- No es suficiente conocer cuáles son los servicios, la infraestructura o la capacidad de atención del sector salud, sino saber por qué esos rubros están en circunstancia negativa
- La transparencia fortalece la democracia, genera estabilidad política y rentabilidad económica
Para mejorar los servicios de salud a partir de la información disponible, es necesario avanzar hacia la comprensión del fenómeno de la desigualdad en sus aspectos estructurales, a fin de establecer las causas de fondo y su entramado causal, afirmó la comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Areli Cano Guadiana.
Señaló que no es suficiente conocer cuáles son los aspectos en materia de salud como los servicios, infraestructura, capacidad de atención, sino que es necesario saber por qué esos rubros están en una circunstancia negativa, destacó la comisionada al participar en el panel “Información para salud de calidad”, durante la Semana Nacional de Transparencia 2016, organizada por el Instituto.
Cano Guadiana consideró necesario completar información con otras dependencias para reducir la desigualdad en salud.
Ante “La multidimensionalidad de la desigualdad, es necesario diseñar una estrategia que incorpore recursos informativos de otras dependencias, que permitan elaborar un ‘mapa’ detallado del fenómeno, para focalizar el uso de recursos en aquellas comunidades que más lo requieran”.
José Narro Robles, secretario de Salud, aseguró que la información pública sobre el sector es cada vez de mayor calidad y, en materia de política pública, puede ser utilizada para definir nuevos estándares que permitan mejorar los servicios de salud: “Una de las formas para avanzar en la búsqueda de disminuir la desigualdad que prevalece en México, tiene que ver, sin duda, con mejorar los niveles de salud de nuestra población y una de las fórmulas para conseguirlo es garantizar el acceso a los servicios”.
Narro Robles dejó claro que se debe garantizar que la población sin prestaciones laborales tenga acceso a atención médica y evitar la duplicidad de servicios, para avanzar en la igualdad en esta materia. Mencionó que en México, cerca de 15 millones de personas tienen más de dos servicios de salud, es decir, IMSS, Issste y Seguro Popular; 14.4 millones están inscritas en dos instituciones; 700 mil cuentan con tres afiliaciones y seis mil 166 con cuatro o más.
Gerry Eijkemans, representante en México de la Organización Mundial de la Salud, aseguró que los ciudadanos reclaman información para mantenerse sanos; sin embargo, dijo, en muchos casos no es fácil obtenerla y en otros resulta compleja o poco comprensible.
Rosario Cárdenas, consejera del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, destacó la necesidad de seguir sistematizando información para poder generar los indicadores, que permitan mejorar la calidad de la salud en el país.
Mauricio Hernández Ávila, director general del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señaló que la información sobre el sector salud que está disponible es mejorable pero está dando herramientas para tomar mejores decisiones e incidir en el problema de equidad en salud.
Roberto Tapia, director general de la Fundación Carlos Slim, destacó la importancia de que la población conozca en qué nivel de desempeño se encuentran los servicios de salud, y que haya una métrica pública del desempeño de la unidades de salud. Dijo que la secretaría de salud trabaja en la construcción de un portal público que mide el nivel de desempeño de cerca de once mil unidades de salud de los servicios estatales.
Previo este panel, moderado por la periodista Ethel Soriano, tuvo lugar la conferencia magistral “Democracia y desigualdad”, impartida por Carles Boix, quien es profesor de la Universidad de Princeton, quien afirmó que los países que registran corrupción a gran escala tienen los niveles más altos de desigualdad social y económica: “La corrupción, en una buena parte, tiene que ver con la capacidad de control de las élites políticas, por lo que es muy importante tener transparencia para evitar el desvío de recursos públicos a los bolsillos privados”.
El académico de origen español dijo que las naciones que cuentan con mecanismos para castigar a quienes se benefician de los recursos públicos, tienen menores índices de corrupción: “Yo creo que la transparencia es fundamental para reducir la corrupción, pero la transparencia con mecanismos de castigo, es decir, no solamente se trata de la humillación pública, sino que los mecanismos de control funcionen”. La conferencia fue comentada por Gerardo Esquivel, coordinador ejecutivo de Investigación del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
También como parte de las actividades de la Semana Nacional de Transparencia 2016, Francisco Javier Acuña Llamas, comisionado del INAI comentó la conferencia magistral “Democracia y Transparencia”, impartida por Peter Rosendorff, profesor del Departamento de Política de la Universidad de Nueva York.
En una sociedad tan desigual como la que caracteriza a México, la transparencia fortalece la democracia, genera estabilidad política y rentabilidad económica, sostuvo Acuña Llamas: “La transparencia, sin ser mágica, es un tónico que vigoriza los entornos en los que urge inversión y en los que urge también ahuyentar la volatilidad que tanto afecta el nerviosismo de los mercados, el nerviosismo de los capitales, que escapan con facilidad”.
Rosendorff, profesor del Departamento de Política de la Universidad de Nueva York, presentó algunos datos del proyecto Transparencia HRV, en el que se presentan algunas mediciones sobre transparencia gubernamental en distintos países. Expuso que los resultados de dichas mediciones arrojan que la transparencia puede repercutir considerablemente en las inversiones de un país: “Más transparencia significa mayores inversiones y lo que es más importante para las economías emergentes y para las economías en desarrollo es el hecho de la volatilidad, es decir, la variación de las inversiones cae dramáticamente con la transparencia”.
Peter Rosendorff afirmó que la transparencia brinda a los países estabilidad y consolidación democrática, mejora la economía, reduce la volatilidad y permite flujos de inversión. Al referirse al caso concreto de México, señaló que en la tapa inicial de la medición, alrededor de los años 80, presentaba calificaciones muy bajas; sin embargo, destacó que a partir del año 2000, con la alternancia del poder, subieron y cada vez han mejorado.
“Conforme la transparencia mejoró en México, el gobierno comenzó a reportar, a divulgar cosas que jamás había reportado, empezamos a dar datos de educación, sueldos de los funcionarios, niveles educativos, mano de obra, gastos en salud. Todos estos elementos que nosotros encontramos útiles para que los gobiernos operen”, planteó el académico.
Peter Rosendorff destacó la necesidad de que las nuevas sociedades democráticas continúen su trabajo para mejorar sus niveles de transparencia, porque, de lo contrario, corren el riesgo de volver a la autocracia. Aseguró que hasta el momento México ha logrado escapar de los riesgos asociados a una reversa autocrática, “tiene calificaciones de transparencia que están encima del promedio y como resultado predecimos que México y que sus instituciones democráticas serán consolidadas y será poco probable que haya una reversa en el caso mexicano”.
De manera simultánea a la conferencia magistral, tuvo lugar el taller “Cómo ejercer el derecho de acceso a la Información pública para combatir la desigualdad”, a cargo de Ana Cristina Ruelas, directora de artículo 19 para México y Centroamérica, quien advirtió la necesidad de acercar a las personas la información, a fin de promover la participación ciudadana en la solución de problemas públicos.
Durante el taller fue proyectado el video Red Junco, la voz de nuestros pueblos, el cual mostró la manera en qué un grupo de mujeres indígenas, originarias de Chiapas y Tabasco, difunden y promueven el ejercicio del derecho de acceso a la información en sus comunidades.
Con información del INAI




