- De no mejorar la estrategia de movilidad, en menos de cinco años el estado caerá en crisis e incrementará la contaminación
- El modelo adecuado a aplicar en el estado sería el del metrobús usado en la Ciudad de México
Aguascalientes tiene un rezago en políticas de movilidad y transporte de más de 18 años, según lo indicó la exalcaldesa Lorena Martínez Rodríguez; aunque su cargo en la administración federal al frente de la Procuraduría Federal del Consumidor no tiene injerencia sobre el tema, durante los últimos años ha trabajado en el análisis de un transporte sustentable en busca de mejorar la situación en que vive Aguascalientes.
Considerando que el estado es una de las entidades con mayor índice per cápita de automóviles, con dos vehículos por persona en promedio, se prevé que en menos de cinco años, de no mejorar la estrategia de movilidad, se caerá en una crisis acompañada de un alto porcentaje de contaminación causada por el exceso del uso de vehículos automotores: “el diseño de la ciudad invita al uso del auto por sus grandes avenidas pero ya se necesita modernizar su transporte público masivo para dejar a un lado el transporte privado”.
Este rezago se tiene principalmente porque ha faltado una política para fomentar la inversión en el transporte masivo y llevar a las autoridades a pensar en un transporte articulado y multifuncional: “por qué no pensar en una estrategia en la que los que usan las combis puedan llegar a la carretera 45 y tengan acceso a zonas peatonales, ciclovías y camiones urbanos”, de esta manera se fomenta el uso de todos los transportes disminuyendo el vehículo privado.
Consideró que el sistema del metrobús puede ser el más apegado a las necesidades de Aguascalientes tanto por extensión territorial como por el tipo de vialidades y el nivel económico que se tiene, ya que es una opción mucho más económica y con una efectividad en tiempo; para Martínez Rodríguez la clave de un transporte exitoso es el tiempo, se le tiene que dar certeza al usuario que el transporte pasará a la misma hora y con un trayecto puntual: “como lo hemos visto que ha evolucionado en otras entidades, podemos decir que en Aguascalientes tenemos un rezago de más de 18 años”.
En caso del transporte articulado se plantea unificar el metrobús, taxis, ciclovías y zonas peatonales para que todos tengan puntos de encuentro: “las rutas de movilidad están estudiadas, ya sabemos cómo se mueve la gente del oriente al poniente, del norte al sur, de sur a norte, los flujos están claros porque ya hay una investigación de especialistas”, únicamente falta profundizar en las inquietudes y necesidades.
Mientras algunos funcionarios estatales y municipales aseguran que no hay presupuesto alguno que alcance el rediseño total de la movilidad en el estado, Martínez Rodríguez señaló que hay distintos mecanismos federales e internacionales para gestionar recursos que permitan concretar una estrategia de esta naturaleza: “hay ejemplos exitosos de ciudades que lo han logrado”, uno de los mecanismos a los cuales pudieran basarse es el Fondo Nacional de Infraestructura, financiamientos de Banobras y fondos internacionales, o bien una estrategia de participación público-privado: “este tema no está peleado con la participación de la iniciativa privada, al final hay cientos de familias que se sostienen del transporte”, sin desplazar a los que ya tienen su fuente de trabajo podría aplicarse un modelo mixto de inversión.
A su juicio, el mejor modelo a aplicarse en Aguascalientes es el utilizado en la Ciudad de México con el metrobús y el transporte articulado, donde el usuario tiene distinto tipos de transporte para que se generan opciones a más bajo costo y con mayor rapidez. Este proceso conllevará también a todo un programa de rediseño de vialidades, de los asfaltos y materiales a usar, definir carriles exclusivos para la movilidad, así como el tema de una educación vial, uso de las ciclovías, educación del peatón y un curso vial antes de obtener las licencias de conducir: “es toda una política pública integral de movilidad y transporte que requiere de voluntad política pero también ciudadana”.
El nuevo urbanismo plantea que una ciudad no sólo son casas y edificios, sino la convivencia de ciudadanos, peatón y ciclista con el conductor, de ahí la necesidad de generar más espacios de zonas peatonales y ciclovías bien articuladas para la generación de esa convivencia general.
