La semana pasada estaba yo molesto porque tanta gente se había reunido en el Teatro Aguascalientes para la noche mexicana con un mariachi y no cada semana cuando la Sinfónica toca el repertorio que le es propio, sin embargo, para este cierre de temporada mi mal humor se transformó en agradable sorpresa cuando al llegar al teatro me encuentro con una fila semejante a la de la semana pasada, sólo que en esta ocasión no había mariachi en el escenario, sin un repertorio operístico y muy demandante con 10 cantantes muy jóvenes pertenecientes al Estudio de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes. Qué agradable ver el teatro así, lleno, sin ganchos populares, sino que el público respondió a un programa de música de primer nivel y con un repertorio para el que la entidad llamada orquesta sinfónica fue creada. El público respondió a la convocatoria de la música y créeme, amigo melómano, que nadie salió decepcionado del Teatro Aguascalientes, al terminar el concierto, el público aplaudía de pie emocionado por las voces de estos diez jóvenes que dieron un trato muy digno a las arias de ópera que les fueron encomendadas.
Originalmente se anunció este concierto con arias y oberturas operísticas, aunque al final se prescindió de la obertura y el programa se concentró estrictamente en el aria, que además de la ópera, también la encontramos en el oratorio.
Los cantantes del Estudio de Ópera del INBA convocados para este concierto fueron los tenores Ángel Macías y Enrique Guzmán, las sopranos Lorena Flores y María Caballero, las mezzosopranos Isabel Stüber Malagamba y Vanessa Jara, los barítonos Carlos López y Juan Carlos Heredia, el bajo-barítono Rodrigo Urrutia y el bajo Carlos Santos. El repertorio que interpretaron fue escogido de algunas de las óperas más célebres, como por ejemplo, La Bohéme de Puccini; La Boda de Fígaro -no sé por qué siempre decimos las Bodas de Fígaro, si en realidad solamente es una boda- de Wolfgang Amadeus Mozart; Gianni Schichi de Puccini; la Traviata de Verdi; Don Giovanni de Mozart; la célebre Carmen de Bizet; El Barbero de Sevilla de Rossini; Elixir de amor de Gaeteno Donizetti, estos dos, máximos representantes del belcantismo además de Bellini, del que por cierto, no se eligió ninguna aria; El Trovador y Aída, ambas de Verdi; la Flauta mágica de Mozart; y regresando a Rossini, Una italiana en Argel. El director para este concierto que cerró la tercera temporada del año 2016 de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes fue el maestro Román Revueltas, titular de nuestra máxima entidad musical.
La temporada que está destinada a abrir foros y generar oportunidades para los jóvenes talentos de México cumplió cabalmente con el compromiso, durante el curso de estos siete conciertos vimos desfilar jóvenes de diferentes disciplinas de la música, algunos de ellos serias promesas de éxito, otros, a pesar de su juventud, ya consolidados en el muy difícil y demandante escenario de la gran música de concierto, esta función de arias operísticas nos enseñó a diez jóvenes con voces perfectamente trabajadas, estudiadas, con una técnica irreprochable y lo más importante, no están cantando inocentes dulcecitos que puedan permitir salir bien librados de un compromiso, sino que están abordando repertorios demandantes, exigentes que ponen en constante riesgo al intérprete, ese es el camino correcto, no necesariamente el más fácil, quizás, incluso, el más difícil, pero ahí están los frutos, es incuestionable el valor de este Estudio de Ópera que se realiza en Bellas Artes, formar nuevos talentos para que se desarrollen en esta disciplina encantadora, pero tan complicada y a veces, ¿por qué no?, tan ingrata con el intérprete, el canto operístico.
El maestro Revueltas acompañó bien a los cantantes brindándoles el apoyo necesario para el lucimiento de la voz, cuidándolos en todo momento, protegiéndolos y evidentemente haciéndolos brillar, el trabajo de un director dentro del repertorio operístico suele ser muy complicado.
Con este concierto se cierra la tercera temporada del año, una temporada exitosa y dedicada al talento joven de México, muy bien por nuestra orquesta al dedicar cada año una serie de conciertos para promover estos talentos que difícilmente pudieran encontrar una oportunidad de mostrarse en escenarios profesionales. Además nuestra sinfónica sigue manteniendo el mismo poder de convocatoria que le es ya normal. La cuarta temporada y última del año, última también de esta administración, inicia el próximo viernes 14 de octubre me imagino que seguirá teniendo como sede al Teatro Aguascalientes, está en construcción una nueva sala de conciertos que se pretendía estrenar para el mes de octubre, pero dudo mucho, ojalá me equivoque y quedara lista según lo planeado.
Seguiremos al pendiente de las actividades de nuestra sinfónica y de toda la actividad cultural, específicamente musical que suceda en nuestra ciudad, por cierto, se tiene programado, según fui informado, un concierto para el domingo 16 de octubre en este mismo escenario, el Teatro Aguascalientes, con la cantata escénica de Carl Orff Carmina Burana, con la Orquesta Filarmónica de la Universidad, un ensamble coral que tengo entendido está formado por el coro Nuntius Dei y las voces del Coro de Ópera de Aguascalientes que en este momento está en stand by por algunos problemas de carácter burocrático, qué lamentable, la verdad, en fin, estaremos pendientes de este concierto.
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