Siempre me he sentido orgulloso, e incluso presumo la oferta cultural de Aguascalientes, es una ciudad media, y sin embargo, tiene una actividad cultural más generosa que algunas ciudades más grandes, evidentemente, disfruto de este perfil cultural de mi ciudad, me considero un entusiasta consumidor de la cultura que se genera en esta “tierra de la gente buena”, lamentablemente sucede con alguna frecuencia que las fechas y horarios impiden que quienes gustamos, en este caso concreto de la música, podamos responder a la convocatoria. Esto sucedió el pasado viernes 21 de agosto, con el segundo concierto de temporada de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y la inauguración del Séptimo Festival de Jazz, lo mismo sucederá la próxima semana, el viernes 28 de agosto, cuando la Sinfónica nos presente la Gala de Ópera, que coincidirá con el concierto de clausura del Festival de Jazz, ambos eventos son de una importancia incuestionable y para quienes amamos la buena música en sus diferentes presentaciones, sería fabuloso poder asistir a los dos lugares, pero evidentemente, esto será imposible, lamentablemente no tenemos el don de la bilocación y tendremos que elegir a dónde ir, que en mi caso será, por supuesto, al concierto de la Sinfónica, y me quedaré con las ganas de estar presente en la clausura del Festival de Jazz. Yo entiendo que frecuentemente las agendas de los artistas dificultan una buena programación, no sé si sea este el caso, probablemente. Por otro lado, es verdad, el Festival de Jazz siempre ha coincidido, por lo menos con uno de los conciertos de la Sinfónica, por lo que hasta el año pasado, el Festival se traslada al Teatro Aguascalientes para ensamblarse con el concierto de la Sinfónica, y así salíamos todos contentos, este año no fue así, por lo que no nos queda más que elegir qué hacer.
Pero vamos al segundo concierto de temporada de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, inició con la Obertura Primavera del maestro Arnulfo Miramontes, me parece una decisión muy afortunada programar música de este importante compositor mexicano, que sin ser nativo de Aguascalientes, aquí fue en donde echó raíces, de hecho, allá por 1922, él era el director de la primera versión de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, por lo que me parece que nuestra máxima entidad musical, tiene un compromiso especial con su obra, sería maravilloso que se siguiera programando su música.
Después de la obertura Primavera, escuchamos una soberbia ejecución del Concierto para Piano y Orquesta No. 3, Op. 50 de Dmitri Kabalevsky, dividido en tres movimientos: Allegro molto, Andante con moto, y Presto. El solista fue el maestro Cristián Arriaga Jiménez, muy joven, no sé qué edad tiene, pero viendo su currículum no deja de sorprender que apenas en el 2012, es decir, hace sólo tres años, inició su preparación musical y ya está tocando una partitura que no es en absoluto un dulcecito fácil de digerir, de hecho, fue este justamente su debut como solista. El concierto Op. 50 de Kabalevsky está diseñado precisamente para ser ejecutado como concierto de debut de jóvenes pianistas, me parece muy afortunado que el maestro Revueltas haya preparado este repertorio para el debut en un concierto oficial con una orquesta profesional para el joven Cristian Arriaga Jiménez, que definitivamente supo aprovechar las posibilidades que ofrece el concierto de Kabalevsky, pensado y dispuesto para que el pianista tenga sus momentos de gran protagonismo y de lucimiento casi pirotécnico, con el evidente riesgo de que si no se tiene la solvencia necesaria se exhiban sus carencias sin misericordia, pero no, el maestro Arriaga entendió perfectamente de qué se trata el asunto, tiene, por supuesto la solvencia técnica y la sensibilidad a punto para abordar cualquier repertorio que se le presente, sin duda estamos ante un futuro gran pianista, no tengo la menor duda, e insisto lo que comenté en este espacio la semana pasada, qué bueno que nuestra Sinfónica esté preocupada por impulsar y abrir foros para estos nuevos talentos.
En la segunda parte del concierto, después del intermedio tuvimos la oportunidad de disfrutar de una de las más impresionantes y célebres páginas orquestales, sin duda habría podido estar incluido este título en la temporada pasada, que versó sobre obras colosales, pues inobjetablemente lo es, es un auténtico coloso de la música, me refiero a Las Leyendas, Op. 22 de Jean Sibelius, también conocidas como Suite Lemiminkäinen, o Cuatro Leyendas Kalevala, música con un carácter lúgubre, sombrío, profundo, absolutamente intenso. Este tipo de obras son fascinantes, porque más allá de hacer una lectura correcta, sobria y fiel de la partitura, el objetivo es interpretar, con todo lo que esto significa este monumento orquestal, saber entender desde lo más profundo de la obra, el espíritu, la esencia de lo que el compositor ha pretendido decir y lograr sacar ese carácter de la orquesta, que es, finalmente, el instrumento que el director interpreta.
Para la próxima semana la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes nos presenta la Gala de Ópera con un elenco compuesto la soprano Mónica Abrego, la mezzo Solanye Gaignet, el tenor Jorge López Yáñez, y el barítono Marco Rodrigues. La cita con su majestad la música es el viernes 28 de agosto a las 21:00 horas, en el Teatro Aguascalientes, la casa de la Orquesta Sinfónica. Por ahí nos veremos, si Dios no dispone lo contrario. Hasta entonces.
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