- Se utilizaron tres mil pliegos de plástico con un valor de 150 mil pesos
Esto va más allá de decir que si nosotros hicimos calzones
– Alejandra Soria
Para Alejandra Soria, una de los seis artistas que se encargaron del proyecto para decorar el Corredor Cultural Carranza con más de ocho mil mariposas hechas a mano, es sano que la gente critique su trabajo, sin embargo, es importante que la gente sepa que las figuras se realizaron con una técnica específica que no inventaron ellos y que lo que trataron era generar una vista agradable a los visitantes de ese lugar.
Cuando la semana pasada comenzó su instalación, el municipio convocó a una conferencia de prensa para platicar del proyecto, que apenas llevaba un 30 por ciento de avance, fue a partir de ese momento que muchas personas manifestaron que no les había gustado la decoración, mucho menos al saber que el costo del proyecto fue de 450 mil pesos.
Alejandra Soria platicó con La Jornada Aguascalientes al respecto: “Es muy sano que no les gusten las figuras, yo lo único que les diría es que si tenemos oportunidad de estar en las redes sociales que podamos buscar las ligas y documentales para que vean cómo son las mariposas, y que realmente esto va más allá de decir que si nosotros hicimos calzones, porque ya es una técnica y son figuras que nosotros no las inventamos”.
Cinco artistas más participaron en el proyecto: Iztheni Hernández, Isaac Matthews Guarneros, Jorge Ruvalcaba, Ricardo Jaimes, Yoalli Hernández, Annie Ruvalcaba y Karla Salas, ellos fueron quienes se acercaron al Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (Imac) después de que el año pasado se colocaron sombrillas como parte del proyecto Umbrella Sky; el rechazo de los aguascalentenses a las mariposas llegó al punto de que quienes las elaboraron recibieron agresiones en los días posteriores a que se diera a conocer el proyecto: “Hubo ya agresiones de la gente de decir: ¿Y el dinero?, eso no nos afecta porque realmente estamos trabajando, las críticas estuvieron muy fuertes pero poco a poco han ido cediendo”.
Y es que la gente insistió en que “parecía un tendedero”, pero esto era porque no estaban colocadas las figuras en su totalidad: “no teníamos ni el 30 por ciento…ahorita se armó la malla y se ve la figura, otra cosa importante es que la mayoría de los niños le dicen a sus papás lo que es, ellos si dicen son mariposas, es la lógica infantil que a veces funciona más que la de nosotros… A veces necesitamos que nos den digeridas las cosas”.
Alejandra Soria es productora y da clases en el Bachillerato de Artes y Humanidades: “nosotros nos acercamos al Imac por la instalación del año pasado, para ver si se podía hacer una propuesta, ver la posibilidad para que nosotros pudiéramos hacer el proyecto”.
La creadora admitió que el proceso de la instalación fue complicado, las figuras se realizaron con un plástico similar al estireno: “ese material lo que nos permitía simplemente fue el aguante climático, la lluvia, el sol, el polvo, que no se fuera a desgastar tan fácil. Sabemos que hay otros materiales que también se pudieron usar pero no quisimos que algo nos fuera a suceder por las lluvias, por ejemplo”.
Se hicieron varias propuestas de las figuras con las que se podría adornar el corredor como grullas o colibríes, pero al final se decidieron por las mariposas, la dificultad radicó en los dobleces por la técnica de origami: “se hizo en papel y al traducirlo al plástico no todas las figuras se podían adaptar, porque es muy duro y al estar haciendo la papiroflexia muchos se tronaban; nos pasó en el momento, estábamos trabajando y por un centímetro se tronaba, el proceso era doblar, ir cortando, tensando… Por lo mismo todos traen alambre o remache, están realmente seguras para que no se abran, no se caigan y ya que tuvimos todas las cantidades de mariposas que son dos mil grandes y siete mil chicas, ahora fue pintar, estábamos todos los días en horarios pesados y después entró el ripping”.
El objetivo de esta técnica fue que las mariposas brillaran en la noche: “el ripping lleva dos tratamientos, tiene un salpicado que es con pintura fluorescente y otro con resina, que tiene un pigmento fotoluminiscente… Es en donde empieza a cobrar más, está salpicado para que no fuera como nada más ver una luz, está diseñado para que haya un juego visual con las personas, cada quien cuando lo va recorriendo, vaya viendo eso. De día uno puedes ver cómo la variedad de los colores, porque estábamos buscando ese degradado del cielo al atardecer y en la noche es otra cosa, son como chispazos de luz”.
Este proceso les llevó dos meses y varias noches, por lo que las figuras son cien por ciento artesanales: “si dormimos una hora cada uno es suerte, entre todos hicimos las mariposas… Nos hicimos como metas de todos hay que vernos a la semana y empezamos, porque nos apoyaron, cada uno tenía un asistente”. La idea surgió a partir de una exposición que se hizo el año pasado en la Casa de la Cultura Oriente, con figuras de origami que los niños hicieron y hubo mucha aceptación: “el origami sirve para muchas cosas, la concentración, podemos relacionar nuestros hemisferios y por lo mismo son actividades que les gustan mucho, por eso se buscó que fuera algo lúdico”.
En cuanto al recurso que se destinó -450 mil pesos- la creadora comentó que sí se repartió entre todos los artistas, pero que la mayoría se utilizó para pagar el material ya que fue muy costoso: “tan solo el plástico en un pliego te gastas 50 pesos, las resinas y los pigmentos son caros, de ese monto fue que nosotros percibimos nuestro sueldo”, para las nueve mil mariposas se utilizaron tres mil pliegos, que se traducen en 150 mil pesos.
Se tuvo mucho cuidado en la selección del material debido al antecedente del año 2015 en donde se cayeron varias sombrillas o que el personal de la Secretaría de Servicios Públicos estuvieron toda la Feria acomodándolas, es por eso que se buscó un material ligero y resistente, respecto al resultado final, Alejandra Soria comentó: “apenas estoy empezando a relajarme…”.





