autos, en caminos vecinales; a este dato habrá que sumar que en este mismo periodo, hemos sido temerosos testigos de 175 ejecuciones, es decir, homicidios intencionales.
Si consideramos que estamos hablando de cifras oficiales, de denuncias hechas ante el ministerio público, debemos estar conscientes que por cada delito denunciado, hay tres o cuatro más que nunca se denuncian, entonces sí vemos que los ciudadanos tenemos la razón al vivir atemorizados.
Así vivimos, así percibimos nuestro entorno y, por tanto, como consecuencia vivimos en medio de un clima de inseguridad, por más que la esfera oficial se desviva por decirnos lo contrario.
Los delincuentes han rebasado a los cuerpos de seguridad y sus estrategias, por lo que se hace necesario con urgencia, la reestructura del sistema de seguridad para darle un nuevo orden y eficacia a este vital tema.




