Victor Hugo escribió una de las novelas más emblemáticas y conocidas en la literatura, Los Miserables, en ella retrata el drama de la injusticia. Me encanta la novela, en especial la parte donde Jean Valjean abre una fábrica y da empleo a muchas personas, un empleo justo, si el siglo XIX y la explotación de la revolución industrial materializó la clase obrera también marcó las sinrazones del patrón contra el trabajador, por eso no es raro que el novelista francés precisamente retratara cómo la gente que empleaba el señor Madeleine estuviera contenta y fuera bien tratada. En su versión cinematográfica, las obras son múltiples, sólo Wikipedia habla de unas nueve versiones, la más reciente de 2012 interpretada por Hugh Jackman y Russell Crowe.
Viene a colación la vocación de buen patrón de Jean Valjean, y es que uno de los mayores logros del señor gobernador, ahora que rinde su quinto informe, es el empleo, precisamente uno de sus ejes y promesas en su campaña en el 2010, me gusta recordar una anécdota que viví justamente de aquella justa electoral, porque la viví personalmente y se me hizo muy divertida: estábamos en algún evento donde nuestro ahora jefe de gobierno era acompañado por alguna de sus guapas hijas, la raza que es brava comenzó a gritarle ¡suegro, suegro! Y él les contestó muy inteligentemente, algo así como que antes de que sea su suegro, los que gritaban necesitaban empleo, y que él se comprometía a que el estado, que estaba en la calle de la amargura en ese tema, retomaría su vocación de puntero en la producción de empleos. Y vaya que lo ha logrado, a la millonaria inversión de Nissan II, la nueva planta de Daimler, se suman una enorme cantidad de industrias que provocan un repunte de empleo, durante su mandato se han creado 68 mil nuevos empleos, de tal suerte que nuestra economía es de las más fuertes en el país. Pero además es importante señalar que este crecimiento económico no ha corrido a cuenta de las finanzas, lo avala las buenas calificaciones que recibimos de las principales calificadoras del mundo, Standard & Poor’s y Fitch Ratings.
Hay más logros, no sólo el empleo, por mencionar, por ejemplo, el desarrollo social, la disminución de las carencias, pensemos que la pobreza extrema en Aguascalientes se ha reducido en un 37%, es decir, de cerca de 1.2 millones de habitantes que somos, sólo tenemos veintiséis mil en pobreza extrema, puede sonar duro y claro que es lacerante, pero al mismo tiempo es estimulante si nos enteramos que esta administración estatal ha sacado de su situación paupérrima a más de treinta mil hidrocálidos, de tal suerte que somos el segundo estado con menor pobreza extrema del país. En el rubro de población no pobre y no vulnerable, pasamos de 342.2 a 395 mil personas, es decir, 52 mil 800 personas dejaron cualquier clase de pobreza, desde mi óptica, estamos en presencia de un crecimiento efectivo de la clase media, un objetivo que cualquier gobierno quisiera alcanzar y que es justo reconocer como una consecuencia más del desarrollo económico que el señor gobernador ha impulsado.
Pero además hay otros logros fundamentales: la seguridad es importantísima. No sólo se trata de que ya no solemos escuchar noticias lamentables como secuestros, levantones, ejecuciones, sino que además la población lo siente, según el INEGI tenemos los más altos niveles de percepción de seguridad de todo México. Y así, podríamos seguir reseñando, pero al final de cuentas la última palabra la tiene la población, que puede percibir estos logros.
Cinco años de un gran gobernador y un gran gobierno, el informe que presenciamos el viernes es además de una revisión muy positiva del pasado, una apuesta para cerrar a tambor batiente para todos aquellos que nos preciamos de participar en la administración del ingeniero Carlos Lozano de la Torre.
