- El investigador de la UAA, Joaquín Sosa Ramírez, se pronunció en favor de proteger las zonas de recarga de los acuíferos del estado
- Con ello se evitaría que se obstruya la infiltración de líquido al subsuelo de manera natural, además se prevendría la posible infiltración de agua contaminada
A decir del investigador del Centro de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), Joaquín Sosa Ramírez, es necesario que más zonas de recarga de los mantos acuíferos del estado sean declaradas zonas protegidas para evitar que desaparezcan o infiltren agua contaminada al subsuelo.
Gracias a estudios realizados en la UAA se tiene determinado cuales son las zonas de recarga de los cinco mantos acuíferos que existen en Aguascalientes: Valle del Chicalote, Valle de Aguascalientes, Valle de Calvillo, Valle del Llano y el Valle del Venadero.
En particular la mayoría de las zonas de recarga que hay en el acuífero del Valle de Aguascalientes se ubican en la parte norte y centro del estado, en el municipio de Tepezalá, en los márgenes de la Sierra Fría; mientras que las zonas de menor recarga se ubican en los extremos más al norte y sur de la entidad.
Si bien gran parte de las zonas de recarga de los acuíferos se ubica en zonas protegidas como las dos federales; Sierra del Laurel y Sierra Fría; y tres estatales; Cerro del Muerto, La Ignominia y Juan Grande; hay varias zonas de recarga, de gran importancia que no están en estas zonas.
“Hacen falta más zonas de recarga que sean declaradas zonas naturales protegidas, casi todo el occidente del estado está protegido por la Sierra Fría y la Sierra del Laurel, por lo que haría falta zonas en el oriente sobre todo para el Río Chicalote y todos los arroyos de esa zona”.
La importancia de proteger las zonas de recarga se traduce en proteger los acuíferos que hay en el estado que, según estudios de la propia Comisión Nacional del Agua (Conagua), son sobreexplotados debido a que el nivel de infiltración es menor al de extracción.
Al proteger las zonas de recarga, en primer lugar se evitaría que se realizara construcción humana sobre esta, la cual, como sucede en los centros urbanos con la pavimentación, evita que el agua pluvial ingrese al subsuelo.
Además se evitaría que exista la posibilidad de que, como sucede en el Río San Pedro y en un par de pozos en Calvillo, se infiltre agua contaminada a los acuíferos lo cual es un gran riesgo debido a que es esta la que se consume en el estado para uso doméstico.




