- Documentos en cajas y estantes viejos están causando daños a la salud de los trabajadores
- Evidencian que los documentos históricos están en total desorden
Según el Reglamento de los Sistemas de Archivo del Poder Legislativo del estado de Aguascalientes, el Archivo Legislativo es un órgano de la Dirección General de Servicios Parlamentarios que le corresponde regular, auxiliar y supervisar técnicamente la Secretaría General, Direcciones Generales, Departamentos, Contaduría Mayor de Hacienda; así como a los trabajos del Pleno y de Comisiones del Poder Legislativo.
Desde inicio del 2014 cuando se acordó la demolición del edificio donde se encontraba el Archivo, el Comité de Administración debía comenzar la búsqueda de un nuevo espacio adecuado para la organización del acervo legislativo, sin embargo, por la tardía de su reacción, éste tuvo que ser distribuido en los dos edificios del Poder Legislativo afectando a los trabajadores, quienes por meses se han quejado del tumulto de cajas empolvadas y estantes viejos.
Por parte del representante del sindicato de trabajadores, Omar Jorge López, se reconoció el malestar, pues las oficinas son pequeñas en comparación con toda la documentación que se tiene como acervo, sin embargo, dijo ya haberse dialogado con los directivos en busca de una solución, “es que la decisión no sólo es de Congreso sino también del INAH, porque se trata de material histórico, ellos nos aseguraron que ya están trabajando en encontrar un espacio adecuado, sí estamos un poco desesperados pero sabemos que sí están atendiendo el caso”.
Por el contrario, algunos trabajadores han externado su molestia y desesperación, pues ya están presentado daños en su salud como alergias al polvo que guardan los documentos en cajas, así como temor a que se caigan los estantes con los pesados cajones ya que algunos están sueltos y flojos.
Como presidente de la Comisión de Servidores Públicos, Oswaldo Rodríguez García, reconoció tener el conocimiento de las quejas pero no pueden transferir los documentos a cualquier espacio, pues primero se tiene que revisar la construcción, humedad, iluminación, temperatura, además de que no sea una finca retirada del Congreso, “no es cosa fácil porque la mayoría de las fincas del centro son viejas y no soportarían el peso del cúmulo de documentos”.
Se recordó ya haber elegido el espacio desde hace casi dos meses, pero al ser un segundo piso de un edificio un poco antaño, la dueña del inmueble corroboró con sus ingenieros, quienes le explicaron que por ser un material pesado (toneladas de papel), la construcción no lo soportaría y causaría graves daños en su estructura, “al final, casi cuando ya íbamos a firmar contrato nos canceló, así que ahorita estamos buscando otras opciones, de antemano pedimos una disculpa a los trabajadores por las molestias”.
Aseguró que fue tema de diálogo al interior del Comité de Administración hace dos semanas, en donde se reiteraron las voces de preocupación por no encontrar una finca adecuada, “estamos en proceso de solución, el problema es que son toneladas de papel archivados”, la única opción es que el nuevo espacio fuera de un solo piso, no tan retirado del Congreso, y muy probablemente no en zona centro.
El Comité se encuentra trabajando muy de la mano con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, para que con los conocimientos de la delegación se logre concretar la renta de un espacio antes de que concluya el año.
“Es un compromiso que hay que destacar, no estaba dentro del presupuesto, estamos viendo cómo, porque todos los demás edificios son muy caros”, la renta del espacio demolido estaba entre ocho y doce mil pesos mensuales, costo especial por tratarse de un Órgano Público, pero en realidad no hay edificios con esos costos en el centro histórico, todos los que han encontrado sobrepasan el presupuesto por más del doble.
Además de ser un espacio cerrado, con ventilación y amplio, el nuevo Archivo Legislativo debe contener estanterías y anaqueles especiales, programas de cómputo especializados y personal capacitado para el tratamiento de los documentos; los diputados se encuentran analizando la opción de proponer una plataforma tecnológica para su conservación, paralelamente a los documentos físicos, “es que es demasiado papel que después de muchos años ya ni es legible, si se tuviera una herramienta tecnológica mejoraría incluso su consulta”.
Mientras la “pelotita sigue pasando” entre funcionarios y autoridad, los trabajadores exigen una solución expedita, pues además de los daños a su persona, destacaron que los documentos “ya están todos revueltos por sin ningún lado”, siendo que en el Reglamento antes mencionado se define claramente en el artículo 13, que el Archivo contará con la estructura y organización interna que más convenga para el eficaz cumplimiento de sus funciones, “ellos mismos están quebrando la ley, no están cumpliendo y están afectando incluso la historia del Congreso”.




