Recuerda aquel lejano 1994 cuando el país, como ahora, se encontraba sumido en una crisis sociopolítica y económica, con los demonios sueltos y la inminente colombianización, tan cerca de alcanzar el primer mundo y tan lejos de la verdad; sin el apoyo de las redes sociales y con unos medios electrónicos incapaces de dar puntual seguimiento a los sucesos con toques bélicos, nos enfrentábamos a una realidad que por más que se quiso ocultar, no fue posible maquillar tantas cosas a la vez. Si bien una sociedad acostumbrada a vivir al filo del colapso, pocos momentos como ese.
Hace 21 años el PRI-gobierno mostraba su lado más cruento desde aquel 17 de julio de 1928, cuando Álvaro Obregón militante del Partido Laborista Mexicano, después Partido Nacional Revolucionario y ahora el mismísimo tricolor, pierde la vida en aquel atentado al sur de la Ciudad de México, por cierto, nunca se sabrá si fue un crimen de Estado o no. Ese 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California se repetía el hecho, un político relacionado directamente con el partido en el poder era asesinado por un homicida solitario. Insisto, aun sin redes sociales la noticia de la muerte de Luis Donaldo Colosio invadió los medios disponibles en ese momento, lo que ocasionó mayor inestabilidad, confusión y el desplome de la economía que de por sí estaba sostenida por pinzas. En aquella ocasión el revuelo fue mayúsculo, el candidato a la presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional había sucumbido ante el arma “solitaria” de Mario Aburto, y la leyenda nació, aun sin saber si realmente era la persona indicada para tomar las riendas del país, la sociedad le confirió el estatus de mártir político, el hombre se convirtió en la esperanza mal lograda de México.
Y así cabalgamos por el fangoso camino de la política nacional, resignados, esperando a que un milagro pasara, sin serios propósitos de revelarnos contra la dictadura perfecta (diría Luis Estrada) dejamos que las cosas fluyeran y el PRI-gobierno regresó a la silla presidencial y con este, los discursos ya escuchados y las truculentas fechorías de algunos de sus militantes.
Ahora en 2015 el PRI con las piezas en su lugar, un INE alineado, instituciones preparadas para apoyar en lo que sea necesario con tal de ganar espacios políticos, candidatos sin compromiso y una verdadera confusión, las condiciones están dadas para triunfar en las elecciones a pesar de lo que decida la sociedad. Y para muestra tres botones, tres Colosios sin tanta cobertura mediática, pero asesinatos a final de cuentas.
Enrique Hernández, exlíder de los autodefensas en Yurécuaro, Michoacán, candidato a la alcaldía por Morena fue asesinado el pasado 14 de mayo en pleno mitin proselitista, así, como a Colosio; presuntos responsables, ninguno, líneas de investigación muchas, respuestas, ninguna; en fin, la historia de siempre.
Ese mismo 14 de mayo, Héctor López Cruz, candidato a noveno regidor en Huimanguillo, Tabasco, por el PRI fue asesinado afuera de su casa por un grupo de hombres que a la fecha siguen sin ser identificados. Nuestro segundo Colosio, y este sí pertenecía al partido en el poder.
El tercero, Ulises Fabián Quiroz, candidato a la alcaldía en Chilapa, Guerrero, por el PRI-PVEM fue asesinado el pasado 1 de mayo cuando se dirigía a hacer actos de campaña.
Tres candidatos a puestos de elección popular asesinados en un mes, en localidades controladas por el crimen organizado, hechos que demuestran el desgaste de las instituciones y la poca gobernabilidad que padecemos en toda la República. Si en aquel 1994 nos escandalizó la muerte de Colosio, ahora nos debería preocupar más los hechos que reportan los medios de información, sin embargo, y gracias a la “costumbre” de escuchar ese tipo de acontecimientos le aseguro, querido lector, que ya está dentro de la cotidianidad del México contemporáneo, o dígame usted, ¿realmente supo de los tres asesinatos, le impactó la noticia, se generó un revuelo nacional como en aquel 94? Seguramente me dirá que no es lo mismo un candidato presidencial a estos candidatos a alcaldías y regidurías; a final de cuentas son vidas, políticos o no, corruptos o no, conocidos o no, pero la historia se recicla y se adereza con nuevos detalles que la hacen más denigrante; le explico. Seguramente no es un caso aislado, pues todos los candidatos a diputados federales tienen derecho a tomarse unas copitas, el pasado sábado 16 de mayo Liliana Gaytán, militante del PT y aspirante a representar a los ciudadanos de Coahuila en la cámara baja en la próxima Legislatura, fue detenida por manejar su vehículo sin placas, a exceso de velocidad y además por haber impactado un auto que se encontraba estacionado, la futura lady congreso, como buena política, discutió y discutió hasta que las autoridades se cansaron de escuchar, y su partido como era de esperarse se deslindó de toda responsabilidad, qué raro, ¿no cree?, primero las abanderan, les dan la “patadita” de la suerte y luego, antes de que cante el gallo son negados dos veces.
¿Qué me dice de los candidatos del PAN a la gubernatura de Querétaro? el ahora famoso Pancho Domínguez y del candidato por el mismo partido a la gubernatura de Baja California Sur, Carlos Mendoza y su ya conocida conversación referente al jugoso patrocinio de 30 millones que recibirán del Kors, hermoso no cree.
Tan hermoso y conmovedor como la imagen que filtraron en twitter donde Manuel y Anahí regalan la temporada completa de Rebelde a una mujer que rompe en lágrimas de la emoción.
Los tres Colosios son noticia, pero las farsas son muy delicadas, que decir de nuestros grises candidatos, del partido que usted me diga, todos cortados por la misma tijera, definitivamente los representantes de los partidos políticos en la entidad siguen pensando que con llenar de basura las casas con propaganda, invadiendo los cruceros con lonas y botargas, contaminando auditivamente las calles con la canción de moda con letra modificada para que rime con el nombre del candidato y con el vacío de propuestas, con eso y la despensa obligada creen que van a convencer a la sociedad… Oiga, no se deje, exija respeto, uno de esos personajes se supone que nos va a representar en la Cámara de Diputados, será nuestro empleado, ganará al mes lo que ni usted ni yo ganamos en un año, quiere seguir con la farsa o le ponemos un alto a estos ciudadanos que de plano no tienen compromisos y sólo dejan ver claramente su falta de experiencia política y sus ambiciones personales.
Twitter: @ericazocar




