- El menor sufrió quemaduras de segundo grado en el 40% de su cuerpo
- En el IMSS en Aguascalientes se atiende alrededor de 15 niños quemados
Un menor de edad sufrió quemaduras de segundo grado en el 40 por ciento de su cuerpo mientras ayudaba a un vecino a quemar la hierba del patio trasero de su casa: “echamos como un litro de gasolina y cuando le echamos el cerillo, el fuego nos alcanzó a los dos”, narró el menor.
Fue trasladado al Hospital General de Zona (HGZ) número 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Aguascalientes, en donde de inmediato recibió lavado, curaciones y medicamentos para controlar el dolor.
Una vez fuera de peligro, fue puesto en manos del cirujano plástico reconstructivo, Hilarión Castañeda Rodríguez, quien inició terapia a base de un cultivo biológico (queratinocitos cultivados humanos), mismo que permitió una significativa recuperación del tejido en 15 días: “Sin este cultivo biológico la recuperación del tejido habría requerido por lo menos un mes, pero gracias a las opciones terapéuticas de vanguardia con que cuenta el IMSS, Juan se volvió candidato a injerto de piel en poco tiempo y pudimos realizar la primera cirugía”.
Dicha cirugía consistió en pegar piel sana en las zonas en donde el fuego consumió capas superficiales y profundas, con especial cuidado en la parte trasera y delantera de las rodillas, a fin de no limitar la flexión y movilidad de las articulaciones y en consecuencia, la marcha del menor: “Cuando no se aplican injertos en las heridas que lo requieren sucede que durante el proceso de cicatrización la piel circundante se contrae y la cicatriz queda tirante y rígida, lo que impide el movimiento normal de extremidades, articulaciones, ojos, boca, cuello, axila e ingles”.
A dos meses de sufrir el accidente y gracias al manejo médico descrito, el menor fue dado de alta, ya puede caminar y tiene permiso para regresar a clases: “me pusieron piel de otras personas, ya puedo mover las piernas y hasta puedo caminar. Me explicaron que conforme vaya creciendo me van a poner más injertos, hasta que termine de crecer, como a los 18 o 20 años”.
Para prevenir quemaduras en menores de edad, el doctor Hilarión Castañeda señaló enfático que los niños no deben entrar a la cocina por ningún motivo, menos si hay alguien cocinando. Tampoco deben tener acceso a combustibles como gasolina, alcohol, aerosoles, tíner o aguarrás, entre otros. De igual forma aplica para encendedores, cerillos, veladoras, estufas, calentadores, juegos pirotécnicos o cualquier artefacto que implique fuego: “las causas más frecuentes de quemaduras se producen en la cocina, con aceite o agua caliente… y en diciembre de cada año, la estadística se incrementa por el uso de pólvora en palomitas, luces de bengala y similares”.
En caso de quemaduras, no se debe poner nada sobre la lesión, ningún remedio casero o pomada -ni agua- porque se pueden producir infecciones o ámpulas. Es muy común usar mostaza en las quemaduras, pero sus ingredientes agravan la lesión.
Tampoco se debe quitar la ropa o desprender la tela que se queda pegada, porque se puede desprender piel servible y/o causar lesiones mayores. Sólo se debe sofocar el fuego y trasladar de inmediato al paciente al centro de salud más cercano.
Hilarión Castañeda consideró de vital importancia que todos los niños permanezcan bajo la vigilancia ininterrumpida de un adulto. Cada semana, el IMSS en Aguascalientes atiende alrededor de 15 niños quemados.
Con información del IMSS Aguascalientes




