- Programa indispensable para el desarrollo integral de los mexicanos
- Tenemos una programación especial para los niños de la primera infancia y para adolescentes: Susana Ríos
Ver a cientos de niños atraídos por las historias que les narran los cuentacuentos o disfrutar de juegos educativos, puestas en escena con personajes mágicos, escuchar a grupos musicales o dibujar algún héroe, son parte de las experiencias que durante 20 años ha compartido el equipo de Alas y Raíces.
La coordinadora nacional de Desarrollo Cultural Infantil, Susana Ríos, afirmó que el acceso a los bienes y servicios culturales de toda la infraestructura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes es indispensable para la formación integral de las personas, sean niños, adolescentes o jóvenes universitarios.
Ríos Szalay precisó que Alas y Raíces es un programa especial que toma en cuenta los intereses de los niños, sus necesidades, sus derechos, razón por la cual consideró “indispensable” este programa: “Cómo podemos pensar en una formación integral que no considere la música, las artes visuales, el cine, la plástica, la danza. Claro que la educación primaria tiene su propio programa de enseñanza artística, pero siempre hay algo que se puede aportar a lo que se enseña en el aula y que es la oportunidad de participar en experiencias que a veces nos la ofrece un museo, pero para ir a ese recinto se necesita la mediación de otros expertos”.
Al recordar la conformación del programa Alas y Raíces, Susana Ríos manifestó que hace 20 años surgió con la intención de facilitar a la población infantil el acceso a los bienes y servicios culturales como una vía para su desarrollo y formación integral, este programa fue creado conjuntamente con la SEP porque se consideró que este tipo de experiencias de los niños, en contacto con las artes y en el terreno de la cultura que es amplio, fueran experiencias que les permitieran a los infantes complementar la educación que reciben en las aulas.
Recordó que el programa Alas y Raíces desde sus comienzos ha tenido interacción con otras áreas del Conaculta, “no hemos sido una isla, sino un programa que se conecta con el INAH, el INBA, con sus museos, con la Dirección General de Publicaciones, con la Biblioteca Vasconcelos y la México, y a su vez los programas estatales se conectan con otras instancias educativas y culturales para llegar a más niños.
Al referirse al uso de la tecnología, Susana Ríos comentó que ya cuentan con el programa Alas digital, el cual consiste en aprovechar lo último en tecnología y “ahora que son más las personas que tienen un celular puedan tener a su alcance la página de Alas y las apps que Alas digital produce para las distintas edades, de los cero a los 17 años”.
Incluso, refirió que una de esas apps fue nominada como la mejor de América Latina: “nos compromete a seguir haciendo cada vez un uso más creativo de estas nuevas tecnologías”. Cabe señalar que el año pasado recibieron más de 13 mil visitas en redes sociales, páginas y aplicaciones, “no sólo de México, sino de China, España, Francia”, donde se tienen visitantes en las opciones de internet.
Por qué Alas y Raíces
Sobre los principios motores del programa, comentó que en el campo de la cultura y las artes hay muchas maneras para que los niños se eduquen, “que eduquen su oído, su mirada, el sentido del gusto, su sentido de pertenencia, de ahí que este programa se llama Alas y Raíces, porque es un programa que busca dar alas a la imaginación de los niños, que es muy rica pero que tiene que nutrirse, dar alas a su deseo de aprender, de saber más, porque su curiosidad es enorme”, todo les interesa a partir de cierta edad.
Siendo las raíces culturales “las que nos permiten tener un sentido de pertenencia a determinada ciudad, a una cultura, a un país, pero también nos referimos a las raíces individuales, a las de nuestra personalidad, que son esas experiencias que tenemos desde que nacemos. Entonces, tratar que los niños tengan experiencias gratas, pero también que les permitan descubrir y enriquecer su vida interior.
Interés de los papás
En un breve balance de los primeros 20 años del programa, Susana Ríos reconoció que sí ha tenido una influencia porque ha despertado el interés de los papás, “son ellos quienes llevan a los niños a los festivales que les proponemos, a los talleres, a las actividades, pero también los niños los disfrutan”.
“Son las actividades en sí mismas las que despiertan interés y más ahora que tenemos una programación especial para los niños que se encuentran en la etapa de la primera infancia. Otra para los de edad escolar, esa programación ha existido en estos 20 años, pero también tenemos una nueva programación para adolescentes, las cuales también son un atractivo”.
Derechos del niño
Se hacen muchos esfuerzos de diversa índole, pero todavía hay niños que no ejercen su derecho a jugar, su derecho a descansar, el derecho al esparcimiento, el derecho a participar en actividades artísticas y culturales. Quién no sabe que a los niños les gusta jugar o qué es bueno que los niños jueguen, todavía no hay la suficiente conciencia de que no sólo es algo que les gusta o es propio de los niños, sino que es un derecho. Es una necesidad sicológica y es una necesidad física que tienen de moverse, de experimentar, de explorar el mundo en que viven, de convertir una casa o cualquier objeto en algo para jugar.
“Nuestro programa tiene ese enfoque de derechos humanos y el que a nosotros nos toca es el derecho de los niños a la cultura, pero es importante señalar el componente del juego y del esparcimiento, por eso nuestros programas combinan, desde los inicios de Alas y Raíces, el juego, la diversión, el entretenimiento, pero también la parte formativa”, apuntó la coordinadora nacional.
Otro de los aspectos a los cuales se le da importancia es la diversidad, por lo cual Susana Ríos recordó el proyecto Baúles con Alas y Raíces, al cual invitaron a los menores de edad representantes de todo el país a fin de enviar lo más representativo de su localidad y así las demás personas conocieran lugares, vestimenta, tradiciones y gastronomía.
Otro programa destacable es el de las muestras regionales de teatro hecho por niños, donde cada estado pone gran entusiasmo para que las obras que los representan sean realmente de lo mejor.
Consideró importante que los niños no sólo sean espectadores, sino que en la medida de sus posibilidades, de su edad, puedan crear y les demos la libertad de expresarse. Los niños nos pueden sorprender con sus dibujos, nos pueden sorprender con obras de teatro, y si les damos la oportunidad de participar en un taller de animación, nos pueden sorprender con sus cortos.
Con información de Conaculta




