- Las mejores calificaciones fueron en las áreas de Ecología y Derecho
- El puntaje más bajo fue el que califica a los trabajadores más productivos, con salarios más altos y donde los costos de energía son menores
Aguascalientes ocupa el octavo lugar en el Índice de Competitividad Urbana 2016 (ICU), ranking elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) con el objeto de medir la capacidad de las 74 ciudades más importantes del país para atraer y retener talento e inversiones, considerando que una ciudad competitiva es aquella que maximiza la productividad y el bienestar de sus habitantes.
El ICU fue construido a partir de 120 indicadores agrupados en diez subíndices: derecho, medioambiente, sociedad, sistema político, gobiernos, mercado de factores, economía, precursores, relaciones internacionales e innovación. Las ciudades están agrupadas en seis niveles de competitividad: Alta, Adecuada, Media alta, Media baja, Baja y Muy baja.
La zona metropolitana conformada por Aguascalientes, Jesús María y San Francisco de los Romo obtuvo el primer lugar en el subíndice “medio ambiente” por ser una de las ciudades con mejor aprovechamiento de sus rellenos sanitarios para la generación de biogás, además fue el segundo mayor porcentaje de viviendas que aprovechan la energía solar -16 por ciento- y de viviendas que disponen adecuadamente sus residuos.
También se ubicó en la segunda posición en el subíndice “derecho” por tener la cuarta tasa de homicidios más baja y la tercera con el mayor porcentaje de personas que expresan sentirse seguras.
La ciudad de Aguascalientes ocupa el cuarto lugar en el subíndice de “gobiernos” que mide la capacidad de los gobiernos para promover el desarrollo económico, la formalidad de la economía, la capacidad para generar ingresos propios, la calidad de la información de sus finanzas públicas, así como el impacto del gasto público para apoyar un desarrollo urbano ordenado.
También fue bien evaluado en el subíndice “economía” con el 75 por ciento del PIB en sectores que crecen a una tasa superior al promedio y en el subíndice “innovación” que mide la capacidad de las ciudades para competir con éxito en la economía, particularmente en sectores de alto valor agregado, intensivos en conocimiento y tecnología de punta.
Por el contrario, se detectaron áreas de oportunidad en el subíndice “sociedad” que mide la calidad de vida de los habitantes a través de las áreas de educación, salud e inclusión; en el subíndice “precursores”, que mide a los sectores financiero, de telecomunicaciones y de transporte, la calificación fue media baja; en el subíndice “relaciones internacionales” que mide el grado con el cual las ciudades capitalizan sus lazos con el exterior para elevar su competitividad y en el subíndice de “político” que mide el potencial de los sistemas políticos locales para ser estables y funcionales. En estos cuatro, Aguascalientes obtuvo una calificación media baja.
El puntaje más bajo para la ciudad fue en el subíndice “factores” que califica a las ciudades donde los trabajadores son más productivos, con salarios más altos y donde los costos de energía son menores.
Cabe mencionar que en la edición 2016 del ICU, dos ciudades alcanzaron un nivel de competitividad Alta: las zonas metropolitanas del Valle de México y de San Luis Potosí. En contraste, una ciudad, Tulancingo (Hidalgo), se ubicó en el nivel de competitividad Muy baja.
Las 74 ciudades rankeadas por el ICU se encuentran conformadas por 367 municipios que concentran a 62 por ciento de la población, 76 por ciento del PIB y 90 por ciento de la inversión del país.
El Imco propone implementar un Sistema Profesional de Carrera municipal, fortalecer las finanzas locales a través del predial y cerrar las brechas en mejora regulatoria que existe entre ese ámbito de Gobierno y la Federación. Además, para que se materialicen los beneficios de la reelección, prevista en la reforma política de 2014, el Instituto ve necesario superar dos retos: la falta de transparencia para que la ciudadanía premie o castigue a los alcaldes de manera informada, y reducir las barreras a las candidaturas independientes para fortalecer la competencia en la actividad política.




