En el contexto del Día del Médico, se celebró el Segundo Concierto de la Cuarta Temporada de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes. Me parece fantástico que diferentes gremios de profesionistas se involucren con la actividad cultural de Aguascalientes, es algo que, desde cualquier perspectiva, es necesario y reconfortante, eso está muy bien, lo que no me parece que esté bien es el hecho de que por ser patrocinadores del concierto, o no sé en qué contexto fue la participación de los médicos, y también ignoro si fue una asociación médica, algún hospital o simplemente fue la participación abierta de todos los médicos de nuestro estado, no sé de qué manera se habrá organizado, el hecho es que los organizadores se confundieron, pensaron que por estar auspiciando un concierto de temporada, eran los dueños del teatro por una noche. Tomaron posesión de la parte superior del vestíbulo, encadenaron los accesos y decidieron que nadie podía pasar, así que si uno de los que sí somos asiduos asistentes a los conciertos queríamos ir al baño o a la cafetería, teníamos que rodear para poder alcanzar nuestro objetivo. Tuve la disparatada ocurrencia de ir a la cafetería en el intermedio y un gorila se me paró enfrente y me impedía con modales muy poco finos el acceso por la escalera, como si mi intención de ir a la cafetería fuera equiparable a intentar ingresar clandestinamente al Pentágono o a la Casa Blanca, por fortuna las autoridades del Instituto Cultural de Aguascalientes pusieron orden (gracias Mauricio Berumen) y retiraron a la guardia de honor que custodiaba celosamente las escaleras del Teatro Aguascalientes.
Pero vamos a lo que nos ocupa y de verdad nos interesa, la música, su majestad la música. El programa para este segundo concierto quedó confeccionado de la siguiente manera: iniciamos con las Variaciones sobre un tema de Haydn, Op. 56 de Johannes Brahms. Después escuchamos dos obras del compositor sevillano Joaquín Turina, primero las Danzas Fantásticas y después del intermedio la Sinfonía Sevillana. El concierto fue dirigido por el maestro español Marc Moncusí. Es una programación que rompe los esquemas de lo que podríamos llamar convencional, es decir, un programa que inicie con una obertura, o cualquier obra de breve duración, continúa con un concierto y termina con la ejecución de una sinfonía. Si bien es cierto que la Variaciones Op. 56 de Brahms no es una obra de larga duración, tampoco tiene la brevedad de una obertura ni la estructura de una sinfonía, son ocho variaciones con el Tema Coral a San Antonio, estas variaciones están basadas justamente en un Coral dedicado San Antonio y atribuidas a Haydn y causaron una grata impresión en el compositor hamburgués, y terminan con un Finale: Andante. Es una obra deliciosa que resulta agradable y fácil de escuchar, aun para el lego, es fácilmente perceptible esa caricia a nuestros oídos.
Las Danzas Fantásticas de Turina es una obra que tiene elementos característicos del nacionalismo español, pretende llegar a las más íntimas raíces de la música andaluz, más allá de cualquier retoque comercial. Es una obra en tres movimientos: Exaltación, Ensueños y Orgía. En cuanto a la Sinfonía Sevillana, es también una construcción musical en tres tiempos: Panorama, Por el Río Guadalquivir y finalmente Fiesta de San Juan de Aznalfarache. Como vemos, las dos obras de Turina son de carácter descriptivo, por lo que no sería un disparate entender la Sinfonía Sevillana como un Poema Sinfónico.
El director, el maestro Marc Moncusí, cumplió cabalmente con el programa, trató fielmente las partituras que le tocó interpretar e hizo una versión muy cuidadosa, sin pretender ir más lejos de lo que la partitura propone, digamos que hizo una lectura muy ortodoxa y conservadora, y al no contar con la participación de un solista su trabajo se concentró absolutamente en el manejo orquestal, y como ya es una afortunada costumbre, la Sinfónica de Aguascalientes supo interpretar sin el mayor problema las indicaciones del director y sacar adelante este programa.
Es obvio que nuestra Sinfónica tiene un gran nivel, eso no está sometido a juicio, pero evidentemente nuestra máxima institución musical necesita, le urge, completar la sección de primeros violines, y perdón que sea reiterativo en este asunto, pero me parece una incuestionable prioridad. Por otro lado, también es necesaria la inclusión del principal de violoncellos que quedó vacante después de la jubilación del maestro Mareck.
Para la próxima semana, en el tercer concierto de temporada se presenta como huésped, el maestro Juan Manuel Lozano Franco, con un programa compuesto por La Gruta de Fingal de Felix Mendelssohn, el Concierto para Violoncello en re mayor de Haydn con la participación solista del maestro Orlando Esppinoza, integrante de la sección correspondiente de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y finalmente la Missa Brevis en do mayor; kv. 220 de Wolfgang Amadeus Mozart y con la participación del Coro de Ópera del Instituto Cultural de Aguascalientes. La cita con su majestad la música es el viernes 31 de octubre a las 21:00 horas en el Teatro Aguascalientes, la casa de nuestra Orquesta Sinfónica. Por ahí nos veremos si Dios no dispone lo contrario. Hasta entonces.
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