12 C
Mexico City
viernes, diciembre 5, 2025

Bajo la superficie / Ciudadanía económica

Te podría interesar

Con los violentos acontecimientos del viernes 1º de Mayo en Jalisco y otros estados del centro occidente, el crimen organizado demostró, además de precisamente organización, contar con poder suficiente para ser capaz de retar al Estado. El fracaso de la “Operación Jalisco” dejó muy mal parada la imagen de las organizaciones estatales de inteligencia y seguridad, afectando de paso al ejército federal mexicano. La organización y fuerza no son facultades gratuitas. La solvencia económica de los grupos dedicados al narcotráfico en el occidente del país, sin embargo, podría no ser suficiente para explicar su poderío. Pero, entre el enorme distractor mediático de la gesta pugilística Pacquiao-Mayweather y el puente vacacional, se diluyó la dimensión e importancia de lo sucedido.

Aún sin disiparse el humo de lo sucedido el día anterior, el sábado 2 de mayo, el diario “La Jornada” reveló que la deuda neta total del sector público, incluida la externa e interna, se ha elevado 33% en lo que va de la actual administración federal. Según revelan los informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sobre finanzas públicas y deuda pública correspondientes al primer trimestre de 2015, la deuda neta total del sector público que en diciembre de 2012 ascendía a 5.4 billones de pesos, se elevó a 7.1 billones de pesos en marzo de 2015. Esto es, un aumento equivalente a 111,550 millones de dólares.

Más allá de la necesidad de cubrir los faltantes de ingresos debido a la reducción de los precios internacionales del petróleo, la economista, actriz, escritora y activista social, Ana Colchero, apuntó hacia una nota publicada en la revista “Proceso” donde se destaca que el “gobierno de Enrique Peña Nieto compró equipo militar a EE.UU. por más de 1,300 millones de dólares en menos de un año”. Según los documentos del Pentágono, que el semanario asegura tener y en los que J. Jesús Esquivel respalda el reportaje especial publicado el 28 de marzo de 2015, ”se trata del equipo bélico proporcionado al Gobierno mexicano por el Departamento de Defensa y sus contratistas privados al margen de la Iniciativa Mérida, el acuerdo de seguridad entre EE.UU. y México destinado a combatir el narcotráfico y el crimen organizado. (…) el inusual gasto casi triplica el del equipo y tecnología militar que Washington ha suministrado a México desde 2007 en el marco del Plan Mérida.”

El tema que en esta ocasión comparto en esta columna, es sumamente complejo y no resulta factible agotarlo en una sola entrega. Es preciso conocer mejor la historia y el proceso de gestación del poder del narcotráfico que hoy tanto preocupa. Para comenzar, a continuación copio literalmente algunos pasajes de los antecedentes del narcotráfico en México que da a conocer Jaime Ayala Ponce en “El líder que esperamos”:

“En los años veinte, Meyer Lansky se trasladó a la  frontera con México para organizar los puntos de entrada de licor y  estupefacientes que llegarían de contrabando. (….) dicho personaje trabajaba en estrecha combinación con William  Stephenson —representante de los intereses de la oligarquía británica que  controlaba desde Canadá el contrabando del licor por medio de la familia  Bronfman—. Stephenson es el que negoció en su momento, como  emisario de Winston Churchill, ante el presidente Roosevelt para  establecerse dentro de los E.U. para realizar operaciones conjuntas con el  FBI y la inteligencia militar estadounidense.”

“(…) Para el año de 1931 llega a México, como prófugo de la justicia de los  Estados Unidos un miembro de la mafia, un personaje ampliamente  conocido en el medio de Hollywood y Nueva York. Su nombre: Alfred C. Blumenthal, quien finalmente decidió en  1941 quedarse a vivir de manera  definitiva en nuestro país. Según los historiadores e  investigadores sobre el tema, Blumenthal se convertiría en el  representante y enlace en México de Arnold Rothstein. Recordemos que  éste señor fue el que conjuntamente con Joseph Kennedy organizaron el  acuerdo con las destilerías británicas para introducir el licor de  contrabando a los E.U. De esta forma los nombres de Rothstein,  Blumenthal y Lansky dieron inicio a lo que hoy conocemos como el  moderno turismo mexicano que cobró auge en el tiempo de Miguel  Alemán, con las grandes inversiones en Acapulco y otros lugares de  importancia turística en el país.”

