Estimado lector, el día de hoy haremos un recuento de lo que dejaron las elecciones que el 5 de junio se efectuaron en varios estados del país, trataremos de vislumbrar a los ganadores, a los perdedores y veremos qué queda hacer ante este nuevo entorno.
- El gran perdedor de las elecciones no es el PRI, sino es Manlio Fabio Beltrones. En la carrera por ser el candidato del PRI para las elecciones el 2018, era vital para el presidente del PRI entregar buenas cuentas sobre estas elecciones, cosa que no se pudo dar. Por otra parte, los ganadores en este “pleito” amigo es el secretario de Gobernación, Osorio Chong, y el secretario de Educación, Nuño. El primero, quien domina el ámbito de seguridad y de espionaje, tiene un as bajo la manga en el caso de ser candidato; el segundo, el candidato de las televisoras, sobre todo de Televisa, está cada vez más envalentonado, y parece que es curioso que después que la Reforma Educativa se dio y parecía que el país estaba en orden, la CNTE tomara varios estados y pusiera a pensar sobre la permanencia de esta reforma y del secretario de Educación. ¿Fuego amigo, acaso?
- El gran ganador de las elecciones es Arturo Anaya y Felipe Calderón respectivamente. Arturo Anaya ganó las elecciones y sorpresivamente muchos de los candidatos de Felipe Calderón, que se pensaba que perderían por estar en estados que siempre habían sido gobernados por el PRI, como Tamaulipas y Veracruz, ganaron. ¿Esto significa que Margarita Zavala, tiene el camino libre para su candidatura? Nada más lejos de la realidad, el PAN es el partido que cuando pierde se agrupa en el líder natural pero cuando gana se fragmenta por querer tener el poder individual o de grupos por sobre todas las cosas. Quizá sea diferente en esta ocasión, pero lo dudo.
- El presidente Peña no es perdedor, pero se puso de modo para que perdieran sus candidatos. No sé quien fue su asesor maravilloso que le dijo que era necesario hacer la reforma al código civil para hacer ya legal tanto el matrimonio entre dos personas del mismo sexo como la adopción por parte de estas uniones. Y sobre todo, darlo a conocer justo antes de las elecciones. Este es, yo creo, el más grande yerro que ha cometido el presidente Peña (de los muchos que se le conocen) en su presidencia. Sin tomar en cuenta que cerca del 80 por ciento de la población mexicana es católica y que muchos de los estados donde las elecciones son de los más conservadores del país. El eco que se dio en la iglesia católica y sus seguidores se vio reflejado claramente en las urnas.
- Además, otros de los perdedores son los “magníficos” teóricos financieros, Agustín Carstens y Luis Videgaray. Ellos estuvieron negando que la situación económica del país era complicada, que la devaluación no estaba afectando el bolsillo de los mexicanos, y que con 350 pesos se puede vivir bien una semana para una familia de cuatro integrantes. Las urnas reflejan también ese descontento.
- Los perdedores fueron los independientes. Pensaron que como el Bronco, iban a dar la campanada, pero nada más lejano de la realidad, los partidos políticos se pusieron a ver cómo fue que tuvo éxito el Bronco y pues lo que hicieron fue trabajar en contra de este nuevo fenómeno. El Bronco, por otra parte, nunca fue independiente realmente, sino un priista que no lo dejaron llegar, y la gente ya se dio cuenta de esto.
- El reflejo en las urnas de la corrupción rampante de muchos, sino es que todos, los gobernantes también se ve reflejado. En Aguascalientes, un gobernador que presume números económicos es perdedor, debido a la sombra de corrupción que tiene su familia y colaboradores cercanos. En Veracruz, el castigo al PRI fue por un gobernador que se llevaría las palmas en la corrupción y estaría en un lugar prominente en el octavo infierno de Dante, el reservado para los corruptos.
¿Qué sigue?
Los elegidos deben tener en cuenta que si bien ganaron, la población no está dispuesta a dejar que se llenen la manos de dinero. Estamos hartos de las corruptelas, cochupos y demás.
Es menester ahora para todos, aplaudir a los que hacen bien las cosas, señalar las desviaciones a lo prometido, exigir una transparencia intachable y sobre todo, que se cumpla lo que fue parte de la campaña.
Espero que ahora sí el país pueda transitar a un nivel más honesto. Pero… lo dudo, tan corruptos los del PRI, como los del PAN, que se dicen defensores de la familia, pero no dejan de ser el prototipo de la doble moral, donde se van con chicas buena onda, y tienen pequeños “deslices” con sus secretarias.




