Fue en junio de 1979, sin duda, lo recuerdo bien porque terminé el tercer año de secundaria, terminaban los setentas, con todo su encanto y toda su magia, con aquellas series de televisión que son ahora parte de nuestro acervo, sobre todo si en este momento inicias tus cincuentas, tú sabes, Starsky & Hutch, Los Ángeles de Charlie, los Novatos, S.W.A.T., y algunas otras series que resultan inolvidables, terminaban los setentas, pero iniciaba mi juventud, la adolescencia quedaba atrás.
Era junio del 79, lo recuerdo porque había llovido toda la noche y afuera de mi casa olía a césped recién cortado, olor característico del verano. Hay olores que se te quedan grabados, ¿o no te pasa eso?, a mí me pasa mucho y desde entonces, desde aquel junio de 1979 en que mientras yo escuchaba Piece of my heart de Janis Joplin, afuera de mi casa olía a césped recién cortado, cada vez a que escucho a Janis recuerdo ese olor, o no sé si es al revés, cada vez que percibo ese aroma, recuerdo a Janis.
Janis Joplin es una de las más importantes cantantes de rock con profundas raíces en el blues en toda la historia del rock, cada una de sus presentaciones en vivo eran verdaderas catarsis, no puedes escuchar a Janis sin una descarga emocional muy intensa, finalmente es blues, en sus venas, aun siendo blanca sureña, el blues corría alegre y fluidamente. Toda la vida de Janis Joplin parece estar tocada por el blues, su vida fue un blues a pesar de su pálido color de piel, pero el sufrimiento, la soledad, el buscar las respuestas de la vida de manera equivocada, en donde sólo encontró más soledad, tristeza, sufrimiento y finalmente la muerte a los 27 años de edad.
Janis Joplin fue una de esos extraños casos de personas que sienten la vida con demasiada intensidad como para poder soportarla, algunos cuantos que han poblado el horizonte de las artes, fundamentalmente del rock, o al menos es a esta expresión del arte a la que me refiero porque es lo que nos ocupa en este momento, Elvis Presley, Jim Morrison, James Dean, que desde su trinchera en la actuación cinematográfica, era también un fiel rocanrolero, Jimi Hendrix, Duane Allman, Kurt Cobain, entre algunos otros. Su vida estuvo llena de engaños, de soledad de incomprensión, así que considerando esto, dime tú, que amablemente has aceptado participar de este banquete ocupando un lugar en la mesa de este viernes, dime tú, ¿qué otra cosa podría hacer Janis Joplin en la vida, si no era trocar el blues?, ¿se te ocurre algo más?, diríamos que nació para eso, sin duda.
Yo escuchaba con frecuencia a Janis Joplin desde aquel lejano verano del 79, cuando escuchaba en mi recámara ese disco doble en concierto en donde en la portada aparece ella sonriente, la escuchaba muy seguido, pero no la había visto en algún video, ya ves, en esos años era un poco más difícil acceder a todo ese material que ahora está al alcance de nuestras manos, pero la primera vez que tuve la oportunidad de verla en un extraordinario documental en video, fue cantando en el Monterey Pop Festival, que fue su primera presentación pública de verdadera importancia, la recuerdo golpeando con sus pies, con una descarga emocional impresionante, la tarima del escenario cantando ante más de 50 mil personas, se aferraba al micrófono como si de ello dependiera su vida y lo que salía de su garganta era un verdadero blues, lamentos al mismo tiempo llenos de esperanza, porque finalmente, el arte debe ser, por definición, una forma de esperanza, de inagotable esperanza.
Tuvo una vida difícil, desenfrenada incluso, lo que hizo que sus padres la rechazaran constantemente, lo que quedó marcado en ella por toda su vida y que de alguna manera, llevó a su música, esos lamentos desgarradores con los que solía cantar Kozmic Blues, Piece of my heart, Try (Just a Little bit harder), All is Loneliness, Summertime, de la ópera jazz Porgy and Bess de George Gershwin, un estándar del jazz tocado por propios y extraños, y todas aquellas tonadas de blues que hicieron de Janis Joplin un ser inmortal en la música del siglo XX.
Como es fácil entender, yo llegué a todo este mundo muy tarde, en 1979 Janis Joplin tenía 9 años de haber fallecido, era ya una leyenda indiscutible, pero para mí era algo nuevo, la acabada de descubrir, escuché muchas veces ese doble en vivo editado en 1972, después Pearl, I got dem Ol’ Kozmic Blues again Mama, que se convirtió muy pronto en mi favorito, y luego Cheap Thrill. En realidad grabó muy pocos discos en estudio, sólo cuatro, pero una cantidad increíble de recopilaciones, yo creo que la mejor, salvo tu mejor opinión, es aquella llamada “18 Essential Songs”, y un número igualmente grande de grabaciones en concierto, ahora con las ventajas de la tecnología, podemos acceder a cosas que parecían imposibles.
Cerré mi disco, que era de portada doble en su edición original en vinil, lo dejé encima de mi cama y mientras, de los surcos del acetato, seguían saliendo los intensos lamentos de la Janis, me asomé por la puerta y fue cuando percibí ese olor a césped recién cortado, era junio y había llovido toda la noche, regresé a mi recamara justo cuando terminaba la canción de Kozmic Blues, así que coloqué el brazo del tocadiscos al inicio de la canción para escucharla completa, me recosté en mi cama y empecé a extrañar los años sesenta, una época que realmente nunca viví, sólo a través de la música.
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