- El Revolucionario Institucional quedó libre de culpas por la utilización de tarjetas bancarias
- El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación reforzó el fallo tomado por el extinto IFE
Sin vuelta de hoja, durante la madrugada de este jueves el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó que los 66.3 millones de pesos que el Partido Revolucionario Institucional aplicó en tarjetas Monex durante el último comicio presidencial no fueron utilizados para compra o coacción del voto.
Los siete magistrados concluyeron que esa suma no tenía origen ilícito y que el tricolor no había cometido delito alguno. En el pasado los partidos Acción Nacional, Movimiento Ciudadano y de la Revolución Democrática impugnaron la primera exoneración, emitida por el extinto Instituto Federal Electoral (IFE).
En ese entonces el diputado Cuauhtémoc Escobedo Tejada ostentaba la presidencia del Comité Directivo Estatal perredista en Aguascalientes. En entrevista dijo que el organismo colaboró con la captación de pruebas.
“Desde nuestro punto de vista esta resolución que acaba de tomar el tribunal no es otra cosa que una declaración abierta de que las autoridades están al servicio del poder, en este caso, Enrique Peña Nieto, jefe del Ejecutivo, porque las pruebas que aportamos para hacer la denuncia eran más que claras. Utilizaron recursos económicos para coaccionar el voto y crear situaciones de ventaja”.
La comisión investigadora del asunto señaló que el candidato priista había gastado cuatro mil 599 millones 947 mil pesos en ejercicios de proselitismo. El IFE desestimó esta imputación.
Escobedo comentó que el TEPJF se sumó a la lista de autoridades que se han negado a reconocer cómo Peña Nieto compró la Presidencia de la República.
“Queda claro que están cargados al lado del poder, que el presidencialismo que parecía en ocasiones aminorarse se pierde en una utopía. El presidencialismo sigue más vivo que nunca. También hay que tomar en cuenta las últimas resoluciones que ha tomado el INE sobre los recursos de impugnación que ha metido el PRD en contra del Verde y del propio PRI”.
Pese a todo, mencionó, la justicia electoral no se encuentra estancada sino inmersa en una etapa de retroceso, que incrementa la desilusión del mexicano hacia las instituciones.
–¿Qué pruebas aportó el comité que presidías en 2012?
–Hicimos un paquete en el que se incluían fotografías, videos, testimonios de todo el territorio del estado. Como en todo el país hubo mecanismos para coaccionar el voto, para presionar, para influir en la decisión de los electores.
“Usaron tarjetas Monex y tarjetas Soriana. Recuerdo claramente, en las colonias del oriente de la ciudad había filas de ciudadanos propensos a la compra y la coacción del voto. Es ridículo que después de años de gobierno se den este tipo de resoluciones”.
–¿Es válido desconfiar de las instituciones?
–Nosotros hemos hecho un esfuerzo por manejar un discurso de respeto a las instituciones: fueron creadas por los mexicanos, deben velar por el respeto de los derechos humanos. Pero la verdad es que a veces vemos que ese esfuerzo que estamos haciendo no es nada consecuente con las definiciones de las instituciones… piensan que tienen credibilidad cuando es otra cosa.
