- No sólo la católica, también la evangélica y cristiana pudieron haber orientado el voto de la población
- No se debe gobernar con base en visiones religiosas, indicó el sociólogo
El clero sí influyó en el proceso electoral de todo el país, no sólo la Iglesia católica, también la evangélica y cristiana que comparten posturas similares a favor de la vida, la familia y el matrimonio tradicional, al haber llamado a sus fieles a votar por candidatos que se oponen a la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto para legalizar los matrimonios igualitarios, consideró Genaro Zalpa Ramírez, investigador del Departamento de Sociología la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
El sociólogo refirió que las Iglesias pudieron haber provocado que saliera a votar gente que normalmente no lo hacía, luego de abordar el tema en misas y ceremonias de culto: “Un letrero en las rejas de la Catedral pedía a los cristianos votar por quien defendiera la vida, la familia y el matrimonio (…), habría que ver qué tanto movió a los votantes católicos y en general a las Iglesias cristianas evangélicas, que son la mayoría en nuestro estado, a votar por una fórmula que prometía defender estos valores”.
No se aventuró a decir si las instituciones religiosas intervinieron lo suficiente como para impugnar los resultados electorales, pues hay otros factores que también pudieron haber influido en las preferencias: “Se necesita analizar los estudios de opinión levantados en diferentes momentos de la campaña para saber si las intenciones de voto cambiaron a partir de las declaraciones del presidente”.
Agregó que la propuesta de Peña Nieto para legalizar los matrimonios igualitarios en todo el país fue inoportuna para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) al haber detonado el voto de castigo de la feligresía, aunque en la fórmula perdedora no iba en contra de sus valores.
Para Zalpa Ramírez las Iglesias tienen derecho a defender su doctrina, no así a imponerla a la sociedad sin respeto a las minorías. Los líderes religiosos tienden a menospreciar el poder de sus palabras, causando en las personas comportamientos alejados de sus preceptos como el de la misericordia: “Tenemos las declaraciones del obispo de Veracruz que dijo que los homosexuales son anormales (…), no es ninguna cuestión biológica y es porque en la familia no los educaron bien; mientras el papa Francisco refirió ‘quién soy yo para juzgarlos’”.
La bancada mayoritaria del Congreso del Estado de la próxima Legislatura, cuyos miembros se identifican con los valores eclesiales, pudiera poner en amenaza al Estado laico si estos anteponen su visión religiosa a las necesidades de la sociedad, incluidas las minorías: “Los homosexuales no son anormales, son seres humanos, como tales los tenemos que respetar. La defensa de la familia y de la vida está mucho más amenazada por la violencia, la corrupción, la inseguridad por otros muchos otros fenómenos, no por el matrimonio entre personas del mismo sexo”.
Según el Censo de Población y Vivienda 2010 del INEGI, el 93.2 por ciento de la población de Aguascalientes -un millón 101 mil 785 personas- es devota de la religión católica, mientras que los creyentes de las Iglesias protestante, evangélica y cristiana suman más de 41 mil creyentes en la entidad.
