- Fueron detectados alrededor de 40 kg en bolsas de diálisis usadas en las inmediaciones de la presa
- Comité de guardabosques pide a la próxima Legislatura protección para la zona
A pesar de que el bosque de Cobos es un espacio de recreación frecuentado por innumerables familias, en los últimos años ha servido como tiradero clandestino de escombro, desechos domésticos e industriales.
El hallazgo más reciente es el depósito de aproximadamente 40 kilogramos de material médico, un bolso grande que contenía alrededor de 350 bolsas de diálisis sin usar, detectado en las orillas de la presa de Los Parga, informó el delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Aguascalientes, Adrián Jiménez Velázquez: “En virtud de que se publicó en algunos medios de comunicación la denuncia de un ciudadano que manifestaba el abandono de lo que parecían residuos peligrosos biológico-infecciosos en la zona de Cobos, el personal de la subdelegación de Inspección Industrial procedió a contactar al denunciante”.
El funcionario federal agregó los deshechos se recolectaron y enviaron a un centro de manejo operado por la Secretaría de Salud del Estado de Aguascalientes para que fueran destruidos mediante incineración. El reporte, presentado el 2 de junio de 2016, continúa en investigación.
Al respecto, Luis Miguel Vázquez Sánchez, miembro del comité de Vigilancia Ambiental Participativa de la cuenca de Cobos-Parga-San Francisco, refirió que no es la primera vez que se tiran material de uso médico al sitio: “Hace seis años también tuvimos un caso en el que incluso autorizamos la intervención de municipio; se encontraron documentos tirados en el lugar de los hechos, lo que nos dio elementos de prueba y se levantó una sanción a un laboratorio. Después se supo que eran residuos que procedían de la zona de tolerancia (…). En este último caso es muy complicado, los guardabosques hicimos una indagatoria en conjunto con los vecinos, pero no se detectaron vehículos ni se cuenta con mayor información”.
Se han contabilizado al menos cuatro deposiciones de residuos peligrosos en los últimos seis años, pero han sido pocos los casos en los que se da con los responsables. Incluso se han detectado que algunas empresas se deshacen de esta manera para evadir los gastos derivados del transporte y tratamiento.
Mencionó: “Nosotros somos un grupo de guardabosques acreditado por Profepa y contamos con capacitación para al momento de detectar este tipo de materiales altamente contaminantes, hacerlo con mucha precaución, evitando algún tipo de incidente”.
–¿Qué hacer para impedir que esta situación continúe repitiéndose?
–Lo ideal es que ya pudiéramos aterrizar un decreto de área natural protegida para esa zona por los altos valores que tiene; no estamos hablando sólo de un área natural importante sino también de un sitio con alto valor histórico y cultural por todos los elementos que hemos encontrado con instancias municipales, estatales y federales (…). El decreto nos permitiría evitar incursión de grupos organizados de talamontes, de gente que aprovecha irregularmente el suelo, gente que se organiza para deteriorar el sitio para beneficio de unos cuantos.




