- Por su cercanía con Aguascalientes, temen que incrementen los casos de jóvenes desaparecidas
- Autoridades judiciales y de seguridad pública responden con prepotencia y desconocen protocolos de actuación
Encarnación de Díaz, mejor conocido como La Chona, cuenta con una población de 51 mil 396 habitantes, al municipio jalisciense por su cercanía con Aguascalientes se le ha considerado por décadas uno más de su territorio de manera social, pues las autoridades no han aceptado su incorporación al mapa político de la entidad a pesar de las múltiples solicitudes de sus habitantes.
En un pequeño municipio se cree que la tranquilidad, la seguridad y el “no pasa nada” es factible y comprobable, sin embargo, desde hace aproximadamente tres años la situación real en materia de seguridad no corresponde con las declaraciones de sus autoridades; la delincuencia, la violencia y las desapariciones de personas son el pan de cada día de sus habitantes.
Algunos medios locales como Enlacemexico.info y El Informador de Guadalajara han destacado desde hace dos años la problemática que mantienen los municipios más alejados de la ciudad, como Encarnación de Díaz y Lagos de Moreno, haciendo énfasis que en un periodo de junio de 2013 a junio de 2014 se han encontrado al menos seis fosas clandestinas con un aproximado de 130 víctimas; donde el común denominador en las declaraciones de las autoridades (tanto del gobernador Aristóteles Sandoval, como del fiscal general Luis Carlos Nájera), es que las víctimas formaban parte de grupos delictivos o que se retiraron de sus hogares por voluntad propia.
El pasado 2 de febrero se inició la búsqueda de María Guadalupe Vázquez, una adolescente de 13 años de edad que cursa el segundo año de secundaria, quien según sus familiares y amigos nunca mostró intenciones de irse de casa, sino por el contrario “ella casi nunca salía de su casa, se la pasaba jugando videojuegos o en las computadoras con sus amigas”.
Con un semblante desencajado y voz quebrantada, Eduardo Vázquez, padre de la joven, explicó que el día 2 de febrero le pidió permiso a su madre para ir a las computadoras supuestamente porque ahí estaban sus amigas, luego alrededor de las 17:00 horas recibió una llamada para que la dejara ir a la plaza a tomar un café, “eso fue lo último que supimos de nuestra hija”. Al caer la noche asistieron al Ministerio Público del municipio a denunciar la desaparición, sin embargo, les negaron el apoyo pues tenían que esperar 72 horas para levantar el acta oficial.
Mientras se cumplía el plazo, los familiares y amigos comenzaron a moverse entre los alrededores del municipio encontrando la única pista: el novio de la joven, de nombre Alexis Echeverría. “El muchacho dijo puras mentiras, primero negaba que la había mirado, después le entregamos pruebas de que lo habían visto con ella y al último él reconoció que sí pero que la había dejado llorando ahí en la presa viva”.
Por falta de pruebas, el agente del Ministerio Público dejó en libertad al joven, a quien se le comprobó que su madre fue trabajadora del municipio y su padre un ex policía municipal dado de baja de la corporación por dar positivo en las pruebas doping. Al día siguiente de su declaración cambiaron de residencia él y su familia, “casualmente las autoridades no saben qué pasó con ellos, su casa está vacía y no saben nada de ellos”.
Además de dolor y preocupación, sus familiares aseguraron estar “llenos de impotencia” por no ver avance en la investigación, apenas una semana después de la denuncia, elementos de Seguridad Pública municipal levantaron lirio de la presa en busca de la joven; “las autoridades quieren esconderlo, pero la verdad es que cuando quitaron un pedazo de lirio encontraron dos cuerpos más que ni andaban buscando, pero de mi Lupita, nada”, señalaron amistades de la joven.
Hace una semana se efectuó una marcha en la plaza para presionar y llamar la atención de la autoridad, puesto que hasta la fecha el Ministerio Público no le ha informado ningún dato a la familia, más allá de que la investigación se había enviado a la Fiscalía General del estado, “si aquí no nos pelan menos allá que está relejos, a nosotros sólo nos importa saber qué pasó con Lupita, es desesperante no saber nada de ella”.
En un principio, la familia de María Guadalupe Vázquez se dirigió únicamente con el Ministerio Público pensando que recibiría apoyo, al no encontrarlo comenzaron la búsqueda con vecinos, amigos, familiares, conocidos y desconocidos tanto en La Chona, como Lagos de Moreno y Aguascalientes. La semana pasada el presidente municipal, Felipe de Jesús Romo Cuéllar, tuvo un acercamiento con el padre para ofrecerle su ayuda aconsejándole que fuera con el fiscal regional de Lagos de Moreno, pero hasta la fecha en ninguna de las partes ha encontrado respuestas positivas.