Blumenthal trabajaba en coordinación con Benjamin “Bugsy” Siegel,  quien desde el estado de California —al otro lado de la frontera—  controlaba el famoso “corredor Sinaloa Sonora” de estupefacientes  México–E.U. “Siegel, quien en 1930 había creado junto con Meyer  Lansky la pandilla conocida como “Asesinatos, S.A.”, tenía como  hombre de confianza del lado mexicano de la frontera a Johnny Alessio,  que operaba desde el hipódromo de Agua Caliente, en Tijuana, y a quien  en los años setenta el propio Alemán, en su calidad de presidente del  Consejo Nacional de Turismo condecoraría “por sus méritos” en pro del  turismo mexicano.(…)  Con Alessio llegaron a México otros mafiosos, como Bruno Pagliai,  quien después de dirigir casinos para “Bugsy” Siegel y dirigir el  Hipódromo de las Américas (en la capital mexicana), terminó como un  acaudalado empresario en su calidad de testaferro de Miguel Alemán”. ”( The New Benjamin Franklin House, “Narcotráfico S.A. La nueva Guerra del Opio”, 1985. N.York, pág, 341)

“(…) De hecho podemos situar el año de 1941 cuando el narcotráfico toma  carta de naturalización entre nosotros con la llegada de los personajes del  crimen organizado de los EE.UU. a nuestro país. Algunos analistas aseguran  que con la Segunda Guerra Mundial y nuestro involucramiento, se dio  una especie de pacto secreto entre los gobiernos de ambos países —  México–EE.UU..— para que se produjeran en nuestro territorio amapola  (morfina y heroína para uso médico) y mariguana para los combatientes.”

Hasta aquí nuestra cita por el momento.

 

ciudadania.economica@gmail.com                                               Twitter: @jlgutierrez

 

RELACIONADOS

Enrique Eduardo Palos — “El guardián fiel de la portería felina”

Trayectoria desde Aguascalientes hasta la élite Enrique Palos nació el 31 de mayo de 1986 en Aguascalientes, Aguascalientes. Como guardameta, desarrolló gran parte de su carrera...

José Manuel Abundis — “La Máquina” que marcó una época en Toluca

Carrera como jugador: goles, títulos y gloria José Manuel Abundis Sandoval nació el 11 de junio de 1973 en Guadalajara, Jalisco. Fue un delantero incisivo, conocido por...

Aldo de Nigris — El ‘9’ regiomontano que dejó huella en Rayados y el fútbol mexicano

Orígenes y primeros pasos Aldo de Nigris — cuyo nombre completo es Jesús Aldo de Nigris Guajardo — nació el 22 de julio de 1983 en...

Santiago San Román: El arquitecto que llevó a Toluca a la gloria

En el vertiginoso mundo del fútbol mexicano, Santiago San Román emerge como una figura transformadora. Nacido el 21 de septiembre de 1991 en la Ciudad de México, este ex centrocampista no...

Pepe del Bosque: El analista que revolucionó el periodismo deportivo

En un mundo donde el periodismo deportivo a menudo se reduce a gritos y escándalos, Pepe del Bosque emerge como una voz fresca y profunda. Nacido en la...

“Tenemos que generar otra idea de mundo, ese es el trabajo del feminismo hoy”: La huella de Rita Segato en la FIL Guadalajara

Mientras Rita Segato se preparaba para una rueda de prensa en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), esperaba un encuentro más cercano, sin saber que...
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Recientes en LJA.MX

Enrique Eduardo Palos — “El guardián fiel de la portería felina”

Trayectoria desde Aguascalientes hasta la élite Enrique Palos nació el 31 de mayo de 1986 en Aguascalientes, Aguascalientes. Como guardameta, desarrolló...
- Advertisement -spot_img

MÁS INFORMACIÓN EN LJA.MX

- Advertisement -spot_img