- El cuarteto jalisciense considera que el público aguascalentense es entusiasta y participativo
- Lo que nosotros hacemos no es puramente jazz, es más una mezcla de lo que somos cada uno, se llama jazz por el lenguaje con el que creamos nuestra música
Compartir su música, aprender y conocer personas son los principales objetivos que los integrantes de Quarteck Johnson tienen para este séptimo Festival de Jazz Aguascalientes; una agrupación nacida en 2011 por jóvenes maestros de música originarios de Guadalajara, Jalisco.
A su llegada al estado, reconocieron su entusiasmo por volver a contactarse con el público aguascalentense, ya que lo consideran “entusiasta y participativo”, contrario a lo que se puede encontrar en su ciudad natal, conocida por tener a un público difícil para todos los géneros, no sólo el jazz.
Hugo Mijangos (guitarrista) y Julio Lara (bajista) destacaron que desde hace tres años que asistieron al festival esta entidad ha repuntado en la escena musical del jazz, “esto es de luchar y no dejarse vencer, por eso regresamos con fuertes expectativas; compartir nuestra música, aprender mucho de todos y conocer nuevos públicos”.
Para Jorge Cárdenas (guitarrista) este tipo de festivales son oportunidades para encontrar un espacio de retroalimentación entre músicos y públicos, porque son estos últimos los que al final tiene la última palabra de lo que escucha y ve. “Estar con músicos de diferentes lugares, con distintos puntos de vista y enfoques, pienso yo que da un punto de partida para crear nuevas cosas”.
Alex Niegman es el más joven de los integrantes, pero un baterista consolidado con el interés de consumir y sorprenderse de lo variado que puede ser el rumbo de la música, sobre todo del jazz que ha desarrollado conforme pasan los años, como un pretexto para nuevos estilos musicales.
Si bien Guadalajara es una de las ciudades más grandes de la región, el público no es tan abierto a las nuevas propuestas, “no queremos generalizar pero sí hay muchos sectores muy difíciles de llegar”, mientras que en estados como Aguascalientes, el entusiasmo y la participación del público es estimulante.
A pesar de la existencia de una gran cantidad de foros y espacios para agrupaciones como Quarteck Johnson, pocas veces se utilizan al cien por ciento, ya que desde la experiencia de estos jaliscienses, no son muchos los que se atreven a disfrutar de propuestas nuevas fuera de lo común y cotidiano; contrario a lo que pasa con el jazz tradicional. Jorge, quien está más apegado al estilo de jazzista clásico, subrayó que el público ya está muy definido, por eso proyectos como Quarteck Johnson tienden a ser más difícil en su consumo, “en general, el mundo jazz son pequeños, son recitales más que conciertos grandes, porque el jazz requiere de silencio, de prestar más atención que interacción con el público”.
“La primera explicación que se me viene a la mente del porqué es difícil esto, es porque en muchas ocasiones el público busca la melodía de las palabras y al no encontrarla lo catalogan como una música aburrida”, aunque destacó Hugo, históricamente el jazz se creó como signo de fiesta, rebeldía y diversión.
“Lo que nosotros intentamos es dejar un rastro de qué estamos tocando, quiénes somos y qué hacemos, por eso nuestro estilo es mucho más digerible”, por ser cuatro maestros jóvenes, de no más de 30 años, cuentan con estilos muy distintos que van desde lo clásico, el rock fresco hasta un poco de reggae y funk, “lo que nosotros hacemos no es puramente jazz, es más una mezcla de lo que somos cada uno, se llama jazz por el lenguaje con el que creamos nuestra música”, coincidieron en que el jazz es más un pretexto como formato para que alrededor de la improvisación y armonías, se adhieran otros géneros como el rock, postrock, progresivo, reggae y funk, lo que suma a la fusión musical llamada Quarteck Johnson.
Su historia inició en los salones de una institución donde para agosto del 2011, Julio y Hugo comenzaron como compañeros de trabajo, como maestros de música, un día por diversión montaron un cover al que se unió el exbaterista Luis Gallardo y posteriormente el clásico jazz de Jorge. Sin percatarse en qué momento se convirtieron en un grupo decidieron cambiar de escenario y crear al Quarteck Johnson. Tiempo después, sale el baterista y lo releva Alex, alineación con la que aseguran será la definitiva por la unidad con la que trabajan.
“Buscamos abrirnos puertas, porque no es fácil, luego tocas puertas y te las cierra, te inscribes en festivales y nunca te responden, en fin, tienes que hacer mucho ruido para hacer ver entre el público”, algo que señalan como un elemento básico dentro de una agrupación musical, sobre todo del género del jazz, es la innovación. Hay proyectos que al salir tienen mucho éxito pero conforme pasa el tiempo si no entregan nuevas opciones a su público, éste se cansa y deja de consumirlo, “tienes que rascar siempre más, darle nuevas cosas a tu público y a la propia agrupación”, esto para no perder la empatía grupal.
El día de hoy, este cuarteto jalisciense presentará su jazz fussion en el Teatro Víctor Sandoval, en punto de las 20:30 horas, al compartir escenario con los michoacanos Abtrusus; el boleto tiene un costo de 30 pesos en taquilla.