Una de las constantes en casos como éste, es la ausencia de explicación sobre los protocolos de actuación, la cual, como autoridad competente, el Ministerio Público debe de informar a los familiares de las víctimas, así como activar las alertas correspondientes, en este caso por tratarse de una menor de edad debió de activarse de manera inmediata la Alerta Ámber.
Tocándose reiteradamente la cabeza en muestra de dolor y malestar en la mandíbula, Eduardo Vázquez recordó a mitad de entrevista que el día de su desaparición su hija recibió un mensaje al celular “tuvo que haber sido el novio o alguien allegado a ella porque fue cuando salió con el pretexto de ir a las computadoras”, de ahí que se le exigiera al Ministerio Público la entrega de una lista de las llamadas y mensajes que hizo la joven antes de apagar el teléfono, sin embargo, se han negado a efectuarlo por supuesta falta de facultad.
Al no recibir respuesta asistieron directamente a la empresa telefónica pero las operadoras les manifestaron que sólo se podía hacer con una orden judicial del Ministerio Público, “por Dios, ya pasaron 15 días y nadie me quiere decir nada ni ayudar a saber qué pasó”, quebrando en llanto, acompañado de rabia e impotencia.
La denuncia oficial fue presentada en la procuraduría de Jalisco el día 4 de febrero del presente año, mientras que la mencionada Alerta Ámber fue activada casi 5 días después; por segunda ocasión salieron a manifestarse este miércoles 18 de febrero en la plaza principal frente a palacio municipal, encontrándose con elementos de Seguridad Pública “resguardando la entrada” para evitar cualquier paso de los familiares de la joven desaparecida.
Al acercarnos con el que se presentó como director de Seguridad Pública municipal, Gerardo Germán López Serrano, exigió la presentación de acreditación de medio, pues nosotros “qué hacíamos ahí”, con una actitud prepotente, aseguró que el tema lo traía la fiscalía no el municipio, a pesar de que el tío de la joven, Margarito Vázquez asistió son el oficial a pedir ayuda por la desaparición de su sobrina.
Mostrando su total ignorancia hacia los protocolos de actuación en materia de desaparición de personas, el servidor público negó rotundamente que durante la búsqueda de María Guadalupe Vázquez se hayan encontrado otros cuerpos, “es mentira, aquí está totalmente tranquilo, no pasa nada”.
Al cuestionarle sobre cómo estaba la seguridad en Encarnación de Díaz, aumentó el nivel de voz pidiendo que se le preguntara a la ciudadanía pues era ella quien tenía la razón; al mostrarle el sondeo realizado por La Jornada Aguascalientes donde se manifestaba el temor que tienen de que sus hijas sean secuestradas o asesinadas, López Serrano se tornó nervioso, molesto y con respuestas sin coherencia.
“La inseguridad nosotros mismos la hacemos como ciudadanos, yo no tengo escoltas ni mi familia ni el alcalde, si yo trajiera escoltas pos ahí sí yo indicaría que hay inseguridá en el municipio pero no es así, aquí está todo tranquilo”.
A un costado de la presidencia municipal, en la planta alta de una finca antigua con barandal despintado negro, se ubica la Agencia del Ministerio Público Región Altos Norte señalada por un pequeño letrero maltratado; para subir hay que caminar por una planta vacía, sin luz ni ventilación, las oficinas son un par de escritorios y cinco secretarias.
Nos recibió nervioso el agente del Ministerio Público de San Juan de los Lagos, Hernán Orozco García, quien puntualizó que el caso fue trasladado el martes pasado a la delegación de Lagos de Moreno por ser la agencia general, “se pasó para allá para darle mayor transparencia a la investigación, vayan allá igual les pueden dar más información”.
El agente desconocía todos los cuestionamientos de los protocolos de actuación y seguimiento de una denuncia/investigación por desaparición de personas, esto a pesar de que su cargo lo desempeña hace más de tres años.
De forma generalizada, las autoridades de Jalisco, Aguascalientes y Zacatecas (entidades con mayor cercanía entre sí), declaran que las desapariciones son por falta de valores y no porque realmente exista un problema de seguridad; en el caso de nuestra entidad algunas organizaciones civiles han mantenido plena comunicación con el municipio de Encarnación de Díaz, puesto que por su cercanía con Aguascalientes temen que se trata de alguna red de trata de personas o simplemente de algún grupo de delincuencia organizada.
La lista oficial del Ministerio Público no plantea una alerta de seguridad, pues señalan sólo “un par de hechos aislados”, pero los habitantes hablan de más de 37 jóvenes, en su mayoría adolescentes mujeres, que desde hace más de seis meses desaparecieron “como si se los hubiera comido la tierra”.
Lo que se observa, es que tanto en nuestros vecinos estados, como en Aguascalientes, esta situación ha vulnerado a cientos de familias, donde por considerarlos uno más en las cifras oficiales, dejan de lado el dolor, la agonía y la desesperación de no saber el paradero de sus familiares.
