- El titular del IMAC, Alejandro Vázquez Zúñiga, admitió que los proyectos que realizó el organismo en La Alameda después de su transformación no tuvieron éxito
- “Siempre hay que preguntarle a la población qué es lo que está esperando porque finalmente es la mejor manera de invertir el dinero público, en lo que la población necesita y espera”
- Se planea ubicar a los artesanos de manera permanente en este espacio de la ciudad
El titular del Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC), Alejandro Vázquez Zúñiga, admitió que los proyectos culturales que se emprendieron luego de la conversión de La Alameda al Corredor Cultural Alameda no tuvieron éxito debido a la falta de comprensión de la población de ese sector: “Siempre hay que preguntarle a la población qué es lo que está esperando porque finalmente es la mejor manera de invertir el dinero público en lo que la población necesita y espera”.
En entrevista, Vázquez Zúñiga reveló que se trabaja en un proyecto para ubicar a los artesanos locales y de otros lugares en el Corredor Cultural Alameda con el objetivo de brindarles un espacio en el que puedan ser competitivos: “En ese contexto hemos tratado de ser muy sensibles con ellos, particularmente con las comunidades indígenas que ofrecen esas maravillosas artesanías, así como con los artesanos locales”.
El nuevo proyecto implicaría reactivar el Corredor Cultural con espacios permanentes de venta artesanal en donde la gente pueda encontrar también productos como queso artesanal, vinos, mermeladas y otros productos que si bien no compiten en lo comercial, sí lo hacen en el ámbito cultural.
Según el titular del IMAC, se han tenido buenas experiencias en este sentido, por ejemplo, cuando se realizó la instalación comercial de Oaxaca por motivo de la Guelaguetza a mediados de 2016, lo cual calificó como un evento muy exitoso.
Con la reubicación de los comerciantes artesanales en la Alameda no sólo se beneficiarían ellos, sino el propio corredor cultural que luego de su renovación durante la administración de Antonio Martín del Campo, no generó el empoderamiento ciudadano que debió generar: “Un espacio tiene vida cuando hay una identificación ciudadana”.
Vázquez Zúñiga admitió que entonces les faltó sensibilidad para entender qué era lo que la población de ese sector quería: “Nosotros mismos nos equivocamos en la parte que nos tocaba como cultura, al principio pusimos nuestros Talleres Culturales Municipales y nos dimos cuenta que la población no estaba buscando eso”.
Por ello expresó: “Siempre hay que preguntarle a la población que es lo que está esperando porque finalmente es la mejor manera de invertir el dinero público, en lo que la población necesita y espera”.




